La cobertura que hace la prensa escrita uruguaya de temas vinculados a la niñez y la adolescencia está concentrada en temas y fuentes. Ésta es una de las conclusiones del monitoreo mediático realizado por la agencia Voz y Vos, de El Abrojo, con el apoyo de UNICEF, que se presenta hoy en el local de la Asociación de la Prensa Uruguaya. Abarca el período 2010-2013 y consiste en un análisis cuantitativo y cualitativo de las noticias publicadas por los diarios El País, El Observador, La República y la diaria, y los semanarios Búsqueda y Brecha.
Una de las primeras conclusiones es que el temario referente a niñez y adolescencia está concentrado: algunos temas dominan la agenda, mientras que otros permanecen invisibilizados. El 30,3% de las notas tratan temas de educación, 17,3 de violencia, 10,1% de salud, 6,8% de deportes y recreación, y 5,6% de derechos y justicia. El resto de los temas abordados (agrupados en 25 categorías) no llega a representar 30% de la cobertura total.
En educación, la cobertura se centró fundamentalmente en la educación media, que casi duplicó al resto de los sectores. La menos abordada fue la educación inicial. “Los enfoques se centraron mayoritariamente en torno a la calidad, lo que resulta algo auspicioso, resaltando por sobre la discusión de aspectos presupuestales, de conflictos gremiales y de inversión presupuestal que primó en la cobertura 2007-2009”, señala el informe de Voz y Vos.
Otro de los aspectos que destaca del período 2010-2013 respecto del anterior es que las notas sobre violencia se presentaron “de manera más amplia, diversificada y contextualizada”. “La concentración en hechos de corte policial, en los que el tema queda reducido al mundo de la delincuencia y a víctimas y victimarios, sin historia ni contexto, fue dando lugar a la visibilidad en las crónicas periodísticas de otros tipos de violencias: aquellas ligadas a la cultura, al enfoque de género, a la violencia de corte institucional, a la violencia en el ámbito de la familia y el hogar, a la violencia sexual y a la violencia ejercida por adultos e instituciones, lo que ha permitido complejizar el enfoque y ofrecer a la ciudadanía y decisores otras aristas de la problemática en las que reparar”, destaca el informe. En el caso de la explotación sexual, la presencia del tema se duplicó en la prensa entre 2011 y 2012, pasando de 8,5% a 15,7% del total de notas sobre violencia.
Por otra parte, el informe resalta que los temas de salud fueron los que se abordaron con mayor calidad, porque se apeló a una mayor diversidad de fuentes y se incorporó en mayor medida la discusión en clave de políticas públicas.
Entre los temas “invisibilizados” en la agenda están la pobreza y exclusión social (2,3% de la cobertura total), la discapacidad (0,5%), el medioambiente (0,7%), el consumo (0,3%), las tecnologías de la información y la comunicación (0,8%) y la equidad de género (0,3%). “Una señal de alerta no sólo para periodistas y medios, sino también para gobierno, academia y organizaciones sociales, en su potencialidad de marcar agenda pública”, advierte Voz y Vos.
En términos cualitativos, en temas como educación y salud los periodistas incorporan en las coberturas la discusión sobre políticas públicas, mientras que ésta está prácticamente ausente cuando se abordan temas de violencia y adolescentes que cometieron delitos.
Hablemos bien
La agencia releva el uso de términos inadecuados o expresiones peyorativas en las notas (“prostitución infantil”, “menores infractores”, entre otros) y concluye que éstos estuvieron presentes en 15% de las notas analizadas, sobre todo en las vinculadas a temas de violencia. “Del relevamiento realizado surge que, para algunos temas en particular, los y las periodistas no utilizan nunca o casi nunca el adjetivo menor como sustantivo. Es el caso de las notas sobre Salud o sobre Deportes y Recreación. En otras áreas, como las de la Violencia, su recurrencia alcanza a poco más de la mitad de las notas”, indica el informe.
Por otra parte, del análisis surge que “la imagen de infancia uruguaya que predomina en la cobertura noticiosa es masculina, adolescente y vinculada a barrios marginales”. En las notas situadas en Montevideo, la mención a barrios marginales duplica en 2013 a la de los barrios residenciales. “Niños, niñas y adolescentes de otras condiciones sociales no han sido sujetos de atención en la agenda de los medios. Esto genera al menos dos problemas. Por un lado, deja a un importante sector de la población con menos posibilidades de ser visibilizado por la sociedad y atendido por el gobierno. Por otro, consolida la idea de que la preocupación pública es exclusiva o se limita a aquellos sectores que no pueden resolver por sí mismos sus problemas”, concluye el estudio.
En cuanto al manejo de las fuentes, entre 2010 y 2013 aumentó la cantidad de notas que citan fuentes de información. En 2010, casi la mitad de la cobertura no citaba fuentes, mientras que en 2013 ese porcentaje bajó a 38%. De las fuentes citadas, la mayoría corresponden al Poder Ejecutivo (27%), comunidad educativa, profesionales y docentes (15,8%), sindicatos (10%), Poder Legislativo (6,5%), candidatos políticos (4%), medios de comunicación (3,9%), Poder Judicial (3,6%), niños, niñas y adolescentes (3,1%), Policía (2,6%) y organizaciones sociales (2,6%).