El equipo de la presidencia del Frente Amplio (FA) se reunirá hoy con el ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, para transmitirle el malestar de la fuerza política por sus dichos sobre el Servicio Paz y Justicia (Serpaj). La reunión fue aprobada por unanimidad en el Secretariado Ejecutivo del FA el lunes 22, y se encomendó también a la presidenta del FA, Mónica Xavier, que le hiciera saber de la preocupación en el FA al actual presidente, José Mujica, y al electo, Tabaré Vázquez. Autoridades del Ministerio de Defensa Nacional (MDN) consideraban que concurrirían a la reunión, pero según explicó uno de los vicepresidentes del FA, Juan Castillo, a la diaria, la invitación fue exclusivamente al ministro: “Quiero creer que no sea cierto, porque el frenteamplista es Fernández Huidobro”. Brecha informó el viernes que Vázquez se reunirá hoy también con Fernández Huidobro.

Las declaraciones del ministro, que comenzó diciendo que si Serpaj lo autorizaba a torturar podía conseguir información sobre el destino de los desaparecidos, y luego dijo a Búsqueda que los integrantes de la asociación son “imbéciles”, financiados por “las peores fundaciones” de Estados Unidos y cercanos a “grupos nazis”, generaron rechazo en muchas agrupaciones del FA, en organizaciones sociales y en la Institución Nacional de Derechos Humanos. El sábado, la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos hizo público un comunicado en el que respalda a Serpaj y lamenta que Fernández Huidobro “someta al pueblo y al gobierno del Uruguay a este trance doloroso, en el que una autoridad democrática recurre al arsenal descalificador propio de lógicas totalitarias para intentar menoscabar la dignidad legítimamente ganada por una ejemplar ONG”. Por su parte, el Comité Ejecutivo de la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad, sector que integra Fernández Huidobro, respaldó al ministro. En tanto, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo el viernes a la radio Sarandí que conoce al jerarca desde “hace muchos años” y que es “una de las personas más irónicas en cuanto a su forma de expresarse”. “La ironía consiste en decir de determinadas formas lo contrario de lo que se está pensando, y muchas veces, sobre todo cuando la palabra se trasforma en letra escrita, no se percibe la ironía y no se percibe que se está pensando lo contrario a lo que se está diciendo”, afirmó Bonomi.

Una parte

La senadora Constanza Moreira (Casa Grande, FA) fue una de las primeras en criticar las declaraciones de Fernández Huidobro; ayer volvió a hacerlo. Publicó una columna de opinión en la que manifiesta sus discrepancias con los dichos de Fernández Huidobro sobre Serpaj, pero también con la política que ha impulsado desde el MDN, que, a su entender, ha permitido “el fortalecimiento de la corporación militar”. En el extenso artículo, Moreira recuerda que Fernández Huidobro fue “un firme defensor de no anular la Ley de Caducidad” en 2003, cuando la propuesta se discutió en el Congreso del FA, y que en 2011, cuando el actual ministro era senador, renunció a su banca “en forma intempestiva”. Señala que el MDN tiene “la obligación de colaborar con la Justicia” y “no sólo de no obstaculizar la búsqueda de información, sino de asumir el compromiso de colaborar activamente con ello, en línea con la Secretaría de Derechos Humanos y el Ministerio del Interior. Y si no se está a la altura de las circunstancias, se debe admitirlo humildemente, resaltar las dificultades que se tienen y no irrumpir con declaraciones destempladas contra quienes luchan por estas causas justas”.

Pero Moreira va más allá y cuestiona la “curiosa confirmación” de Fernández Huidobro en la cartera de Defensa por parte del presidente electo, Tabaré Vázquez. “Tampoco está en sintonía con los logros y el espíritu del FA, ni honra uno de sus emblemas principales: la lucha por verdad y justicia como una causa ética, universal y de principios”, afirma. Considera que el ministro ha ejercido una defensa de la corporación militar “consistente, sistemática, y por cierto, muy poco alineada con principios rectores del FA, que reclaman transparencia, verdad, y acceso a la información para todos los ciudadanos. Por si faltara algo, allí está el apoyo explícito de los militares del Foro Libertad y Concordia al actual ministro”.

Considera que en estos cinco años, el desempeño del MDN “ha fortalecido a la corporación militar y sus privilegios”, y aclara que no se refiere con eso a “los miserables sueldos de personal de tropa y bajo rango”. Se refiere, explica, a que hay 28.000 efectivos en el MDN, y compara: “Si se piensa que hay 31.000 policías, entenderemos lo que esto significa para un país que desde hace un siglo no enfrenta ningún conflicto armado. El número de efectivos per cápita es de los más altos del mundo”. Añade que no sólo no disminuyó el número de efectivos, sino que el presupuesto de las Fuerzas Armadas “se ha incrementado en términos absolutos”, y el ministro ha pedido refuerzos del presupuesto en varias áreas. También considera que el FA “ha retrocedido varias casillas y la lucha dada en su último Congreso” sobre temas de defensa (pasaje de la aviación civil a la órbita civil, modificación de la ley orgánica de las Fuerzas Armadas, eliminación de la Justicia Militar, modificación del sistema educativo militar) “ha fracasado”. Opina que al no modificarse la ley orgánica de las Fuerzas Armadas, “el sistema de retiros y pensiones militares sigue siendo de absoluto privilegio respecto del resto de los funcionarios del Estado”, ya que, entre otras cosas, cobran el 100% de su sueldo, mientras que los civiles, 48%.

“La inacción que hemos experimentado en estos años respecto del recorte de los privilegios por un lado, y del anacronismo jurídico que significa la manutención de la Justicia Militar por el otro, son indicativos de una ‘no-política’ con respecto a las FFAA que es toda una definición política. En un país donde el FA fue capaz de realizar profundas transformaciones, las FFAA han quedado cómodamente sostenidas por un conjunto de actores (el actual ministro es sólo uno de ellos pero hay todo un sistema en torno a él que sigue estos lineamientos) que responden a la fuerza de la corporación”, afirma la senadora, y agrega que otro de los elementos que fortalece a la corporación militar es la prórroga de las misiones en Haití, que a su entender es “simplemente inaceptable”.

Moreira afirma que la “indignación” contra Fernández Huidobro no responde a sus “declaraciones poco felices sobre Serpaj y muchos otros temas, sino a su posición en relación a las Fuerzas Armadas”, y enumera: “Reforzamos el sistema de educación militar, mantuvimos intocado el sistema de jubilaciones y pensiones militares (oneroso para la sociedad toda), consolidamos la existencia de una justicia militar autónoma, fortalecimos a la corporación con sus misiones de ‘paz’, y año a año incrementamos el presupuesto militar en ‘operaciones’ que distan de tener algún asidero con la realidad de un país que no ha tenido un conflicto militar en los últimos cien años (y no los ha tenido, por cierto, por su diplomacia, no por las FFAA). Más importante aún; cualquiera que ha opinado en estos temas, es considerado por el Ministro un ‘inepto’, un ‘estúpido’, un ‘ignorante’, ignorando él, por cierto, que el FA ha decidido desarrollar inteligencia civil y ciudadana en relación a los temas de la Defensa, porque quiere que la ‘inteligencia militar’ esté absolutamente subordinada al poder civil. Y el poder civil es, por definición, el poder de los ciudadanos”. Moreira termina afirmando que Fernández Huidobro “no es el dueño del tema. Y si pretendiera serlo, le diríamos un rotundo no, porque su posición no representa a la masa frenteamplista”.