Con una foto a algunas autoridades nacionales y departamentales posando con cascos puestos, comenzó ayer la inauguración del Sistema de Bicicletas Públicas de la Ciudad Vieja. La intendenta de Montevideo, Ana Olivera; el presidente de ANCAP, José Coya; el alcalde del Municipio B, Carlos Varela; el subsecretario de Turismo y Deporte, Antonio Carámbula, y la titular de esa secretaría de Estado, Liliam Kechichián, posaron para la foto, aunque los dos últimos optaron por no colocarse el casco. Una vez que se retrataron con las bicicletas y la plaza Matriz de fondo, comenzó formalmente la inauguración. En la oratoria se reflexionó sobre el uso de las bicicletas en la actualidad y la solicitud de ciclovías y bicisendas desde organizaciones de la sociedad civil, así como sobre la importancia de ofrecer un servicio similar al que hay en otras ciudades turísticas del mundo.

Movete

Las estaciones donde se puede acceder o estacionar las bicicletas están ubicadas en el teatro Solís, el Templo Inglés, Reconquista y Pérez Castellano, el Hospital Maciel, el Mercado del Puerto, la sede del Banco República (BROU), la terminal Ciudadela Norte y la plaza Matriz. En circulación habrá 80 bicicletas; 20 quedarán en stock para sustituir las que haya que reparar.

Los ciudadanos que quieran utilizar el servicio deben contar con la tarjeta del Sistema de Transporte Metropolitano (STM) y registrarse en la oficina de atención al usuario ubicada en Alzáibar 1321, cerca de la plaza Zabala, también en la Ciudad Vieja. Además, la persona deberá abonar anualmente, o hasta que se le agote el saldo, 110 pesos. Los primeros 30 minutos son gratis; quienes quieran seguir andando gratuitamente por hasta cuatro horas deberán hacer intervalos de cinco minutos cada media hora. A partir del minuto 31, el costo asciende a 11 pesos, a la hora aumenta a 33 pesos, entre dos y tres horas cuesta 55 pesos, y entre tres y cuatro horas, 77 pesos. El tiempo máximo de uso no podrá superar las cuatro horas. El retiro de las bicicletas será entre las 9.00 y 18.00. La devolución podrá ser fuera de horario.

En tanto, los turistas que no cuenten con la tarjeta STM y deseen utilizar los rodados deberán solicitar la tarjeta Movete, que estará disponible en los hoteles u hostales donde se alojen. Allí se la prestarán en forma gratuita o se la podrán cobrar por hasta un monto máximo que todavía se está definiendo entre el Conglomerado de Turismo y la Intendencia de Montevideo (IM). En este caso el responsable de las bicicletas ante la IM será el hotel. La información sobre el servicio está disponible en la web movete.montevideo.gub.uy.

Alta rotatividad

Juan Vespa, del departamento de Movilidad Urbana de la IM, explicó que las bicicletas no se prestarán por más de cuatro horas porque la idea es que haya “alta rotatividad”. Aclaró que no es para pasear por la rambla o hacer ejercicio; en ese caso es más conveniente un vehículo de alquiler o propio. “La idea es que se utilice en tramos cortos, te bajás en algunas de las terminales o dejás el auto estacionado y te tomás la bicicleta”, detalló. A modo de ejemplo, citó el caso de una persona que viva cerca de la plaza Matriz y trabaje en la plaza Independencia, o alguien que desde el BROU quiera ir a comer algo al Mercado del Puerto y vaya en una bici y vuelva en otra.

Consultado respecto de la seguridad del servicio, Vespa indicó que cada vehículo tiene un chip identificatorio por el que se sabe quién lo retira y dónde lo devuelve. En cuanto a posibles actos de vandalismo, dijo que se está trabajando con el Ministerio del Interior para coordinar el monitoreo a partir de las cámaras de seguridad que se han instalado en la zona. En tanto, cada estación tiene una cámara instalada que hará un seguimiento de las bicicletas, de manera que si fuera de horario “se encuentran movimientos extraños, se dispara una alarma”, puntualizó.

A este punto también se refirió Olivera en diálogo con la diaria. Recordó que cuando se instalaron los primeros gimnasios a cielo abierto (actualmente hay unos 70) hubo “actos de vandalismo”, pero con el paso del tiempo disminuyeron. Remarcó que los daños registrados en los primeros gimnasios en Montevideo fueron similares en el interior del país, y esperan que ocurra lo mismo con el sistema de bicicletas capitalino. Asimismo, indicó que han estudiado las experiencias de otras partes del mundo y en todas hay “cierto nivel de vandalismo”. Lo definió como un “porcentaje preestablecido” y especuló que la cifra no será mayor en Montevideo que en ciudades extranjeras.

Cabe señalar que además de la IM participa en la iniciativa ANCAP: la comuna invirtió 700.000 dólares y el ente aportó 300.000.