El gran problema es cómo mejorar la situación educativa. Ya no corren los laureles que Uruguay tuvo en algún momento, y el hecho de que sólo cuatro de cada diez estudiantes culminen la enseñanza media nos golpea en la cara. Técnicos, políticos y docentes coinciden en ver la dimensión del problema, pero no llegan a acuerdos que permitan cambiar el rumbo. “Diálogo de sordos”, dice Carolina Porley, periodista del semanario Brecha y profesora de Historia del Arte en secundaria, en su libro Más allá del titular. Discursos y propuestas en el debate educativo. El texto está compuesto por notas y entrevistas publicadas en Brecha en los últimos cuatro años y apuesta a tender puentes entre diferentes actores de la educación para que lean “sin tanto prejuicio y sin tanta desconfianza la propuesta del otro”, explicó la autora a la diaria. La publicación fue presentada el martes en el liceo IAVA.

Educación básica extendida

El Frente Amplio (FA), el Partido Nacional (PN) y el Partido Colorado (PC) son partidarios de desarrollar experiencias que integren los niveles preescolar, escolar y ciclo básico; mientras el PN propone desarrollar proyectos pilotos y el PC habla de crear más escuelas rurales con ciclo extendido, el FA lo llevaría a todo el sistema. Fernando Filgueira, técnico del FA, expresó que “el niño y el adolescente tienen más elementos en común que diferentes”, y que por eso no se justifica el cambio abrupto que ocurre entre los 11 y los 12 años. Agregó que mundialmente “los sistemas educativos están tendiendo a extender el ciclo primario y avanzando hacia un modelo comprensivo, de escuela alargada” porque está demostrado que el quiebre “afecta la continuidad educativa”. Mencionó que el ciclo básico debe ser más parecido a primaria que al bachillerato, porque es “un piso común, mínimo, de habilidades, competencias, capacidades que son básicas para la vida”.

Sin embargo, la propuesta no es compartida por otros entrevistados por Porley. Entre ellos Néstor Pereira, representante de los docentes en el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública, que opinó que el tránsito de primaria a secundaria “carece de coordinación” y que el problema se presenta porque “las estructuras fueron pensadas para una determinada clase social en una determinada época”, mientras que hoy, cuando otras clases sociales acceden a la educación media, se hace evidente la necesidad de cambiar las estrategias pedagógicas y didácticas en primaria y en la educación media, que “no se van a solucionar porque tengamos nueve años de educación básica”.

La pedagoga argentina Flevia Terigi reseñó la experiencia desarrollada en su país con los nueve años de educación básica. Sintetizó diciendo que “a 21 años de ese cambio ha aumentado un poco el tiempo de permanencia de los adolescentes en la escuela, pero no mejoró la tasa de graduación”. Destaco que sí funcionó en provincias más chicas de perfil rural, y eso la lleva a pensar “si no habría que dejar de pensar en un modelo unificado de escuela y empezar a pensar en varias alternativas”.

Tampoco el maestro Miguel Soler Roca está de acuerdo con la propuesta, y mencionó que algunos países que la implementaron la abandonaron. “En las condiciones actuales en las que está el sistema educativo, sería un error, un grave error, adoptar esta medida en Uruguay, porque constituiría un terremoto material, presupuestal, cultural en muchos aspectos, y porque además pretendería mejorar la educación mejorando o cambiando el organigrama, poniendo a los muchachos en una disposición institucional distinta que seguramente no va a resolver esos problemas sino que va a crear nuevos”.