El presidente José Mujica aceptó el convenio colectivo que el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) había acordado con la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), por lo que, si bien el ministro de esa cartera, Roberto Kreimerman, no lo adelantó oficialmente, se espera que continúe al frente de la cartera.

El lunes 18, Kreimerman y el director nacional de Energía, Ramón Méndez, pusieron sus respectivos cargos a disposición, luego de que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no autorizara el aumento de una serie de primas destinadas a salarios de funcionarios del MIEM, que habían sido acordadas con los funcionarios de dicha cartera en febrero. Las primas incluían aumentos salariales de hasta 10.000 pesos mensuales para cargos profesionales y primas de 1.000 a 5.000 pesos para el resto de los funcionarios, asignadas según su antigüedad.

Ayer el prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa, y el ministro de Trabajo, José Bayardi, se reunieron con representantes de COFE y acordaron, según dijo Mujica, “no realizar reclamos similares a los que están planteados en el MIEM”, por lo que “ante esa situación, el Poder Ejecutivo ha decidido cumplir con el acuerdo firmado”. En ese marco, el secretario general de COFE, Joselo López, dijo que los trabajadores son conscientes de que en un año electoral no puede haber aumentos, por lo que el gremio “no se embarcará en una lucha por salarios”, aunque “en los lugares donde se ha venido negociando se va a seguir haciendo”. “No nos comprometemos a otra cosa que no sea avalar la negociación colectiva”, afirmó.

Mujica hizo esas declaraciones en una conferencia de prensa realizada ayer junto al titular del MEF, Mario Bergara, Cánepa y el subsecretario del MIEM, Edgardo Ortuño. El mandatario recordó que la administración central paga sueldos más bajos que el sector privado para cargos técnicos y profesionales, y sostuvo que esta situación se volvió “peligrosa” fundamentalmente en el MIEM, en el que hay “proyectos complejos, considerados enormemente importantes”.

Mujica relató su versión de los hechos: “Jurídicamente amparado, este ministerio, por algunas razones particulares, con independencia y por el hecho de existir recursos presupuestales que estaban acumulados sin gastar, trató de impulsar, por un lado, una compensación transitoria para sus técnicos, y, complementariamente, sumar algunos recursos, también en forma transitoria, al personal general”. El mandatario dijo que la masa salarial total es de dos millones de dólares anuales, “distribuidos a favor de 148 técnicos y 300 y tantos trabajadores generales”.

También explicó por qué el gobierno decidió respetar el convenio: “El sentido común nos aconsejó tratar de mantener un buen equipo”, expresó, para luego asegurar que las actuales autoridades del MIEM “están al filo, en la puerta de algunas decisiones capitales para el futuro del país”, como las comunicaciones (por el proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual), la minería y la energía (por la planta regasificadora), entre otros temas. “Hubiera sido una falta de prudencia, con el trabajo acumulado por un buen equipo, tener otra consideración que nos hubiera llevado a que estas decisiones se aplacen demasiado en el tiempo, cuando pensamos que precisamente hay que tratar de definirlas a la brevedad”, finalizó, no sin antes “valorar la decisión de los dirigentes sindicales de que esto no es un caso repetible en el resto de la administración pública”.

Tras el acuerdo, tanto Kreimerman como Méndez volverán a sus cargos, según confirmó a la diaria este último, quien dijo que ambos se reintegrarán hoy mismo a la cartera. Otros allegados al ministro, que está de licencia desde la semana pasada, sostuvieron que el titular del MIEM se tomará unos días de descanso antes de retomar sus tareas.

Si bien en el Frente Amplio la defensa de la gestión de Kreimerman no mostró matices, sí los hubo respecto de la forma en que su cartera manejó el acuerdo salarial. El senador socialista Daniel Martínez defendió el accionar del jerarca (que también pertenece a este sector) y sostuvo la importancia de “tener un ministerio que no sea gordo, sino poderoso en sus capacidades, que entienda lo que pasa en el mundo y pueda generar políticas con el sector energético, el industrial y el de las telecomunicaciones”. En tanto, el diputado de Asamblea Uruguay Alfredo Asti defendió la gestión de Kreimerman pero recordó que, si bien el Estatuto del Funcionario Público permite en la asignación de salarios un “escape” para situaciones en las que el Estado “no pueda retener a personal calificado”, sostuvo que fue “un problema” generalizar esta partida “al resto de los funcionarios”. El fin de semana, el líder del sector de Asti, el vicepresidente Danilo Astori, le había pedido a Kreimerman que reflexionara y retomara su cargo.

A meterle mano

Durante la conferencia de prensa Mujica destacó la necesidad de modificar la Ley de Negociación Colectiva en el Sector Público, algo de lo que desde el gobierno se dieron cuenta, en este caso, “con el diario del lunes”: “Hemos constatado que existe falta de claridad en la normativa de negociación colectiva del sector público, y esto ha contribuido a que se cometieran errores de procedimiento en el seno del propio Ejecutivo”. Según dijo el presidente, el gobierno “tiene la obligación de enviar propuestas de normas legales que aclaren y fijen lo atendible en cada uno de los niveles de la negociación laboral, tratando de mejorar estas falencias”. López se mostró favorable a esas modificaciones, sostuvo que “favorecerá la negociación colectiva” y dijo que desde el gobierno se les prometió que participarían en la elaboración de los cambios.