El gobierno uruguayo asegura haber traído a los ex detenidos de la cárcel de Guantánamo bajo el procedimiento correspondiente en la Ley de Refugiados, según comunicaron a la diaria fuentes de la cancillería. Los ahora solicitantes de refugio permancerán hasta “el martes o miércoles” en el Hospital Militar, y luego se alojarán en una casa que conseguiría la Agencia de la ONU para los Refugiados. Según dijo el ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, allí serán acompañados por civiles. En esa casa estarán “muy poco” tiempo, dijo el jerarca, “para que se adapten, y luego tendrán que montar su propia casa, conseguir su trabajito, traer su familia, y hacer la vida que todos los inmigrantes hicieron en Uruguay. Es muy probable que reciban mucha solidaridad nacional e internacional”.

Según dijo el subsecretario de Salud Pública, Leonel Briozzo, a El Espectador, “la situación de los ex prisioneros es estable”, y se espera que reciban el alta médica en los próximos días. No obstante, puntualizo que teniendo en cuenta que “estuvieron recluidos por más de diez años”, se tendrá en cuenta especialmente la “atención psicológica”.

Cori Crider, abogada de uno de los solicitantes, sostuvo que durante el viaje desde la bahía de Guantánamo a Montevideo los por entonces reclusos debieron viajar con los ojos y oídos tapados, y encandenados con grilletes. Para Fernández Huidobro, esa situación fue una “barbaridad”, y agregó: “Hasta último momento no les anunciaron que venían en libertad”. “Se van a dar cuenta dentro de tres o cuatro días, y lo digo por experiencia”, sostuvo.

El jerarca dijo que cuando los reclusos fueron entregados se firmó un documento diplomático. “Creo que [la ex embajadora de Estados Unidos en Uruguay] Julissa Reynoso informó, y se firmó en el acto de entrega de las personas un recibo, como corresponde, verificando el estado de salud médica, como se suele hacer siempre, pero fue un examen muy superficial. Creo que en ese documento Estados Unidos reconoce que no están imputados de ningún tipo de crímenes”. Sin embargo, desde la cancillería aseguraron que la llegada de los ex reclusos no implicó la firma de un documento. El senador colorado Ope Pasquet dijo ayer a la diaria que si se trató de un acuerdo bilateral con el gobierno estadounidense (tal como dio a entender que dijo Reynoso), éste debió ser aprobado por el Parlamento.

Según informó ayer El Observador, los reclusos ya iniciaron los trámites para ser reconocidos como refugiados, por lo que su solicitud deberá ser aprobada por la Comisión de Refugiados, organismo que tiene unos 90 días para expedirse. La diputada Daniela Payssé, que integró la comisión en representación de la Comisión de Derechos Humanos de la cámara baja, explicó que si bien la solicitud puede ser denegada, hasta ese entonces recibirán el tratamiento de refugiados.