Con una recorrida realizada por la intendenta de Montevideo, Ana Olivera, y el responsable del Departamento de Desarrollo Económico e Integración Regional de la comuna capitalina, Luis Polakof, ayer quedó inaugurada la feria que comenzó el lunes en la explanada de la Intendencia de Montevideo (IM) y se extenderá hasta el viernes.

La iniciativa es organizada por la Red Economía Solidaria Montevideo y apoyada por la Coordinadora Nacional de Economía Solidaria y la IM. A diferencia de ediciones anteriores, en esta oportunidad los stands fueron armados al aire libre y no en el atrio del edificio. Helena Almirati, integrante de la coordinadora y organizadora de la actividad, comentó que con el cambio implementado se busca dar más “visibilidad” a los productores que se plantean la economía solidaria en todas las etapas de elaboración, desde la obtención de la materia prima hasta la venta. Ayer eran muchas las personas que preguntaban precios y características de los productos. La intendenta también consultó por algunas prendas y revisó las perchas de varios de los puestos.

Almirati cuestionó los monopolios comerciales y preguntó “cómo es posible” que, por ejemplo, en algunos puntos del interior del país las frutas y verduras sean más caras que en la capital, cuando fueron cosechadas a pocos kilómetros de esos lugares. Argumentó que la respuesta es que la distribución está monopolizada y que esto se debe a una realidad difícil de modificar si no tiene lugar un cambio cultural o hay una reglamentación por parte del Estado.

En este sentido, sostuvo que semanas atrás, los integrantes de la coordinadora se reunieron para intercambiar ideas sobre diversos temas y avanzar en el borrador de un anteproyecto de ley para presentar en el Parlamento. Éste busca fomentar y desarrollar la economía solidaria “como otra economía”, comentó la entrevistada. Por otra parte, intenta consolidarla no como un proceso de producción sino como un “sistema alternativo”, para el que se requiere un “cambio cultural”. El anteproyecto impulsa la creación de consejos nacionales y departamentales de economía solidaria.

Sobre las dificultades que enfrenta el sector, Almirati afirmó que “la autogestión no es fácil”, pero “somos dueños de nuestro trabajo”. “Cuesta mucho, cuesta la inversión, y otras veces la viabilidad del punto de vista económico”, resumió.

Comunicación visual

La intendenta inició su recorrido en el área destinada a exponer los trabajos que han desarrollado estudiantes de las licenciaturas en Diseño y Comunicación Visual, y de la Escuela Universitaria Centro de Diseño Industrial, de la Universidad de la República, en el marco de extensión universitaria. Los primeros hicieron propuestas para ilustrar gráficamente la marca Economía Solidaria, mientras que los segundos elaboraron propuestas en función de las necesidades de los emprendimientos.

Daniel Bergara, director de la Escuela Universitaria Centro de Diseño, contó que dos grupos de la licenciatura trabajaron con un mismo emprendimiento, en torno al cual abordaron diversas necesidades. En el caso de un herrero, un grupo desarrolló el prototipo de un carrito que permite la exhibición de manera práctica de los productos que elabora, mientras que otro diseñó, junto con el emprendedor, material alternativo para ofrecer cuando baja la venta de los productos clásicos. En el caso de una emprendedora que tiene un quiosco y peluquería, un grupo de estudiantes se centró en diseñar una silla compacta que incluye pileta y agua caliente, de manera de que los clientes no tengan que ingresar al baño de su casa, al tiempo que el otro grupo se concentró en pensar mobiliario que permita dividir los ambientes donde tiene montado el negocio.

Beatriz Leibner, docente de Diseño y Comunicación Visual, y Luis Blau, estudiante de la carrera, hicieron énfasis en que la posibilidad de desarrollar trabajo de extensión resulta más atractiva para los estudiantes que trabajar a partir de casos hipotéticos. A su vez, Blau remarcó que desarrollar acciones para un grupo que promueve la economía solidaria generó mayor “compromiso” entre los estudiantes.

Uno de los últimos stands que visitó Olivera fue el de “Crear valor reciclado”, de un grupo de recicladores que cuentan con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Allí tienen a la venta sillas elaboradas con cartón y pegamento, a un costo de 990 pesos, y mesas bajas del mismo material, a 700. Mirta, integrante del colectivo, dio “gracias a Dios” por tener la posibilidad de estar ahí exponiendo lo que ellos mismos realizaron, pero manifestó preocupación por lo que pueda ocurrir una vez que el Mides deje de asesorarlos, ya que teme que no sean capaces de consolidarse como grupo autogestionario. Para ilustrar la importancia del asesoramiento recibido, Mirta comentó que trabajó durante años recolectando el cartón y, sin embargo, nunca pensó que podía construir una silla o una mesa a partir de ese material.

La muestra puede visitarse entre las 10.00 y las 20.00. Además, hoy a las 17.00 se desarrollará un encuentro en el que presentarán experiencias de huertas orgánicas y plantas medicinales.