El llamado de una serie de dirigentes sindicales a la conformación de una central sindical paralela al PIT-CNT, amplificado el sábado por el diario El País, no tendrá mucho éxito, estimaron legisladores del gobierno y de la oposición consultados por la diaria.

“Parecían bastante inconsistentes, no tenían mucha polenta. Tampoco parecían muy experimentados ni con muchos atributos”, señaló un diputado de la oposición, que participó en la sesión del martes 13 de mayo en la Comisión del Trabajo de esa rama parlamentaria. Otro representante de la oposición evaluó que este movimiento no tiene “ni una densidad ni un porte importante, ni de calidad ni de cantidad”, aunque “se nota que estaban embarcados en la aventura”.

En tanto, el oficialista Carlos Coitiño opinó: “Eran ocho personas y no vi atrás una masa de trabajadores”. Además, interpretó que estos dirigentes “en vez de luchar contra los empresarios establecen una lucha contra los trabajadores, ¿no será que están haciéndoles un favor a los empresarios?”.

A la sesión de ese día concurrieron dirigentes sindicales de gremios nuevos que se han escindido recientemente de los sindicatos afiliados al PIT-CNT. En la mayoría de los casos, denunciaron que se practicó una “persecución” contra ellos por divergencias de opiniones, que en algunos casos ameritaron la expulsión del gremio, aseguraron. Participaron integrantes del Sindicato de la Industria Mecánica del Transporte y Afines (Simtra), Trabajadores del Transporte Colectivo, el Sindicato de Ferroviarios del Uruguay, el Sindicato Nacional de Cuidadoras del INAU y el Sindicato de la Industria Mecánica del Transporte, todos creados en los últimos meses.

Durante la reunión, el más explícito fue Wilson de León, delegado del Simtra: “Hoy nos estamos organizando y es muy probable que en un futuro haya otra central de trabajadores, lo que le hará mucho bien al país. Pero no será porque nosotros queremos fomentar la desunión [...] Hemos recorrido varios caminos y hemos golpeado varias puertas y, lamentablemente, no se nos dio cabida”. En tanto, Pedro Coitiño, del Sindicato de Ferroviarios de AFE, dijo no tenerle “miedo” a una “segunda central sindical”: “Somos obreros como cualquier otro, sólo que pensamos diferente y queremos caminos diferentes”.

Ismael Fuentes, integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, no descartó que esta comparecencia parlamentaria sea analizada hoy en la reunión semanal de la conducción de la central, aunque “tampoco se le puede dar mucha importancia a algo que no lo tiene”. “Son grupos muy minoritarios, no es un sindicato, ni siquiera un comité de empresa”, dijo.

Otro integrante del Secretariado Ejecutivo, Jorge Bermúdez, considera que el tema ni siquiera merece ser tratado: “Se planteó una tormenta con matracas. El PIT-CNT debería gastar el tiempo en plantear de la mejor forma posible cómo llegamos a la mayoría de los trabajadores ante la posibilidad de una regresión de la derecha”. El anunció del impulso de una “central paralela” responde, según este dirigente, a “una operación política que El País levanta como vocero histórico de la derecha, intentando confundir y hacerles mandados a quienes representa, la derecha social y política. Pretende confundir”.