Entre el 14 y el 24 de noviembre Montevideo se engalana nuevamente para recibir a músicos nacionales y extranjeros que, sin dudas, volcarán su arte tanto para el regocijo del público asistente como el de ellos mismos. A lo largo de estos diez días se podrá disfrutar y descubrir una gama de músicos que, si bien tienen un pie firme en el jazz, también incorporan otros géneros y sonidos de variados orígenes. En esta nueva edición se busca reafirmar el evento tanto en la masividad y la descentralización como en la originalidad de los escenarios, sumando a espacios tradicionales como el teatro Solís (con sus dos salas), el boliche Paullier y Guaná, las facultades de Psicología y Arquitectura, La Trastienda. También se reincorpora como escenario la Plaza Matriz, un lugar hermoso para escuchar buena música, que ya fuera utilizado en el festival de 2012. Como es costumbre, durante el evento se llevarán a cabo los talleres en las salas del Solís con entrada libre y los siempre esperados encuentros de jam sessions en Paullier y Guaná.

Este año se destaca en la programación, entre los uruguayos, la presencia de Héctor Finito Bingert (saxo y clarinete) con una carrera que se remonta a los años 60, cuando integró el Hot Club de Montevideo, la famosa banda cubana Lecuona Cuban Boys y la Banda Sinfónica Municipal. Instalado en Suecia en los 70, Bingert prontamente fue reconocido en el ambiente jazzístico de ese país, donde generó el grupo Latin Lover, de fusión del jazz con candombe. Otro de los exponentes uruguayos es Ricardo Nolé, excelente pianista con una solida carrera como solista con cerca de diez discos en su haber, quién además se destacó como tecladista y arreglador de Ruben Rada en Buenos Aires en los 80. Nolé ha tocado con Hugo y Osvaldo Fattoruso, Beto Satriagni, Javier Malosetti, Horacio Fontova y Alex Acuña, entre otros. Otros muy buenos músicos uruguayos que se presentan en el festival son Roberto De Bellis (contrabajo), Miguel Romano(batería), Gonzalo Franco (guitarra), Jeremías Di Polito (guitarra), Cesar Durañona (batería), Juan Pablo Chapital (guitarra), Marcos Caula (guitarra) Nicolas Mora (guitarra), Luis Alderotti (teclados), Cachi Bacchetta (batería).

Desde la patria del jazz

En cuanto a los músicos estadounidenses comenzamos con Victor Wooten, increíble y admirado bajista, compositor y productor, ganador de cinco premios Grammy y, según la revista Rolling Stone, uno de los diez mejores bajistas de todos los tiempos. Wooten es integrante de Béla Fleck and The Flecktones desde su formación en 1988 y tiene una fructífera carrera como solista y en grupos de bajistas líderes de banda. Un buen ejemplo de esto último es la grabación y gira que realizó en 2008 junto a Stanley Clarke y Marcus Miller, considerados también de los mejores bajistas actuales de jazz. Ésta es la segunda presentación que Wooten realiza en Montevideo; su primera vez fue en noviembre de 2013 en La Trastienda, escenario que repetirá en esta ocasión.

Otra figura relevante a presentarse en el festival es el guitarrista Pat Martino, nacido en Filadelfia (1944), y que cuenta con una singularísima anécdota sobre su vida, que trastocó sin dudas al artista ya consagrado. A los 36 años de edad, en la cúspide de su carrera, le descubrieron un aneurisma cerebral que ponía en peligro su vida. En una intervención quirúrgica complicada, y sin otra alternativa, sobrevivió pero perdió totalmente la memoria. “No reconocía a sus padres, ni a él mismo, ni su carrera como músico. Y por encima de todo, había olvidado cómo se tocaba cada uno de los acordes que había aprendido, perdiendo por completo sus habilidades como guitarrista. Al principio sus padres le enseñaban las tapas de sus discos y no reconocía ninguna”. Recomenzó su vida como músico escuchando una y otra vez sus propios discos, tratando de sacar los acordes, aprendiéndolos nuevamente como un lenguaje desconocido. Durante unos cuantos años Martino tuvo que luchar contra su olvido para poder dominar el instrumento, y en 1987 retornó a los estudios de grabación y editó el disco The Return. Martino consiguió sobreponerse y actualmente es considerado nuevamente como uno de los mejores guitarristas de jazz.

También tendremos en la plantilla a la pianista y compositora norteamericana Myra Melford, junto con el clarinetista Ben Goldberg. Melford creció en las afueras de Chicago, donde los sonidos del blues fueron su alimento. Esta pianista elaboró un singular sonido que abarca tanto lo cerebral como lo lúdico y la meditación. Sus fuentes de inspiración son diversas e incluyen al poeta persa Rumi, del siglo XIII, los escritos de Eduardo Galeano, pasando por el budismo zen y los blues escuchados durante su infancia. Teniendo a la improvisación como método favorito, Melford ha lanzado más de 20 discos como líder o colíder y ha participado como instrumentista en más de 40 discos. El dúo Melford-Goldberg seguramente será una grata sorpresa para oídos curiosos y muy abiertos.

El swing del viejo continente

La lista continúa con el contrabajista francés Henri Texier, un instrumentista de los que cualquier pianista quiere tener en su banda, poseedor de una capacidad rítmica marcada y a la vez con una personalísima carrera entre el hard bop y el free jazz; también se descubren en su música motivos del norte de África como muestra de apertura hacia otros sonidos musicales que lo valorizan. Ha tocado con el saxofonista Lee Konitz y con varios reconocidos músicos de jazz europeo, como Daniel Humair, Louis Sclavis y Aldo Romano, entre otros. En 2001, Texier fue nombrado Caballero de la Orden de la Legión de Honor, el más alto reconocimiento de parte del gobierno francés a sus artistas.

También de Europa llega el italiano Paolo Angeli, ejecutante de la guitarra sarda preparada, un instrumento de 18 cuerdas híbrido entre guitarra, violonchelo y batería, que tiene pedales, martillos y hélices de paso variables. ¿Cómo suena ese instrumento? No hay nada mejor que aventurarse e ir a escuchar a este prometedor músico para desasnarse. Angeli elabora, compone e improvisa música inclasificable que viaja entre free jazz, folk, lo tradicional y el ruido. Una anécdota más sobre este músico y su instrumento: en 2003 el gran guitarrista de jazz Pat Metheny pidió que se le diseñara una guitarra sarda preparada que es gemela a la que utilizará Paolo Angeli en su presentación en este festival.

Con el trompetista Raynald Colom, de origen francés pero español de adopción, escucharemos a un músico de sobrada estatura, que participó en numerosas experiencias artísticas junto a Perico Sambeat, Adrían Iaies, Mulgrew Miller, José Reinoso, Luis Salinas y otros. También Colom se recreó con la invitación que le hizo el cantante flamenco Duquende en 2006, lo que inició un enamoramiento con la música flamenca que lo convirtió en el trompetista de la elite flamenca, como son el mismo Duquende, Chicuelo y Antonio Serrano. Se le ha otorgado a Raynald Colom el galardón al mejor trompetista del año en 2001, 2002, 2004 y 2005 por parte de la Asociación de Jazz y Música Moderna. En esta ocasión se presentará como solista junto a la Banda Sinfónica de Montevideo en diferentes locales.

Otra trompetista que se anuncia en el festival es la portuguesa Susana Santos Silva, improvisadora y compositora nacida en la ciudad de Oporto. Santos Silva es miembro y cofundadora de la asociación de músicos Porta-Jazz y la Orquesta de Jazz de Matosinhos; ha grabado con Lee Konitz, Maria João, el guitarrista Kurt Rosenwinkel, Carla Bley, Steve Swalow, Joshua Redman, entre otros. Susana Santos tiene diploma de Master jazz en Rotterdam, diploma de posgrado en jazz de Oporto y expondrá sus virtudes junto a Jeremías Di Polito Trío.

Tendremos igualmente al grupo No Square Quartet, suizos ya conocidos por nosotros, exponentes que están dentro de los típicos cuartetos de jazz con raíces en lo moderno, como Herbie Hancock o Wayne Shorter, pero con un estilo propio. A la vez, un trío alemán de nombre raro, “3 In A Red Circle” desembarca en la Zabala Muniz: es una formación estilo Morphine con saxo, bajo y batería. También vendrá Ed Neumeister, destacado trombonista estadounidense que tocará junto a un trío uruguayo liderado por el ya mencionado Héctor Finito Bingert.

Por último, pero no menos importante, cabe mencionar al guitarrista blusero Lurrie Bell, nacido en Chicago, y al representante africano en el festival, el angoleño Bonga.

Lo que en un principio fue una iniciativa muy puntual, orientada hacia un género que nadie calificaría como “popular” en nuestro entorno, llega entonces a su séptima edición, en permanente crecimiento y contacto con emprendimientos ligados y con la presencia del jazz en los bares. En definitiva, nos beneficiaremos durante más de una semana de una gran diversidad de solistas, grupos y orquestas que confirman la magnitud que cobra año a año este encuentro que gira alrededor del jazz.

La información completa con detalles sobre horarios, costo de entradas y abonos y talleres se puede encontrar en la página web de Jazz Tour Uruguay.