Los últimos tres meses fueron intensos para los trabajadores de Agolan, la textil que funcionaba en el Parque Industrial de Juan Lacaze bajo la responsabilidad de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) como único accionista. La historia de esta fábrica de tejidos en lana cardada es compleja: la textil Campomar y Soulas cerró en 1992, dos años más tarde reabrió como Agolan, a cargo de la CND, y en diciembre de 2013, en una reunión tripartita entre la CND, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y el Sindicato Textil Agolan (STA), la entidad propietaria comunicó que tras registrar pérdidas millonarias había decidido cerrar la fábrica, porque no tenía forma de darle 
viabilidad.

En aquel momento los trabajadores solicitaron un plazo de 90 días para presentar un proyecto de viabilidad que elaborarían en conjunto con el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT. Ese proyecto, que iba acompasado con un cambio de gestión para conformarse como cooperativa, contó con el visto bueno de Presidencia, según informó Búsqueda y confirmó a la diaria el dirigente del STA Johnny Solahegui. El viernes los trabajadores firmaron el acta de constitución de la Cooperativa Textil Puerto Sauce, y el sábado eligieron en asamblea a los miembros de su Consejo Directivo.

Este paso era necesario a efectos de presentarse oficialmente al Fondo de Desarrollo (Fondes). El proyecto, que ingresó el jueves al Fondes por ventanilla y también por pedido del presidente José Mujica, según informaron a la diaria desde la institución, solicita un préstamo por ocho millones de dólares para garantizar el funcionamiento de la planta por 24 meses.

Todo el parque

El ministro de Trabajo, José Bayardi, quien forma parte de la comisión multisectorial creada por el presidente para revertir la situación de la textil, dijo a la diaria que el proyecto presentado por los trabajadores en coordinación con la CND y el Cuesta Duarte “aún está en análisis” en dicho ámbito.

Para Bayardi, la situación de Agolan “es compleja”, pero “también lo es la de la localidad de Juan Lacaze en general”, ya que la textil no es la única empresa con problemas. Dado que el proyecto presentado incluye la incorporación de la mitad de los puestos de trabajo existentes antes del cierre -100 trabajadores-, 
el ministro dijo: “Estamos viendo la vialidad de ir incorporando otros emprendimientos para potenciar el parque industrial”. El Parque Industrial de Juan Lacaze es propiedad de la CND y de la Intendencia de Colonia (IC), y está administrado por la Agencia de Desarrollo Económico de la localidad.

Por lo pronto, hay varias ideas y muy diversas: desde la elaboración, a partir de descartes, de huesos para mascotas hasta el ensamblado de llantas, la fabricación de cremalleras y de materiales para el desarrollo de partes industriales, e incluso una guardería de yates. En este sentido, se suma la iniciativa de la Administración Nacional de Puertos de “potenciar los muelles de amarre en el puerto de Juan Lacaze”. Todos estos proyectos destinados al parque industrial surgen como producto del análisis de la comisión multisectorial. En esta etapa, una comisión del gabinete productivo de Presidencia debería “analizar estos proyectos, decidir respecto de su viabilidad y, en todo caso, instrumentar los procedimientos para llevarlos a cabo”, dijo Bayardi.

“Al parque hay que potenciarlo”, aseguró, pero falta “hacerle alguna obra de infraestructura para dejarlo en condiciones”. De llevarlas a cabo, resta además decidir quién financiaría estas obras, si la CND o la IC.

La oferta y la demanda

Respecto del proyecto de los trabajadores de Agolan en particular, Bayardi dijo que “es interesante” y, si bien no ha habido devolución a los trabajadores, resaltó que “para cualquier actividad industrial se tiene que analizar primero la demanda del mercado”. Bayardi sostuvo que esto “requiere tener una actitud muy proactiva, para ir conquistando mercados para poder estimular, justamente, la demanda de estos productos”.

En el proyecto presentado a Presidencia, al que accedió la diaria, se destaca como “concepto tecnológico renovador” la instalación de seis unidades productivas -hilandería, tejeduría, tintorería, ennoblecimiento textil, taller eléctrico y mecánico y carpintería- que funcionarán en forma sectorial independiente, pero cuyos ingresos tendrán un fondo común. Los cooperativistas entienden que eso “dará una capacidad de reacción, como así una sinergia con los productos y mercados objetivos 
-doméstico, regional e internacional-”. Además agregan que esta innovadora propuesta “llegará a cubrir las carencias generadas en nuestro país y en la región, debido al desmantelamiento de la industria textil”.

Otro pasaje agrega que “dado el entorno competitivo dinámico, global y cambiante de hoy en día, nuestra estrategia regional innovadora de unidades productivas nos permite elaborar planes, productos y servicios utilizando las fortalezas tecnológicas de los países asiáticos junto a las nuestras, para así llegar a los nichos de mercado regionales de pequeños volúmenes que normalmente no son aceptados en las cadenas de gran porte de producción de dichos países”. Solahegui dijo a la diaria que estiman que podrían comenzar a trabajar en un plazo de 90 días.