Dos semanas pasaron ya de aquella mañana en que los trabajadores de refrescos Mío fueron a trabajar y se encontraron con que la fábrica ubicada en la calle Molinos de Raffo estaba cerrada, con candado y alambres de púa sobre la reja. No hubo ni una llamada, ni un mensaje, y tampoco se hizo presente el dueño, Jorge Cancela, quien se encargó de vaciar la fábrica durante la Semana de Turismo mientras sus empleados estaban de licencia.
Desde ese entonces, las instancias de negociación en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) fueron difíciles de concretar, ya que Cancela faltó a dos de las audiencias previstas. El miércoles 30 de abril, si bien no se presentó, el dueño envió a dos de sus asesores legales, quienes escucharon el reclamo de los trabajadores que buscaban que la empresa vuelva a abrir. Los abogados sostuvieron -por orden de Cancela- que la intención era cerrar.
Ayer las partes se volvieron a reunir con una propuesta concreta, pero aún sin la presencia del dueño.
Truco y retruco
“La reunión pasada se había quedado en que la empresa tenía que dar unas respuestas a los trabajadores a ver qué pensaba hacer sobre el futuro de la misma, y hoy [por ayer] los negociadores confirmaron que no se pensaba reabrir” contó a la diaria el director nacional de Trabajo, Luis Romero.
El presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Richard Read, dijo a la diaria que los abogados de Cancela hicieron a los trabajadores una “propuesta verbal que consiste en entregar los materiales y las máquinas” para que los funcionarios se hagan cargo de la empresa. Sin embargo, éstos respondieron que para tomar la responsabilidad deberían contar también con la marca Mío. “Sólo con los fierritos no alcanza” opinó Romero, y Read, por su parte, dijo que “si no tenés la marca, no tenés nada”.
Ante este planteo, los representantes del empresario dijeron que “lo iban a estudiar” y se comprometieron a presentar en la próxima reunión -pautada para el jueves- la propuesta por escrito, ya que los trabajadores pidieron que se entregue de esta forma “para que tenga mayor sostenibilidad”. “A partir de eso evaluaremos; es la gente la que tiene que resolver” agregó Read.
Según el presidente de la FOEB la propuesta se hizo con la intención de saldar los créditos laborales, que son las deudas que tiene el patrón con los empleados en casos de despido. Para Romero, en cambio, esto no está tan claro: “Los trabajadores le piden las tres marcas, y si sigue adelante la negociación, tendrá que verse qué pasa con los créditos y lo demás”.
“Una vez que tengamos el documento evaluaremos la dimensión de la propuesta”, dijo Read, quien no quiso adelantar una postura sin la propuesta “por escrito”, aunque evaluó que “sin duda es un avance”.
Romero también contó que la empresa dijo que “comenzó a trabajar con la Lideco [Liga de Defensa Comercial] por la denuncia de algunos acreedores pendientes que puede tener”, por lo que “hay que ver si esta gente va a pagar o no”. Al respecto, dijo que Lideco seguirá un proceso con un síndico interventor y “si se lleva adelante, habrá que profundizar para saber de qué estamos hablando”. Pero advirtió que una vez iniciado este proceso hay que tener en cuenta que “ya no se puede tocar nada, todo queda en las manos del síndico”. “Esas cosas hay que ir aclarándolas en el camino si es que estamos negociando en serio, si es que no se hace para alargar el tiempo”, insinuó Romero. Consultado respecto de su impresión dijo: “Hay que ver el jueves, ahí voy a poder decir si es en serio o no”. “De estas maniobras [para alargar el tiempo] ya hemos visto, pero vamos a ver...”, agregó.
Read sostuvo, respecto de una posible autogestión de la fábrica de refrescos por parte de los trabajadores, que “hay que informarse y estudiar el tema”. “Nos asesoraremos con gente que ha transitado por la experiencia de autogestión, con los errores y los aciertos que puede significar eso, y luego tomaremos la última decisión junto con los involucrados” agregó, y delegó a los trabajadores la responsabilidad: “Son ellos quienes resuelven”. En un tuit después de la reunión resumió el camino al que se podrán enfrentar: “Autogestión, todo un desafío, menuda responsabilidad”.