El actual ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, volverá a ser el primer candidato al Senado por su sector, la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad (CAP-L), que ayer realizó un “doblete”: inauguró una casa partidaria, en Joaquín Requena y La Paz, y presentó sus 24 listas a la Convención Departamental de Montevideo, encabezadas por distintos dirigentes del sector.

El senador Luis Rosadilla explicó durante su oratoria que la decisión de llevar múltiples listas al principio le “asustó”, aunque luego aprendió a “quererla” y se “enamoró” de ella. Según dijo, permite “generar la posibilidad de que en cada barrio, en cada grupo humano, en cada sindicato, en cada unión de uruguayos, fuera de donde fuera, se pudieran abrir estas listas, sus listas”. Lo cierto es que estos candidatos competirán por integrar un órgano que en la interna del Frente Amplio (FA) no tiene poder alguno, debido a que la fuerza política se rige por las resoluciones del Plenario Departamental, no por la Convención Departamental.

El dirigente del sector y director de Evaluación y Monitoreo del Ministerio de Desarrollo Social, Juan Pablo Labat, explicó que se trata de una propuesta que “permite rearmar” el sector “desde otras bases”, descentralizando su organización. Admitió que la Convención del FA es un lugar meramente “simbólico desde el punto de vista de la construcción del poder”, pero aseguró que las postulaciones de los candidatos no serán “inocuas”, en la medida en que “la organización reconocerá la capacidad de juntar gente” de cada postulante, que la propuesta “acumula voluntades políticas que traerán sus propias ideas” y que la votación será un elemento a tener en cuenta en la interna del sector.

De abajo

Subieron al escenario los 24 dirigentes que encabezan las listas (uno se llamaba Jorge Larrañaga). Tras las palabras de Rosadilla, le tocó el turno a Fernández Huidobro. A diferencia de los demás dirigentes, el ministro no subió al escenario, sino que habló sentado ante un escritorio que estaba abajo.

Tras destacar que su sector presentaría dos listas integradas por personas con discapacidad, centró casi todo su discurso en la importancia de la descentralización, destacando el proceso llevado adelante por el ahora precandidato Tabaré Vázquez cuando era intendente de Montevideo y también durante su presidencia, cuando impulsó el tercer nivel de gobierno municipal.

Tras hablar de la concentración de la población en Montevideo, en referencia al río Santa Lucía, dijo que su contaminación “no vino de una lluvia de algas, sino que es mugre de décadas de desidia e irresponsabilidad”. Cuestionó a la oposición porque, según dijo, cuando eran gobierno se burlaban de las propuestas del FA sobre energía eólica. “Decían que mirábamos mucho internet”, recordó. Dijo que Montevideo es una ciudad que está “al servicio de los automóviles” y observó que hay “un muerto cada 15 horas por accidentes de tránsito”. Además, invitó a imaginarse la ciudad paralela que constituyen las redes cloacales y el costo que esto tiene para el país: “¿Es racional emplear tanto dinero en el manejo de la mierda?”.

El final de su oratoria se lo dedicó al argentino Domingo Faustino Sarmiento. Durante diez minutos leyó algunos de sus textos, en los que señalaba la necesidad de exterminar a los indios, matar a los gauchos y ganar elecciones mediante el miedo y el terror. “Yo creo que es un gran hijo de puta, compañeros”, finalizó.