El 17 de febrero de este año, un funcionario que trabajó en el centro Ser de la Colonia Berro declaró ante el Juzgado de 1er turno de Pando, a cargo de la jueza Isaura Tortora. Fue para ratificar las denuncias formuladas en el expediente que se inició en setiembre de 2013, por golpizas en el centro Ser. Según informaron a la diaria fuentes vinculadas al caso, el funcionario declaró que después del cambio de dirección, en junio de 2013, empezó a ver golpes a internos. Dijo que los funcionarios que golpean son “todos karatecas” y que “la mandamás” es Jessica Barrios, la directora del Ser. Ante la pregunta concreta respecto a si la directora encubría las golpizas, el funcionario respondió que sí, indicaron las fuentes.

El funcionario que declaró en esa instancia es el mismo que en noviembre de 2013 confirmó a Telemundo que había presentado una denuncia, y que había demorado en tomar la decisión porque estaba amenazado. “Esta gente tenía armas en sus vehículos, amenazaban constantemente a los compañeros”, señaló, en referencia a algunos funcionarios. El funcionario se refirió, en diálogo con Telemundo, a los “golpes y maltratos” a los jóvenes, a que los hacían “correr con las manos en la nuca en pleno invierno”.

En la Justicia, el funcionario manifestó que hacían desnudarse a los jóvenes y los hacían lavar con cepillo de dientes el piso, que los mojaban y los golpeaban. Identificó a nueve personas como responsables de las golpizas, cuyos nombres coinciden con las -por lo menos cuatro- denuncias que los familiares de los jóvenes recluidos presentaron ante el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa). Uno de esos nombres es el del funcionario al que ya se le inició un sumario y se lo separó del cargo con retención de medio sueldo. El resto sigue desempeñando sus tareas en la institución.

Las acusaciones del funcionario de que Barrios, la directora, “encubría” las golpizas son coincidentes con las denuncias presentadas ante el Sirpa por los familiares.

Para el 28 de mayo está previsto que la jueza reciba a un joven que estuvo recluido en el centro Ser, que brindará su testimonio. En tanto, ya empezaron a llegar al Sirpa las citaciones a los funcionarios del centro Ser para declarar ante la Justicia; una de las citadas será la directora, Jessica Barrios.

Por si no estaba claro

Ayer la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) emitió un comunicado de prensa en el que alude al informe realizado por ese organismo sobre el Ser y otros centros de reclusión del Sirpa. El informe fue cuestionado por el oficialismo. Directores del Sirpa y legisladores frenteamplistas afirmaron que estaba “descontextualizado” y desactualizado.

La INDDHH recuerda que actúa como Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, de acuerdo con las previsiones de la Convención Internacional Contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. “Por lo tanto, como Mecanismo Nacional de Prevención, realiza las visitas a los diferentes centros de privación de libertad de adolescentes no sólo en ejercicio de los deberes que su ley de creación le impone, sino en cumplimiento de obligaciones contraídas por el país ante la comunidad internacional”, indica la institución.

Señala que presentó 16 informes a las autoridades del Sirpa, que son el resultado de 25 visitas realizadas a los diferentes centros, mayoritariamente entre diciembre de 2013 y marzo de 2014. “El monitoreo de los centros y los referidos informes son elaborados de acuerdo a pautas preestablecidas y con la rigurosidad técnica que exige” el protocolo de la convención internacional, “por un equipo multidisciplinario compuesto por médicos pediatras, médicos forenses, psicólogos, trabajadores sociales y abogados”.

La INDDHH recuerda que la ley consagra la autonomía de la institución frente a “todos los poderes del Estado”. “Sin perjuicio de ello, está en nuestro espíritu establecer un diálogo franco, abierto y fecundo con todos los sectores de la sociedad. A esos efectos, enviaremos una nota sobre estos temas a todos los partidos políticos y bancadas parlamentarias, para iniciar un proceso de intercambio de ideas tendiente a un diálogo fructífero”, concluye.