Con un cartel de fondo que decía: “Seguridad: emergencia nacional”, el candidato nacionalista, Luis Lacalle Pou, presentó a sus asesores en esta área. Uno de ellos era el centro de todas las atenciones: el comisionado parlamentario penitenciario Álvaro Garcé, quien ya presentó la renuncia a su cargo.

Si bien muchos esperaban que Lacalle Pou nominara ayer a Garcé como futuro ministro del Interior en caso de que el Partido Nacional (PN) gane las elecciones, el candidato no adelantó qué roles tendrá los integrantes de su equipo de seguridad. “Este equipo de trabajo que hoy presentamos más adelante tendrá sus ocupaciones y específicamente sus tareas”, se limitó a decir Lacalle Pou.

Garcé tampoco expresó qué cargo podría ocupar en un eventual gobierno nacionalista: “Lacalle Pou designará al ministro del interior y yo estaré en la función que él entienda que corresponde”, expresó.

Una vez terminado el acto, varias personas expresaron su apoyo al ex comisionado y se pusieron a disposición para lo que necesitara. Garcé relató que se reunió con el presidente de la Asamblea General, Danilo Astori, para que las tareas del control a las cárceles no se interrumpan luego de su renuncia al cargo.

Sostuvo que tomó la decisión de incorporarse como asesor del PN de forma “muy reciente” y “muy rápida”. Para eso, fue “decisivo” haber escuchado hablar a Lacalle Pou en términos de “seguridad humana”, dijo. “Creo que es un concepto innovador y estoy de acuerdo con ese enfoque de la seguridad”, acotó.

También se refirió al estado actual de la seguridad del país. Minutos antes, durante la presentación del equipo, Lacalle Pou había sostenido que si bien no iba a “hablar mal” de ninguno de los ministros del Interior que tuvo el Frente Amplio durante sus gobiernos, “lo que es implacable es que han fracasado”. Pero Garcé fue más medido a la hora de referirse al actual ministro del Interior, Eduardo Bonomi: “Creo que la gestión ha transitado distintas medidas. Se tienen algunos resultados a la vista, pero es indispensable reformular en algunos aspectos la política de seguridad. En materia carcelaria ha habido avances pero falta mucho por hacer, y en seguridad pública es indispensable la adopción de un conjunto de medidas para tener resultados tangibles en el plazo de un año”. Para el ex comisionado, es posible “obtener resultados” en el plazo de un año, un “buen período como para poder proponer responsablemente las medidas de cambio”. Esas medidas, dijo, tienen que centrarse en “bajar la impunidad: aumentar la cantidad de respuestas penales efectivas que se dan en cada situación de delito”. Lacalle Pou ya había prometido que mejoraría la sensación de seguridad en un año, y dijo que si al gobierno le va bien en materia de seguridad será gracias a su equipo, pero que si le va mal él mismo será el responsable.

Garcé también expresó no estar a favor de la reforma constitucional de la baja de la edad de imputabilidad penal: “Comparto el objetivo de refundar el sistema penal juvenil y el de la creación de un nuevo instituto, pero no suscribo el medio. No voy a votar la baja de la edad de imputabilidad. Acepto que es un tema discutible y, en cualquier caso, más allá de lo que gane, no hay nada para festejar y sí mucho para trabajar en esto”.

Además de Garcé, el equipo de seguridad de Lacalle Pou está integrado por el senador Carlos Moreira, el ex policía Walter Lascano, la abogada Natalia Charquero, el inspector retirado Julio Viana, el ex juez penal Eduardo Lombardi y el psicólogo Robert Parrado. Lacalle Pou lo describió como un “elenco variado” que incluye “magistrados, abogados y policías”. “Entendidos en la ley, en el Parlamento y en el sistema carcelario”, resumió. ■