Tras afirmar el jueves que le pasaría la “boleta” a Estados Unidos por acoger a cinco presos de Guantánamo en Uruguay, el presidente José Mujica explicó el viernes en su audición de M24 el “favor” que solicitó al gobierno de Barack Obama. “Dijimos que pediríamos algo. No hacemos esto por plata o conveniencia material, pero no tenemos empacho en decir que le pedimos por favor al gobierno norteamericano que haga lo posible para que a esos dos o tres prisioneros cubanos que hace muchos años que están allí se les busque la manera de liberarlos, porque eso también es una vergüenza”, manifestó el presidente. Se refería a Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labañino, presos en Estados Unidos, acusados de espionaje por la Justicia de ese país. La liberación de estos tres prisioneros, junto a otros dos acusados del mismo delito ya liberados, ha sido un reclamo histórico del gobierno cubano y de grupos de apoyo a la revolución cubana en distintos países.

La embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Julissa Reynoso, aclaró ayer en Piriápolis que no hay “ningún tipo de arreglo” entre ambos gobiernos para hacer “ningún tipo de intercambio”. Reynoso afirmó que la propuesta que hace su gobierno es “un acto humanitario para poder manejar el traslado de estas personas a distintas partes del mundo, sin condiciones de intercambio u arreglo por algo”.

La diplomática estadounidense aclaró que los reclusos vendrán “sin condiciones”. Estados Unidos ha pedido a los países a los que ha trasladado prisioneros de Guantánamo que éstos permanezcan durante dos años en el país antes de poder cruzar las fronteras. Mujica dijo el viernes que “ese asunto de no salir del país por dos años no sería otra cosa que un gesto voluntario de ellos [de los prisioneros], para lograr salir de esa vergüenza, y no una imposición nuestra”. “Jamás aceptaríamos ser carceleros de nadie, tampoco avalamos la juricidad de la cárcel de Guantánamo”, aseguró.

Por otra parte, Reynoso aseguró que los presos -cuatro sirios y un palestino- “no significan un alto riesgo para la sociedad” y que su gobierno intenta “encontrarles hogares”. Según publicó el periódico estadounidense The Miami Herald, cuatro de los cinco prisioneros que vendrían a Uruguay son considerados de “alto riesgo, ya que es probable que representen una amenaza para Estados Unidos, sus intereses y sus aliados”, según documentos clasificados del Departamento de Defensa de Estados Unidos de 2008. Reynoso dijo que esa información es “de 2008” y que los nombres están “sin confirmar”. “Esa información no es necesariamente correcta”, se limitó a señalar.

Unánimes

Los medios cubanos publicaron el viernes la noticia del pedido de Mujica a Obama por la liberación de los presos de ese país. Debajo de la versión digital de la noticia, publicada por Granma, medio del gobierno cubano, abundaron los comentarios elogiosos a Mujica. Se evaluó que el presidente uruguayo está “fuera de serie”, que es “inteligente”, que tiene el “corazón libre y la mente clara”. Hubo quien lo comparó con el mandatario cubano Fidel Castro. También se dijo que era un “ex preso político de la dictadura de Pinochet”, lo que fue rápidamente corregido por uno de los escribientes. Varios reclamaron que se le diera el Premio Nobel de la Paz.

Mujica dijo el viernes que “las gestiones están lejos de estar cerradas” pero que se siente “más firme que nunca” con la decisión tomada y criticó a quienes “hablan de derechos humanos” y se quedan “acoquinados con leguleyerías”. “El primer derecho es de orden humano”, manifestó.

Pros y contras

El precandidato frenteamplista Tabaré Vázquez expresó el fin de semana su “más absoluto apoyo y respaldo” a la decisión de Mujica. En tanto, la oposición cuestionó la decisión, por entender que no corresponde jurídicamente y que los presos supondrán un “riesgo” para la seguridad de la población uruguaya. Hoy al mediodía, el precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou se reunirá con Reynoso en la sede de la embajada para recibir información sobre el tema. “Aquí no hay tratados de extradición ni refugiados, aquí hay una guiñada del presidente Mujica, del Frente Amplio, a Obama, para quedar bien con los Castro”, cuestionó ayer Lacalle Pou, en diálogo con Radio Montecarlo.