En medio de denuncias de organizaciones sociales, de familiares de menores recluidos en hogares del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa) y de la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH), el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT decidió ayer respaldar la actual gestión de este organismo, comandada por Ruben Villaverde.

La gestión del Sirpa está en la mira de varias organizaciones no gubernamentales e incluso estatales debido a denuncias por malos tratos realizadas por familiares de internos de los centros de reclusión en el hogar Ser de la Colonia Berro. Las denuncias implican maltrato físico y verbal y hasta torturas. El Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (Ielsur) incluso pidió la renuncia de Villaverde, y la INDDHH presentó documentación al Poder Legislativo y al Comité contra la Tortura de Naciones Unidas. En cambio, el presidente del Instituto del Niño y el Adolescente de Uruguay (INAU), Javier Salsamendi, había respaldado la conducción del Sirpa, al igual que el sindicato de ese organismo.

Ayer el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT recibió a Villaverde (quien fue director del Instituto Cuesta Duarte de la central durante diez años) y a uno de los directores del Sirpa, Jorge Gago, quienes esbozaron un “informe completo” sobre las situaciones que se vivieron en los centros de reclusión. “La información que nos dieron fue contundente, desde el punto de vista de que el informe de la INDDHH tiene un montón de imprecisiones y desajustes, algunas cosas que no son verdad y otras que son verdades a medias”, dijo a la diaria Ismael Fuentes, dirigente de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio y Servicios (FUECYS). Fuentes destacó además que la actual dirección “ha hecho cosas muy interesantes con los gurises”, incluyendo “muchos gurises que actualmente están trabajando”, además de que “se bajaron muchísimo las fugas” y “se ha mejorado sustancialmente las condiciones, aunque es cierto que falta mucho por hacer”.

“No cabe duda de que deben pasar cosas y de que debe haber un exceso, pero ellos manifestaron que en los casos en que vieron esas situaciones los enviaron a la Justicia. Hay personal separado del cargo, otros procesados y otros en investigación”, añadió el dirigente, que destacó la disposición de la dirección del Sirpa a continuar denunciando las situaciones. El Secretariado decidió respaldar el “modelo” a seguir por el Sirpa, “fundamentalmente sobre la base de darles perspectivas [a los adolescentes] por la base de la educación y el empleo”. La decisión fue apoyada por la totalidad de los integrantes del Secretariado, aunque algunos integrantes enfatizaron en mayor medida el rol de la INDDHH, como Edgardo Oyenart, secretario de Derechos Humanos de la central sindical. “La INDDHH tiene gente muy valiosa y eso es indiscutible, pero todos nos equivocamos”, sostuvo Fuentes.

En cambio, el dirigente de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea, Carlos Cachón, dijo que las denuncias de la INDDHH “hay que tomarlas en cuenta en su independencia, en términos de qué se puede corregir y mejorar”. Sin embargo, consideró que más allá de estos casos, lo actuado por el Sirpa “ha sido importante”: “Dentro de nuestra independencia de clase hay que reconocer cuando el trabajo se realiza bien, más allá de temas puntuales. Se está trabajando, hay sensibilidad para los temas y se apuesta a un proyecto de recuperación e inclusión social”.