Mientras la dirigencia nacionalista esperaba la llegada de la fórmula presidencial, a eso de las 19.00, el ambiente en el equipo de campaña en el hotel NH, donde se hallaba el búnker del Partido Nacional (PN), era de mucho optimismo.

El rumor que circulaba en los pasillos era que el Frente Amplio (FA) no superaba el 43% y que el PN llegaba a 35%. “Las noticias que tenemos son todas buenas”, decía un integrante del equipo de campaña, sonriente, en la puerta del NH. La jefa de prensa del equipo del candidato, Fabiana Celaya, comentaba que la información que se manejaba traía “serenidad”. También se manejaba que el Sí a la reforma constitucional que impulsaba la baja de la edad de imputabilidad penal alcanzaba a 52% y que el Partido Colorado (PC) había llegado a 20%.

Al lado de la entrada del hotel se había colocado un escenario con el reconocido logo del candidato, que esta vez decía “Uruguay unido por la positiva”, el eslogan que la fórmula utilizará en la previa al balotaje. A eso de las 19.15 ya había una veintena de militantes en el espacio destinado al público. Poco después llegó al búnker Jorge Larrañaga con su mujer: “Yo no creo que haya sorpresas. Me parece que va a haber segunda vuelta”, dijo. Lacalle Pou llegaría minutos después de las 20.00, no mucho antes de que los canales comenzaran a anunciar sus primeras proyecciones. “No creo que haya sorpresa”, fue una de las pocas cosas que dijo el candidato al entrar.

Cambiante

Pero cuando los televisores comenzaron a mostrar las proyecciones, los rumores comenzaron a disiparse: los primeros datos del Sordo Luis Eduardo González, director de Cifra, que publicó Canal 12, no sorprendieron demasiado, más allá de que ya marcaba una magra votación del PC de 14,3%. El resto de los resultados, si bien no eran muy diferentes a los que marcaban las encuestadoras, tampoco eran tan favorables a los intereses del PN: el FA rondaba entre 44% y 45%, los blancos entre 33% y 34% y el PI alcanzaba a 3%.

Pero con el paso de los minutos la cosa no hizo más que empeorar para los intereses nacionalistas. Mientras que el PN se quedaba entre 30% y 32%, la votación del FA comenzó a crecer (llegó hasta 47%) y, en el sentido inverso, la del PC no paraba de bajar, a tal punto que llegó a estar en 12,9%. “Volvés del baño y Bordaberry ya no sale ni senador”, bromeaba un periodista en la sala de prensa.

En la pantalla gigante ubicada detrás del escenario, cada vez más militantes seguían la transmisión de Canal 12; a esa altura Cifra le daba una votación de 45% al oficialismo. “45% es bastante más de lo que se esperaba”, decía González. Inmediatamente la transmisión en la pantalla gigante se interrumpió y comenzaron a pasar el jingle del candidato nacionalista.

Entonces apareció la primera voz oficial del PN: nada menos que el presidente del Honorable Directorio, Luis Alberto Heber, que le dijo a Canal 4 que iba a “esperar la realidad” y no “el 25% de la foto”, en referencia al porcentaje de los votos escrutados en ese momento.

La siguiente aparición fue varios minutos después, y quien enfrentó las cámaras fue una de las figuras más cercanas a Lacalle Pou, el diputado de Aire Fresco Álvaro Delgado. Su conferencia se extendió un poco: el legislador quería hacer declaraciones de pie; no quería sentarse en una mesa a hablar, y eso hizo que se cambiara un par de veces el lugar donde haría su intervención. Delgado remarcó los puntos que habían sido positivos para el PN: que habrá balotaje con Lacalle Pou como uno de los contendientes y que el FA no tendría mayoría parlamentaria: “Vemos el resultado con mucho optimismo. Se abre un escenario de acuerdos, de buscar las coincidencias 
positivas”.

También destacó que el PN “crece” con respecto a 2009 (había obtenido 29%), aunque advirtió que “hay otros partidos que no están en la misma situación”.

El público continuaba congregándose frente al escenario, desde donde se escuchaba una y otra vez el jingle del PN. A eso de las 22.00, un hombre tomó un micrófono y comenzó a arengar a los presentes con relativo éxito para que hicieran palmas y cantaran el tema.

Intactos

Pocos minutos después llegó el momento de la conferencia de Lacalle Pou y Larrañaga. El candidato presidencial fue el único que hizo uso de la palabra. “La ilusión está intacta. Los porcentajes finales dirán [cuáles serán] las estrategias y las negociaciones políticas”, valoró. Lacalle Pou insistió en que “no se trata de sacar al FA” sino de llegar al gobierno”. Y para eso tendremos que hablar con el PC y, por qué no, con otros partidos que no han definido aún, como el Partido Independiente (PI) y los partidos menores. Vamos a hablar con todo el mundo, siempre y cuando uno en la negociación no se desdibuje”.

Inmediatamente después de la conferencia, Lacalle Pou y Larrañaga se pararon sobre la sala en la que se ubicaban los televisores para ver el discurso final de Vázquez. Mientras el candidato miró el discurso rodeado de periodistas y con la bandera de Uruguay en la mano, Larrañaga se ubicó sobre otro televisor, abrazado a su mujer. Mientras, el candidato a diputado por la lista 2014 Álvaro Dastugue miró la televisión y vio que Vázquez marcaba 47,2% según la encuestadora Equipos. “No paran de subir”, comentó.

La diputada Verónica Alonso destacó en diálogo con la diaria que no habrá partidos con mayoría parlamentaria, opinó que Lacalle Pou no debería cambiar su “actitud positiva” de cara al balotaje y admitió que el PN “pensaba tener un porcentaje de votación mayor”; “así lo daban las encuestadoras”. Alonso, que seguramente fue electa senadora, también dijo que esperaba que el PC tuviera una votación “más importante”.

Heber sostuvo que el hecho de que el FA no tenga mayoría parlamentaria “es una buena noticia para Uruguay”. En tanto, el diputado Jorge Gandini profundizó sobre los resultados de la oposición. Dijo que el PN votó dentro de lo previsto, aunque no el PC, que “está por debajo de lo que todos pensamos, y la suma [de ambos partidos] es menos en consecuencia”.

A la multitud de militantes nacionalistas que se ubicaban frente al escenario se sumaron varios colorados. Y cuando Lacalle Pou y Larrañaga se dirigían allí para dar su discurso final se encontraron con los integrantes de la fórmula colorada, Pedro Bordaberry y Germán Coutinho. Se saludaron con fuertes abrazos y caminaron hacia el escenario. El buen humor que suele tener el candidato nacionalista contrastaba con el rostro, que visiblemente denotaba la derrota, de Bordaberry y su compañero de fórmula. Si bien los cuatro subieron al escenario, el único que habló fue Lacalle Pou.

“Esto no estaba en los planes”, dijo Lacalle Pou, ante el grito de “Uruguay, Uruguay” del público. “Gracias, Germán. Gracias, Pedro. No estaba en los planes, pero como vinieron a darnos un abrazo les pedimos que nos acompañen, porque Uruguay tiene esas cosas lindas, y uno en la vida tiene que reconocer los gestos en determinados momentos”. Habló de la riqueza y la tolerancia de la democracia uruguaya. Dijo que los resultados “no son los que uno hubiera deseado del todo, pero está intacta la posibilidad de ser gobierno”. Finalmente resaltó el trabajo de Larrañaga: “No me sentiría bien si no le expreso la confianza, el agradecimiento, el empuje que le ha hecho a esta fórmula presidencial”. Cuando volvió a repetir que el encuentro con la fórmula no estaba planificado, el público ovacionó a Bordaberry. “Hoy Jorge y Luis, Luis y Jorge, dejan de ser la fórmula del PN, hoy ésta es la bandera que nos va a acompañar en el resto de la campaña”, dijo Lacalle Pou, en relación a la bandera de Uruguay que había llevado durante toda la jornada.

Finalmente le mandó un “abrazo” a Pablo Mieres, candidato del PI, “con quien también vamos a ir a hablar para conformar mayorías, las políticas y las sociales”. También reconoció el trabajo de los “partidos menores” y destacó que habrá un Parlamento “variopinto” donde “nos tendremos que acostumbrar a hablar”.