“Supo llevar un mensaje de esperanza a los sedientos de justicia, esparció la semilla de la dignidad a los cuatro vientos, sufrió rigores y persecuciones y dejó una herencia de grandeza que trasciende a su tiempo y pertenece a la historia”, dice la placa que el MLN-T colocó hace 25 años sobre la tumba de su líder histórico. El sábado, una multitud se congregó alrededor de donde están los restos de quien fue apodado Bebe, en el cementerio de La Teja.

El homenaje comenzó a las 10.00, con una concentración en Agraciada y San Quintín, desde donde se marchó hasta el cementerio. Sobre el nicho se colocaron claveles rojos y una bandera del MLN-T. Miguel Ángel Olivera, Ariel Silva y Albérico Acuña recitaron poemas; el músico Ezequiel Fascioli cantó acompañado por su guitarra.

Luego, el homenaje continuó en la plaza Lafone, o Solar Raúl Sendic, como le llaman las organizaciones que convocaron al homenaje. Ahí, se presentó un libro que recopila artículos de prensa de Sendic publicados en el quincenario Mate Amargo y en los semanarios Brecha y Asamblea entre 1985 y 1986, con un prólogo de William Yohai y Jorge Zabalza, y se descubrieron esculturas del artista Horacio Faedo, hechas en homenaje. El MLN-T realizó su tradicional acto de homenaje a Sendic el viernes 25, en la esquina de Tristán Narvaja y Paysandú. Quizás por eso, muy pocos dirigentes del movimiento se hicieron presentes al otro día en La Teja, en donde participaron principalmente muchos ex integrantes del MLN-T, frenteamplistas y no frenteamplistas, veteranos ex presos políticos contemporáneos de Sendic y jóvenes menores de 25 años, que seguramente lo conocieron por medio de la lectura de artículos, libros y anécdotas.

Tierra para quien la trabaja

Xenia Itté, la última compañera de Sendic, explicó a la diaria que “los tres grandes ejes del pensamiento” del líder tupamaro fueron la problemática de la extranjerización de la tierra y de la banca, y el no pago de la deuda externa. “Hay que remitirse a todo lo que dejó escrito, no hay invenciones. A Raúl sólo se lo puede interpretar de una manera. Ése es el legado que dejó. En nosotros está que tomemos esas banderas o las enterremos”, dijo. Contó que en un artículo Sendic expresó: “Mientras el tema de la tierra no sea resuelto, va a volver una y otra vez al tapete. Podrán cubrirlo de un manto de silencio, pero va a volver”.

De estos temas tratan los artículos recopilados en el libro que se presentó el sábado, en el que aparece una entrevista a Sendic en la cual explica por qué fundó el Movimiento por la Tierra y plantea la necesidad de una reforma agraria. “Hace 20 o 30 años, el primer punto de todas las plataformas de los movimientos avanzados era la reforma agraria; hoy en día hay una conspiración de silencio en torno a este tema y nadie habla de reforma agraria”, decía Sendic en 1988.

Pero el problema de la tierra lo planteó hace más de 50 años, cuando impulsó la sindicalización de los trabajadores que cortaban caña de azúcar en el departamento de Artigas. Sendic trabajó junto con los cañeros para crear la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas, que entre 1961 y 1970 organizó varias marchas desde Bella Unión a Montevideo. Conocidos como los “peludos”, los cañeros llegaron a la capital bajo las consignas “por la tierra y con Sendic” y “tierra para quien la trabaja”.

En 1987, en un acto del MLN-T 
en el estadio Luis Franzini, en el que habló luego de José Mujica y Eleuterio Fernández Huidobro, Sendic propuso la idea de crear un “frente grande” en torno a un programa de soluciones “para la tierra, la banca, la deuda externa y el salario”.

En ese momento, el MLN-T aún no estaba formalmente en el FA, aunque había solicitado el ingreso y muchos de sus integrantes militaban en comités de base de la coalición. Pero el “frente grande” era una idea que trascendía las alianzas político partidarias, la propuesta era conformar una “unidad desde abajo”. “Tal vez lo que los dirigentes políticos no consigan lo lograremos trabajando desde abajo, codo a codo, con hombres y mujeres de distintas tendencias”, decía Sendic en el Franzini. En su recordado discurso de aquella jornada, destacó ejemplos de esa unidad que imaginaba, como el acto del Obelisco de 1983 y las comisiones pro referéndum para la derogación de la Ley de Caducidad, en la que participaron, además de frenteamplistas, muchos militantes del Partido Nacional.

Antonio Vadell, ex director del Programa Uruguay Rural, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, escribió la semana pasada en una columna de opinión en Mate Amargo digital que “la mejor manera” de recordar a Sendic “es continuar hoy planteando el tema agrario”. Vadell se pregunta: “¿A qué modelo de desarrollo rural se apuesta en los gobiernos del FA?”, y explica que “la mayor reducción del número de productores según los datos del último Censo General Agropecuario se concreta durante los dos gobiernos del FA”. Agrega que esos gobiernos “no han impulsado un plan de desarrollo rural inclusivo de los sectores populares del campo”. Destaca que hubo “una aceleración del proceso capitalista” en el agro, “con la entrega del 40% de nuestras tierras a las transnacionales”.

“En la izquierda deberíamos estar estudiando y debatiendo sobre la agricultura familiar y su proletarización forzada, los asalariados rurales y su calidad de vida, la soberanía alimentaria, los modos de tenencia de la tierra, la educación en el medio rural, de cómo avanzamos hacia el socialismo en el campo, entre otros temas. La falta de debate crítico termina dando espacio a las posiciones obsecuentes, defensoras de todo lo que se haga, si viene del gobierno. Y es muy difícil construir nuevo pensamiento desde ahí”, opina el integrante del MLN-T. “Olvidadas van quedando consignas como reforma agraria, lucha por la tierra y contra su extranjerización, que contenían ideas revolucionarias de cambio y justicia social por las cuales luchó Raúl Sendic”, concluye Vadell en su artículo en el portal de Mate Amargo.

Legado

Para el ex presidente de ANCAP Raúl Fernando Sendic, presente en el cementerio de La Teja el sábado, hay una frase de su padre que lo ha orientado en “la actividad política”: “Si nos ponemos a discutir sobre nuestras diferencias, nos podemos pasar toda la vida discutiendo. Si nos ponemos a trabajar sobre nuestras coincidencias, vamos a pasar toda la vida trabajando”. “En vez de discutir, se dedicó a hacer, y ésa es una diferencia que lo distanció muchísimo de los demás políticos en Uruguay”, agregó.