Los ex trabajadores de Calvinor, la bodega de Bella Unión que cerró a fines de 2012, esperan el fin de año sin demasiadas expectativas. A mediados de 2013, 20 de los 25 empleados de la fábrica decidieron formar la Cooperativa de Trabajadores de Vitivinicultura del Norte (Cooptravinor), con el objetivo de conseguir un préstamo y hacerse de la unidad productiva, pero, tras diversas gestiones, su proyecto no fue promovido por el Fondo para el Desarrollo (Fondes), que les negó el préstamo.

Desde que la empresa entró en concurso los trabajadores han recibido el seguro de paro, que se ha renovado hasta octubre de este año. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social ya aprobó la renovación, pero el proyecto todavía no fue enviado al Parlamento por el Consejo de Ministros. El otro ingreso que tenían era por la custodia de la unidad productiva, un predio de 274 hectáreas y varios edificios, de alojamiento y de la bodega. El Banco República tenía una hipoteca sobre el bien y les pagaba mensualmente a los trabajadores por la custodia, pero al igual que el seguro de desempleo, recibieron ese ingreso hasta octubre, después de que el banco se apropiara de las tierras en el remate. El 12 de diciembre el banco hizo un llamado a interesados en la compra del inmueble, que todavía no se ha definido.

Los trabajadores se hacen cargo del mantenimiento de la viña y de la cosecha de este año. Para comienzos de 2015 esperan poder repetir. “Tenemos el aval del síndico para cosechar; es lo que estamos cuidando y manteniendo hoy, cerca de 100.000 kilos de uva”, informó Enrique Machado, ex trabajador e integrante de Cooptravinor, que informó que ya están en conversaciones para colocar la producción. Pero sin el seguro de paro ni el cobro de la custodia, la realidad se hace cada vez más cuesta arriba. “El retiro de la custodia significaba un gran desgaste porque quedamos totalmente desamparados, y es raro que lo saquen porque todavía no está claro cuál va a ser el destino de las tierras”, explicó Machado, quien agregó que si abandonan el predio pueden perder sus derechos, en referencia a los créditos laborales de los 25 ex empleados. Las deudas son abultadas: según explicó Machado, les deben cinco meses de sueldo, el despido, tres años de aguinaldo, licencias y salarios vacacionales. “La única manera de hacernos de eso es quedándonos adentro”, consideró.