La ley y el orden

El ex ministro de Economía Fernando Lorenzo llegó cinco minutos antes de la hora prevista, las 10.00, al juzgado de la calle Juan Carlos Gómez. Secundado por el titular de la Dirección General Impositiva, Pablo Ferreri, y por su mujer, Magdalena, comenzó a acelerar sus pasos a medida que los flashes y micrófonos se le iban acercando.

Por la vuelta andaban los diputados del Nuevo Espacio Jorge Pozzi y Horacio Yanes; el dirigente del Frente Liber Seregni Esteban Valenti; el actual ministro de Economía, Mario Bergara; el ex director general de Secretaría de esa cartera Pedro Apezteguía; el sindicalista de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida Richard Read; y la directora de la Corporación Nacional para el Desarrollo, Adriana Rodríguez (Movimiento de Participación Popular), una de las pocas figuras no afines al astorismo que se hicieron presentes antes de la llegada de la Mesa Política del Frente Amplio (FA).

Al llegar a la puerta del juzgado, un ya enrojecido Lorenzo le dio un beso a Magdalena, mientras era rodeado por periodistas y camarógrafos. La oportunidad fue aprovechada por el presidente del Banco República Oriental del Uruguay (BROU), Fernando Calloia, para entrar al juzgado sin que lo viera la prensa.

Con los indagados ya adentro, Ferreri convocó a los más allegados al ex ministro para hacer tiempo en un bar. Las expectativas no eran buenas, y el inesperado procesamiento con prisión del intendente nacionalista de Colonia Walter Zimmer por el mismo delito de abuso de funciones le agregaba un condimento más a la mañana del viernes.

“Son compañeros que actuaron para generar un espacio más propicio para esa empresa de aviación que estaba cayendo. Actuaron con convencimiento, son honestos intelectualmente y como personas”, sostuvo Read. “Me preocupa mucho cuando la política ingresa a la Justicia y, si eso pasa, la Justicia se va por la ventana”, agregó.

Valenti fue el primero en mencionar la decisión judicial: “Los procesaron sin prisión”, comentó a algunas personas que lo acompañaban. El publicista del FLS parecía ser uno de los más indignados por el fallo: “Es una gran y profunda injusticia”, sostuvo. Luego dijo que “el Poder Judicial avanza sobre el poder político”, lo que “es muy peligroso para la democracia uruguaya”. “Para que se judicialice la política se tiene que politizar la Justicia, y eso me parece un hecho extremadamente grave para la democracia”, agregó. Defendió a Zimmer y destacó la necesidad de reformar la Justicia: “El drama es que tengamos que llegar a estas situaciones para empezar a avanzar en este sentido”.

Los micrófonos lo abandonaron súbitamente: Raúl Oxandabarat, vocero de la Suprema Corte de Justicia, llegó con lentes de sol y apariencia de agente de la película Matrix. Dijo que iba a ser él quien explicara la decisión de la Justicia. Cuando el vocero informaba que el procesamiento era sin prisión, Valenti se metió en el medio de las cámaras y, oficiando como periodista, le preguntó por qué en el caso Zimmer no había ocurrido lo mismo: “En el caso del intendente, el delito por el cual fue enjuiciado es más grave que el que consideramos en este caso, porque es un delito continuado, de una única resolución criminal, con varios actos que se desarrollan en el transcurso del tiempo. En cambio, este caso es un delito puntual”, le respondió el representante del Poder Judicial.

Minutos después salió Lorenzo y se llevó los aplausos de los que estaban allí. Anunció que solicitó a sus abogados que no apelaran el fallo y que tampoco hicieran “ningún acto adicional de defensa”, más allá del contenido del escrito presentado el miércoles por su defensa. Finalmente, dio a entender que se sentía derrotado ante la Justicia: “Toda mi vida he sido un luchador, desde muy niño. Y en este caso, y por primera vez en mi vida, me resigno ante la Fiscalía y el Poder Judicial. Es una decisión personal, y para alguien que ha luchado toda su vida se imaginarán que no es el tipo de reacción que me gusta tener”. El ex jerarca ya estaba emocionado y con los ojos brillantes. Cuando dijo sus últimas palabras, casi se quebró: “Fue un orgullo y un honor haber ayudado y contribuido al país desde las funciones que me ha tocado desempeñar, y estoy igualmente orgulloso de haber defendido al gobierno del presidente Mujica y lo seguiré haciendo desde cualquier posición en la que me encuentre”.

A esa altura en la puerta del juzgado ya estaba toda la Mesa Política del FA, que había realizado un cuarto intermedio en su sesión para “acompañar a los compañeros”. Calloia se había ido usando la misma estrategia con la que había entrado (mientras Lorenzo atraía a la prensa con sus declaraciones), y si bien zafó del grueso de la atención, no pudo escapar de algunos medios de prensa. En cambio, la retirada del ex titular del Ministerio de Economía y Finanzas fue mucho más cálida. Emocionado, se abrazaba con todos mientras su rostro se iba enrojeciendo cada vez más. Terminó yéndose de la mano con Magdalena y otros allegados por 18 de Julio para notificarse en la jefatura policial.

Después de su retirada, la presidenta del FA, Mónica Xavier, afirmó que si bien hubo “errores que ya tuvieron autocríticas públicas”, “se trata de dos ejemplares compañeros”, y opinó que “se está judicializando la política”. El senador Rafael Michelini (Nuevo Espacio) se mostró indignado: “Se lo acusa de hacer una llamada... ¡Por favor! ¡Dios mío! ¡Es increíble! La libertad que hemos logrado luego de luchar tantos años contra la dictadura… pero no se puede hablar de los fallos”, ironizó. El presidente José Mujica, en tanto, opinó que el abuso de funciones es “una figura jurídicamente muy discutible”. Mencionó que durante la sequía de 2005, cuando era ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, mandó a importar directamente ración de Argentina para que “los terneros no se murieran”, salteándose procedimientos formales y eventualmente incurriendo en el mismo delito. Respecto de Pluna, manifestó que “la pelea era por tener aviones que funcionaran”. “Era por necesidad”, manifestó.