El presidente José Mujica informó en conferencia de prensa que el Poder Ejecutivo decidió aceptar “la renuncia global de los miembros que lo representaban” en la dirección del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) porque “entendió que las circunstancias que se dieron no creaban un marco favorable en cuanto al funcionamiento de un banco tan importante”. Los renunciantes son el presidente de la institución, Fernando Calloia, Jorge Perazzo y Danilo Vázquez, primer y segundo vicepresidente, respectivamente. Perazzo había asumido la presidencia interina de la institución luego de la renuncia de Calloia, procesado sin prisión por la Justicia el viernes 4, pero también había puesto su cargo a disposición, al igual que Vázquez.

Tras una negociación con el vicepresidente Danilo Astori, Mujica comunicó ayer los nombres de los nuevos directores: el presidente será el contador Julio César Porteiro y lo acompañarán la ingeniera agrónoma Sylvia Naveiro, actual gerenta de Créditos Agropecuarios del banco y con 30 años de servicio en la institución, y la médica veterinaria Adriana Rodríguez, que ocupa la presidencia de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), pero también es “una vieja funcionaria del BROU”, según destacó Mujica.

El presidente de la República concurrió a la conferencia de prensa acompañado por Astori, el ministro de Economía y Finanzas, Mario Bergara, y el secretario de Presidencia, Homero Guerrero. Mujica dijo que el BROU “tiene una importancia capital” para el país, asociada con su historia y, por lo tanto, no se pudo “tomar decisiones automáticas”. “Hemos procurado una compensación técnica en esta elección, con gente que conoce mucho el banco desde adentro”, agregó. Mujica y Astori se reunieron el lunes para acordar quién sería el sustituto de Calloia. Mujica pretendía que la presidenta fuera Naveiro, pero no consiguió convencer al vicepresidente, que proponía que Perazzo asumiera el cargo. Ayer de tarde el primer mandatario visitó a Astori en su despacho del Palacio Legislativo y de esa reunión surgió el nuevo nombre, propuesto por el vicepresidente. Los tres directores deben contar con la venia del Senado.

Porteiro es contador público, está al frente de la consultora Julio C Porteiro & Asociados (JCP&A) y tiene una extensa carrera profesional y académica en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República. Astori destacó su larga trayectoria bancaria, en particular su actuación en la recuperación del Banco Comercial, del que fue presidente entre 2005 y 2006, conduciendo el proceso de venta que “permitió su reprivatización”. Consultado sobre la filiación política de Porteiro, Mujica respondió que se trata “de un independiente” que vota al Frente Amplio.

Mujica destacó a Naveiro como la gerenta que “ha manejado la cartera” de deudores del sector agropecuario, “sobre todo en los años del endeudamiento”, cargo que “era un lugar muy difícil”. Luego de referirse a Rodríguez como una “conocida” por estar al frente de la CND, habló largamente sobre el BROU y dijo que para él es tan importante “como un ministerio”.

Por último, el presidente explicó que esta “decisión íntegra” se tomó porque “en este país hay que acatar los mensajes” de la Justicia. “Somos un país de derecho”, agregó. Al nuevo equipo le deseó “la mayor eficacia posible para custodiar este patrimonio de Uruguay” como corresponde, porque “es un ente autónomo con características muy específicas, que representa casi la mitad del movimiento bancario del país”.

Mujica finalizó expresando su respaldo a los directores salientes y manifestando su “enorme reconocimiento, más allá de lo formal”.

En su carta de renuncia, publicada ayer por Uypress, Calloia señala que no comparte la decisión de la jueza de Crimen Organizado Adriana de los Santos, “por entenderla no arreglada a Derecho”, y asegura que el fallo es “incompatible” con su permanencia como presidente del BROU. Para Calloia el argumento de la jueza “se funda en haber adoptado una decisión en circunstancias extraordinarias para el país que no admitían demoras, sin haber cumplido, a juicio de la Sede, con disposiciones reglamentarias en materia de créditos”, y como esas circunstancias “son habituales” en el BROU, el procesamiento haría que “las decisiones que seguramente” tuviera que tomar podrían estar influenciadas por el fallo, “inhibiendo la ponderada discrecionalidad y libertad de conciencia, necesarias para la resolución de situaciones de máxima complejidad”.