El caso sucedió en la matiné Non Stop, en Montevideo, a comienzos de octubre (ver la diaria del 05/11/14). Al momento de ingresar, los guardias de seguridad le preguntaron a un adolescente de 13 años a qué colegio concurría. Al decir que iba a un liceo público, los guardias le informaron que no podía entrar porque era un evento para colegios privados; luego de cinco minutos le permitieron ingresar, “por última vez”. Su madre planteó el problema a la diaria. Por otra vía, el Departamento de Espectáculos Públicos del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) había tomado conocimiento de una situación similar, en la que le impidieron el ingreso a otro adolescente por estudiar en un liceo público.

La semana pasada, los referentes de la matiné fueron recibidos por autoridades del Departamento de Espectáculos Públicos. Su directora, Alejandra Pacheco, contó a la diaria que los empresarios negaron en todo momento que se dificulte el ingreso por pertenecer a un liceo público, y añadió que “si bien puede no ser la orientación de la empresa”, el hecho de haber recibido “dos situaciones de dos personas totalmente aisladas una de la otra, y en diferentes momentos, es una realidad”, dijo.

Los funcionarios del INAU concurrieron el viernes a la matiné, poco antes de las 20.00, hora del inicio del baile. Ningún chico quedó afuera. Predominaban quienes procedían de los colegios privados, en los que los organizadores venden entradas anticipadas. Las únicas dificultades que se presentaron al ingreso ocurrieron porque cerca de 100 adolescentes concurrieron sin su cédula de identidad (requisito para confirmar la edad, de 12 a 17 años); en lugar de impedirles el ingreso, las autoridades pactaron que los adultos responsables llevaran los documentos a medianoche, cuando fueran a buscarlos.

Pacheco mencionó que se vio un buen entorno en los alrededores y un buen desarrollo de la seguridad vial. Dentro del local, se observó el cumplimiento de requisitos de iluminación, distribución espacial y la venta exclusiva de bebidas sin alcohol. Se sugirió que los funcionarios de seguridad tuvieran una mejor distinción en sus uniformes y que se apagara la iluminación de una vitrina con bebidas alcohólicas (otros días y a otras horas el local funciona como un boliche común).

Si bien había adultos trabajando en las barras, también había adolescentes; Pacheco insistió en que tiene que haber un vínculo contractual con quienes están trabajando, y que si no lo hace la empresa, el trabajo tiene que ser tercerizado, pero no pueden ser los chicos los responsables de las ventas.

Pacheco indicó que si bien no pudieron evidenciar situaciones de discriminación, “partimos de la base de que esto había sucedido, que podía haber sido una comunicación no feliz o una comunicación no adecuada [de los guardias] pero en ningún caso pusimos en duda las denuncias”. La directora insistió en que los organizadores de eventos para adolescentes “deben transmitir equidad y tolerancia frente al distinto”, porque se trata de “ciudadanos que están formándose y se tiene que asegurar que lo social y lo económico no sea algo selectivo, muy por el contrario, que sea un lugar mucho más democrático”, agregó.

A pedido de los responsables de la matiné, el Departamento de Espectáculos Públicos tendrá una reunión con quienes trabajan en la seguridad de Non Stop y de otros eventos que realiza el mismo grupo (entre ellos, la matiné Wake Up, ubicada en el Parque Rodó), que será una especie de capacitación.

El INAU seguirá de cerca la situación, pero no sólo en esa matiné: “Vamos a monitorear todos los eventos para adolescentes”, afirmó Pacheco. Señaló que nunca antes el organismo había percibido una denuncia de este tipo, pero observó que “se puede dar en cualquier otro ámbito”. “Tenemos que darle una cobertura más amplia al tema de la discriminación en otros ámbitos porque tenemos una realidad muy multi en todos los aspectos, como para no tenerlo en cuenta”, dijo en relación a diferencias “por origen étnico, género, discapacidad, nivel socioeconómico, incluso ahora que en nuestro país tenemos un componente de migración muy grande”, añadió. “Nos preocupa porque frente a una situación de discriminación hay una situación de violencia”, explicó, y expresó que confía en que el organismo puede detectar estos casos “desde el vamos y no cuando están los problemas instalados”.