El asesor en seguridad del Partido Nacional y renunciante comisionado parlamentario penitenciario Álvaro Garcé dijo ayer en un acto del sector Aire Fresco que no está “en condiciones” de opinar acerca del restablecimiento del decreto 690/80, una herramienta que el candidato de este partido, Luis Lacalle Pou, calificó en entrevista con la diaria (ver http://ladiaria.com.uy/articulo/2014/10/fina-estampa/) como un “un instrumento jurídico que por ley daría más certezas”. “Lo tenemos que conversar con el resto del equipo”, sostuvo Garcé, que no obstante dijo que “el decreto tiene, sin duda, algunos aspectos revisables y cuestionables”.

Agregó que “una cosa es la norma y otra la aplicación de la norma. Hay que separar el texto, la letra, del resultado”. Según dijo, en caso de aplicarse esta norma, “tendría que ser enfocada en un contexto general de herramientas para la Policía”.

El decreto 690/80 permitía realizar detenciones en régimen de averiguaciones, y fue derogado durante el primer gobierno del Frente Amplio, cuando el ministro del Interior era José Díaz. Sin embargo, según el Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (Ielsur), actualmente algunos artículos de la Ley de Procedimiento Policial tienen disposiciones similares, especialmente en su artículo 43. Según resumió Garcé, “no hay que descartar, a priori, ningún elemento que a la Policía le permita trabajar en la prevención o la disuasión”, aunque evitó dar una “opinión definitiva” sobre el tema.

A pocos minutos de comenzada su oratoria, una señora lo interrumpió. Se acercó, y, llorando, le dijo: “Muchas felicidades”. Luego Garcé continuó con su oratoria sin desviarse del tono técnico y moderado que lo caracteriza. Dijo que si bien la tasa de homicidios del país (8 cada 100.000 habitantes) es similar a la media mundial, “hace 30 años era de la mitad”. Al igual que había hecho Lacalle Pou, dijo que prefirió no conformarse con una comparación regional, en donde hay países con 75 u 80 homicidios cada 100.000 habitantes. “Ése no debe ser el punto de comparación, nos tenemos que medir con nuestros indicadores históricos”.

Luego sostuvo que en Uruguay se cometen por año 165.000 delitos y de ésos se penalizan realmente “seis o siete” de cada 100 denunciados. Estimó que además 50% de los delitos no se denuncian, por lo que sostuvo que hay una alta “impunidad”.

Por eso, dijo que es necesario “reformular la política”, con acciones que tengan resultados en un “plazo razonable”. Según sostuvo, “dos o tres años es un buen tiempo para tener encaminado un cambio”, y ya en el primer año de gobierno se podría notar mejoras. “Es posible y realizable. Lacalle Pou no se ha aventurado en promesas, pero por algo dice esto”, expresó. Luego declaró a la prensa: “El primer resultado lo imagino como una detención de una curva ascendente de los delitos, para que luego retrocedan. Como consecuencia natural, la ciudadanía se sentirá más segura”.

Destacó la importancia de que el presidente se comprometa a generar un cambio y que el equipo ministerial esté comprometido con las políticas de seguridad, así como los mandos medios. Identificó como uno de los principales problemas las bocas de pasta base, y dijo que si bien el gobierno avanzó en la lucha contra el narcotráfico, “falta el combate en los barrios”. Por otra parte, propuso realizar un incremento de la remuneración de los policías en función de “planes cumplidos” que, explicó, no deben ser únicamente medidos de forma cuantitativa, sino también en función de la calidad del trabajo, teniendo en cuenta, por ejemplo, la cantidad de pruebas de casos que presentan ante la Justicia.

Finalmente se refirió a la violencia en el deporte y dijo que las zonas cercanas a los estadios son “como espacios sin ley”. Dijo que será necesario un trabajo de inteligencia y también propuso utilizar software para “identificar a los violentos, que no son tantos”, de forma de que “la familia pueda volver a la tribuna”. “Es una derrota llegar a tener espectáculos donde el público visitante no pueda concurrir”.

Finalmente, Garcé respondió a una propuesta que había hecho al principio del acto el diputado Álvaro Delgado: “Acepto, y de buen grado, un debate con [el ministro del Interior, Eduardo] Bonomi”.