Referentes de los principales partidos políticos uruguayos coinciden en que es necesario modificar el actual sistema electoral, pero no todos tienen las mismas inquietudes.

“Me parece que el país no soporta más que tengamos en el plazo de un año cuatro elecciones”, dijo Tabaré Vázquez durante su primera gira por el interior como candidato del Frente Amplio (FA) en un acto en Treinta y Tres.

El candidato oficialista ha sido uno de los que más han cuestionado el actual sistema electoral. El miércoles volvió a insistir en la necesidad de reformar el sistema “entre todos los partidos políticos”. Según declaraciones que recogió El País en un acto celebrado el miércoles en José Enrique Rodó, Vázquez planteó: “Si se tiene menos de 50%, pero un candidato saca diez puntos más que el que está segundo, ¿para qué se va a ir a un balotaje? O bien se puede eliminar el balotaje o bien se puede buscar algún elemento sustitutivo”. Vázquez también había propuesto evaluar si la “separación que hay entre la elección de los gobiernos departamentales y la elección nacional da los frutos necesarios. De repente podemos hacer todo en una elección, de repente las elecciones departamentales pueden quedar para la mitad de un período de gobierno”.

El presidente del directorio del Partido Nacional (PN), Luis Alberto Heber, recordó que hace cinco años se dio una discusión muy similar, una vez terminado el período electoral. En esa oportunidad se llegó a crear una comisión especial en el Senado para “suministrar datos con fines legislativos, con el propósito de estudiar el sistema electoral vigente y sus posibles ajustes”, según consigna el sitio web del Parlamento. Pero este cuerpo no llegó a funcionar, porque según el senador nacionalista, “el FA nunca envió sus nombres” 
a la comisión.

Heber opinó, a título personal, que es necesario modificar “algunas cosas” del actual sistema. Se mostró partidario del balotaje, y propuso eliminarlo sólo en los casos en los que el partido mayoritario consiga mayoría absoluta en ambas cámaras en las elecciones nacionales. Por otra parte, aseguró que el PN no es partidario de unir las elecciones nacionales con las departamentales. Entre otras cosas, propuso que se pueda implementar el voto cruzado en las elecciones departamentales y las municipales (para elegir alcaldes), que los candidatos a diputado también puedan conformar sublemas y que se cambie la fecha de las elecciones internas para hacer más corto el proceso electoral.

El presidente del Consejo Ejecutivo Nacional del Partido Colorado, Max Sapolinski, opinó, también a título personal, que el balotaje les da mayor libertad a los electores, y si bien sostuvo que podría ser un poco más flexible, dijo que la posibilidad de establecer una diferencia porcentual entre el primer y el segundo partido más votado para eliminar la segunda vuelta no le termina de “entusiasmar”. Expresó que la posibilidad de que las elecciones departamentales se celebren a mitad de un período de gobierno haría que “viviésemos cinco años de campaña electoral”. Opinó que sí debería estudiarse el balotaje en las elecciones departamentales.

El Partido Independiente se expresó recientemente sobre el tema en una columna de su senador electo, Pablo Mieres. Propuso que cada partido defina internamente cómo elegir sus candidatos únicos a la presidencia, suprimir el balotaje cuando un partido logre por sí solo las mayorías parlamentarias, establecer las elecciones departamentales en la mitad del período electoral y reducir la distancia entre las elecciones internas y las nacionales.

Por su parte, Gonzalo Abella, ex candidato de Unidad Popular, dijo que es necesario eliminar el Senado y denunció que el proceso electoral es “carísimo” y no apto para “pobres”. “¿Cómo vamos a discutir sólo el balotaje? Hay que discutir todo el sistema. Centrarnos en un tema es hacer como el tero: ruido en un lado cuando los problemas están en otro. ¿Cuántos planes de vivienda podrían haberse hecho con lo que gastó el FA en la campaña?”.