Se presentaron ayer los datos de la Sexta encuesta nacional sobre consumo de drogas en estudiantes de enseñanza media. Seis de cada diez habían consumido alcohol en los últimos 12 meses, 17% había fumado marihuana, 15,5% tabaco, 7,1% había ingerido tranquilizantes (con o sin prescripción médica) y 2,1% había consumido cocaína. Son valores altos si se considera que se trata de jóvenes de 13 a 17 años, sumado a los riesgos que representan para su salud. Los resultados muestran un descenso del consumo de alcohol y de tabaco, pero continúa la tendencia creciente de uso de marihuana y provoca alarma el consumo de energizantes.

La encuesta fue aplicada por el Observatorio Uruguayo de Drogas de la Junta Nacional de Drogas (JND) a 11.248 estudiantes de liceos, colegios y escuelas técnicas entre abril y junio. Jessica Ramírez y Héctor Suárez, del Observatorio Uruguayo de Drogas, aclararon que los datos son representativos de 81% de los adolescentes que residen en ciudades con poblaciones mayores a 10.000 habitantes. Quedaron afuera aquellos que residen en localidades más chicas, así como los que no están escolarizados, que son quienes hacen un mayor uso de drogas, por eso se entiende que el sistema educativo actúa como factor de protección.

Alcohol

Sigue siendo la droga más consumida y la que causa mayor preocupación. En la quinta encuesta, aplicada en 2011, había consumido alcohol en el último año 69,9%, por lo que los nuevos datos resultan alentadores. Julio Calzada, secretario general de la JND, valoró que el descenso se debe a que “la sociedad ha comprendido que el consumo de alcohol es un consumo de riesgo” y a que hay mayor involucramiento de las familias. Valoró la sensibilización hecha por diferentes organismos del Poder Ejecutivo y expresó que los lineamientos deberán ser profundizados en el próximo período de gobierno, como lo fueron en éste, porque la sociedad continúa legitimando el consumo de alcohol en adolescentes. En ese sentido, recordó que el proyecto de ley para regular el consumo de alcohol continúa a la espera de tratamiento parlamentario.

Disminuyó el consumo entre jóvenes de 13 y 14 años. Ese dato se evaluó como positivo no sólo porque se comprueba que se retrasó el inicio del consumo, sino por el impacto en el uso de otras drogas a futuro. La edad promedio de inicio del consumo de alcohol entre los encuestados es de 12,8 años, y le siguen el de tabaco (13,7 años), el de marihuana (14,7) y el de cocaína (15,4 años).

Lo más preocupante es que el patrón de consumo de alcohol sigue siendo abusivo: 21% de los estudiantes encuestados tuvieron uno o más episodios de abuso por ingesta en los últimos 15 días.

La mayor prevalencia de consumo durante el último año se registró en estudiantes que viven en la región este y centro del país (62,8% y 62,1%, respectivamente) y la menor en el suroeste (58,3%), mientras que en el norte fue de 60,5% y en Montevideo y Canelones de 59,8%.

Tabaco

9,5% de los adolescentes encuestados había fumado tabaco durante el último mes. Eso no sólo significa una continuidad de la tendencia descendente del consumo desde 2003, sino un destaque regional. Calzada afirmó: “Somos el país con menor consumo de tabaco en esta edad en niños escolarizados”. Opinó que se debe a la regulación del mercado y del consumo de esa droga y a la mayor percepción del riesgo: en 2005, 58% de los estudiantes consideraba que consumir tabaco frecuentemente provocaba un gran riesgo, mientras que ahora lo considera así 70,6%.

Durante el último año fumó tabaco 15,4% de los estudiantes encuestados en Montevideo y Canelones. Esos valores son inferiores en la región este y norte (14,7% y 14,8%, respectivamente), similar en el suroeste (15,5%), pero mucho mayor en los departamentos de San José, Flores, Florida y Durazno, donde alcanza a 19%.

Marihuana

El aumento del consumo respecto de la encuesta de 2011 (12% había consumido en los últimos 12 meses y hoy 17%) responde a un crecimiento de la tendencia (era de 8,4% en 2003), afirmaron las autoridades, que negaron su vínculo con la aprobación de la Ley de Regulación del Mercado de Cannabis. Ramírez y Suárez señalaron que “responde a la legitimidad del consumo entre los propios jóvenes”.

9,5% de los encuestados consumió marihuana durante el último mes, y cerca de la mitad de los que la probaron continuó consumiéndola. Su uso es mayor en los departamentos de Montevideo y Canelones (20,3% de prevalencia en el último año); le siguen la región este (15,1%), el centro del país (14,2%) y el norte (12,5%), y la menor prevalencia se registra en el suroeste (11,3). El uso problemático no ha aumentado, advirtieron; estaría en esa situación 1,9% de los encuestados.

Calzada afirmó que esta vez se aumentó el tamaño de la muestra (se duplicó prácticamente respecto de la de 2011) porque “no es un año cualquiera”. Dijo que la intención fue tener una mayor visualización del consumo en el momento en que se empieza a implementar la ley. Confió en que “seguramente el conjunto de la regulación va a tender, en una primera fase, a estabilizar la tendencia y transformarla en una fase de meseta; después tenemos expectativas de que comience a disminuir”, como ocurrió con el consumo de tabaco.

Según Calzada, el gran desafío es “aumentar la percepción del riesgo del consumo de marihuana en la población, particularmente en los adolescentes”. Como ocurre con el consumo de otras drogas, los técnicos señalaron que es necesario el mayor involucramiento de los padres para que este tipo de consumo no sea banalizado.

Mal llamados “energizantes”

Por primera vez la encuesta midió el consumo de energizantes, que es la única sustancia que se considera que tuvo una “disparada” del consumo. Calzada dijo que “son cócteles de sustancias que generan un estímulo al sistema nervioso central y que combinadas lo hacen más, como puede ser el caso de la cafeína con la taurina o con otras sustancias que contienen estos llamados ‘energizantes’”. Opinó que “hay que cambiarles el rótulo, tratarlas como bebidas estimulantes”. Consideró que “tienen un impacto sanitario muy importante” y que teniendo en cuenta el aumento del consumo, “tienen que ser sujetas a una regulación más estricta”. Mencionó que “tiene que haber un marco legal que lo habilite, y seguramente será parte del trabajo del próximo período de gobierno”.

Se consideran perjudiciales solas, pero también acompañadas de alcohol. “Enmascaran la embriaguez”, permiten “sostenerse de pie por más tiempo”, dijeron las autoridades, y ése es precisamente uno de los perjuicios, porque incide en riesgos de intoxicación alcohólica.

Otras yerbas

En cuanto al resto de las drogas, se señaló que cuatro de cada diez consumos de tranquilizantes se hizo sin indicación médica. El uso de cocaína (2,1%) se mantuvo estable respecto de años anteriores, al igual que el de pasta base de cocaína (0,9%). Los estimulantes (Ritalín, Cidrin, medicamentos para disminuir el apetito, para mantenerse despierto o sacar músculos) fueron consumidos por 1,4% de los encuestados en el último año.

Se considera marginal y experimental el consumo de éxtasis, hachís, metanfetaminas y anfetaminas.