La sala no estuvo colmada en su totalidad, pero la exposición de la politóloga guatemalteca Gloria Álvarez, que en su momento hizo furor en las redes sociales, contó con buena presencia de público, a tal punto que a la hora de la cita había más cola para verla a ella que para entrar a la flamante tienda Forever 21 de Montevideo Shopping.

Si bien no se trató de un acto formal del Partido Nacional (PN), quedó claro que en la organización participaron activamente varios militantes de esa colectividad política. Las artífices de la llegada de Álvarez fueron la militante del Espacio 40 Lourdes Rapalín (PN) y la Red Iberoamérica Líder (una fundación internacional que se fundó “de la mano” del dirigente nacionalista Martín Elgue).

El joven Roel Bottari, de la agrupación Ni me callo ni me voy, de Elgue, y miembro de la Red Iberoamérica Líder, fue el primer orador de la noche. Sostuvo que en Uruguay se sufre desde hace varios años una “pérdida de libertad” a causa de la inseguridad. Invitó al público a comparar “el Uruguay de hoy con el de hace diez, 15 o 20 años”. “Todos vamos a llegar a la conclusión de que hemos perdido libertades”, dijo.

Le siguió el edil suplente nacionalista de Montevideo Cristian Núñez, quien también integra la Red Iberoamérica Líder. Afirmó que los países populistas suelen “fomentar” las leyes de medios.

Durante su exposición, denominada “República vs. Populismo”, Álvarez dejó en claro su prédica por una sociedad de libre mercado con una mínima intervención estatal. Hija de un exiliado cubano y nieta de un inmigrante húngaro que escapaba del comunismo, Álvarez explicó que durante la conquista de Latinoamérica, los españoles no predicaron ni el individualismo ni la propiedad privada, porque ellos tampoco tenían incorporados estos conceptos. “A mí me da risa cuando la gente dice que el capitalismo neoliberal nos tiene como nos tiene en Latinoamérica. ¿Cuál capitalismo? ¿Qué país, de México a la Patagonia, ha tenido un libre mercado sin aranceles ni privilegios, sin monopolios o sin trabas estatales?”, se preguntó.

Opinó que en Latinoamérica siempre se ha gobernado en función de corporaciones, grupos y privilegios, en vez de hacer leyes generales. Luego exhibió un mural de Diego Rivera (y se confesó “fan de la cultura comunista”) en el que “se representan campesinos, capitalistas, comunistas, y toda la diferente sociedad estamental”.

Sostuvo que el ser humano es por naturaleza egoísta, pero “muchos de nosotros queremos renunciar a ese egoísmo y decir que una sociedad se puede hacer oprimiendo la naturaleza egoísta que tenemos y sacrificándonos por el colectivo”. No obstante, advirtió que “el egoísmo igual surge y por eso los comunismos han fracasado”. “¿Qué tiene de malo ser egoístas? Nada. Sobre todo, si somos egoístas inteligentes y racionales, es decir, si entendemos que la otra persona tiene derecho a ser egoísta”. Lo contrario sería “tergiversar nuestra naturaleza”: “Cuando empezamos a tergiversar nuestra naturaleza empezamos a poner leyes para oprimir libertades, y ahí empiezan los controles de precios, las expropiaciones”.