“No tengo dudas de que va a aparecer el Chino y la va a colgar del ángulo”. La frase pertenece al dirigente del Espacio 40 del Partido Nacional (PN) Sebastián da Silva y refiere a lo que, según dijo, pasará en el balotaje del 30 de noviembre, comparando el desenlace con el clásico del domingo, en el que Nacional se impuso ante Peñarol con dos goles en la hora.

Ese espíritu de rebeldía era lo que los dirigentes de este sector, encabezado por el senador electo Javier García y autodenominado “tractor amarillo”, trataban de imponerle a la militancia ayer de noche, durante un plenario del sector que tuvo el condimento extra de la presencia del candidato presidencial del partido, Luis 
Lacalle Pou.

Antes del presidenciable hablaron García y el diputado electo Rodrigo Goñi. Goñi dijo que respaldar a la fórmula Lacalle Pou-Jorge Larrañaga durante el balotaje significará “apoyar la democracia, la libertad y los principios republicanos”. En tanto, García realizó un extenso discurso en el que dijo que había que agradecerle a Lacalle Pou por renovar al PN y auguró que “será el encargado de renovar el sistema político uruguayo”. El dirigente no obvió el tema de las encuestas, que dan entre 18 y 20 puntos porcentuales de diferencia entre Lacalle Pou y el candidato oficialista, Tabaré Vázquez, en favor del último. “¿A quién le ganaron las encuestas? ¡Las encuestas le erraron como a las peras! ¡Vamos por el gobierno nacional!”.

García insistió con el argumento de que más de la mitad del país dijo que no quiere que el Frente Amplio (FA) siga en el poder y también sostuvo que en las elecciones nacionales del 26 de octubre el oficialismo “consolidó el giro a la izquierda”, mientras que la fórmula Lacalle Pou-Larrañaga significa un “giro al centro”: “que los sectores que son mayoría del FA vean que este país es un país de centro”, recalcó García. Finalmente, arremetió contra el candidato del oficialismo por anunciar que iba a apelar al voto wilsonista: “Hay que tener desparpajo para convocar a los wilsonistas. En el FA hubo muchos dirigentes que miraron para el costado cuando metieron preso a Wilson [Ferreira]”.

Luego tomó la palabra Lacalle Pou, que dijo que, a diferencia de la fórmula del FA, el PN “salió a buscar coincidencias” y en ese marco se consiguió el apoyo formal del Partido Colorado. “Esperábamos coincidencias con el Partido Independiente [PI] y obviamente esperábamos una decisión, pero respetamos que en democracia cada resorte partidario establezca lo que piensa, y si bien dijeron que no va a recomendar votar a nadie, nosotros veníamos estableciendo puentes porque tenemos coincidencias programáticas con el PI”. También apeló a los votantes del FA: “Aquí hay un elemento que no es menor: cómo ha quedado conformado el parlamento nacional”.

Luego criticó al senador oficialista Ernesto Agazzi, que tras las elecciones sostuvo que ante una victoria de Lacalle Pou en el balotaje el FA podía no aprobar ni una sola ley si se lo proponía. El candidato lo definió como una actitud “mezquina, egoísta para con la gente y desacertada”. “El 1º de marzo de 2015 vamos a enviar el proyecto de ley que deroga el impuesto a las jubilaciones, ¿o no lo va a votar el FA?”, se preguntó. Luego defendió el plan Asentamiento Cero y dijo que si bien “algo se está haciendo” en este gobierno, para “lo que se invierte y los inmuebles que se tiene, se demoraría 35 años” en acabar con los asentamientos.

Enfocó buena parte de su oratoria en la necesidad de que existan debates. Pidió que el actual vicepresidente, Danilo Astori, “se siente a conversar” con la candidata por el PN al Ministerio de Economía, Azucena Arbeleche, e insistió en que Álvaro Garcé, asesor en seguridad del PN, haga lo mismo con el actual ministro del Interior, Eduardo Bonomi. También aseguró que mientras el PN quiere sacar impuestos, el FA los quiere aumentar: “Si gobierna el FA los van a aumentar, si gobernamos nosotros va a haber menos impuestos”.

Finalmente le dedicó un capítulo aparte al presidente José Mujica: “No grites, no insultes ni descalifiques, porque cuando termine todo esto y hayamos logrado el resultado, no vamos a estar legitimados para gobernar para todos, y esto va especialmente para el presidente de la República y candidatos del oficialismo que se han dedicado a insultar, a agredir y a mentir”. Luego admitió que hubo partidarios nacionalistas que “lloraron el 26 de octubre, se recompusieron y están para empujar de nuevo”, y dijo que ni él ni esa gente se merecen “del más importante de todos los uruguayos, que es el presidente de la República, ni de quienes aspiran a tener el poder, el insulto, el agravio y la descalificación. Quien llega dividiendo no va a poder gobernar uniendo”.