La intención del gobierno de Brasil de financiar obras en la construcción del puerto de aguas profundas en Rocha ha generado críticas en varios actores políticos y económicos de ese país. Un artículo publicado ayer por el diario O Globo de Río de Janeiro, divulgado en la tarde por agencias internacionales, recoge opiniones contrarias a la iniciativa, que incluye apoyo técnico y un posible financiamiento de 1.000 millones de dólares del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), que se canalizaría a través del Fondo de Convergencia Estructural de Mercosur (Focem).

El informe del matutino carioca recuerda que el puerto en Rocha tendrá una profundidad de 20 metros y podrá recibir barcos con capacidad de transporte de 180.000 toneladas, lo que supera a la terminal portuaria de Río Grande, en el estado de Río Grande do Sul, a 288 kilómetros de Rocha, y que con 14 metros sólo puede albergar navíos de hasta 78.000 toneladas.

La cercanía con este puerto y con otros del sur de Brasil es uno de los puntos centrales en la polémica que se ha generado entre actores portuarios norteños.

“No podemos financiar competidores mientras tenemos grandes carencias en nuestra infraestructura portuaria (...) Si el financiamiento del BNDES se concreta iría a contramano de lo que planteó el año pasado la presidenta Dilma (Rousseff), cuando elaboró un nuevo marco regulatorio para atraer inversiones a los puertos brasileños ¿Y por qué ahora financiar un puerto en Uruguay?”, se preguntó el presidente de la Asociación Brasileña de Terminales Portuarias (ABTP), Wilen Manteli, en una declaración publicada en el sitio de esa organización.

El empresario recordó que en 2013 las autoridades de gobierno brasileñas insistieron en la necesidad de invertir en infraestructura portuaria.

Nelson Carlini, presidente de la empresa LOGZ Logística Brasil, que está construyendo una terminal en Santa Catarina, declaró a O Globo: “Es un proyecto casi secreto, no tenemos información. En Brasil, el gobierno no invierte dinero en puertos, el sector está trabado, sin embargo el gobierno estudia apoyar un puerto en un país vecino que, sin la burocracia brasileña, tiende a ser más competitivo que nuestros puertos”.

Por su parte, la senadora Ana Amélia Lemos, del centro derechista Partido Progresista, vaticinó que el puerto de Rocha perjudicará a Brasil. “No podemos financiar y apoyar un puerto en Uruguay cuando no se destinan recursos en Brasil. Sabemos muy poco sobre lo que realmente está ocurriendo, no hay transparencia”, se quejó la legisladora de Río Grande do Sul.