Diferencias políticas y de estrategia electoral llevaron a un grupo de dirigentes de la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad (CAP-L) a alejarse del sector. La decisión, evaluada desde hace un tiempo atrás, se efectivizó anoche, durante una reunión del Comité Ejecutivo Nacional de la CAP-L. “Los compañeros hicieron un planteo vinculado a la estrategia electoral, nosotros entendíamos que lo que planteaban no era la mejor estrategia, y nos comunicaron que dan un paso al costado. De todos modos, seguimos teniendo muchos puntos de coincidencia”, confirmó a la diaria Nicolás Pereira, diputado del sector.

En el grupo de dirigentes que se alejan hay tres integrantes del Ejecutivo de la CAP-L: la ex presidenta del Instituto del Niño y el Adolescente de Uruguay (INAU), Nora Castro; el director general de secretaría del ministerio de Educación y Cultura, Pablo Álvarez, y el director de la Secretaría de Gestión Social para la Discapacidad de la Intendencia de Montevideo, Federico Lezama. Los dirigentes que se alejaron prefirieron no formular declaraciones por el momento.

Ayer se plantearon concretamente diferencias vinculadas a la estrategia electoral: quienes se alejaron proponían que el sector “se presentara en octubre con una multiplicidad de listas para multiplicar el potencial militante”, pero el resto entendía que “no era la mejor estrategia”, señaló Pereira.

Más allá de esta discusión puntual, las diferencias de estos dirigentes con el resto del sector se arrastraban desde hacía tiempo, y son también de carácter programático. Uno de los debates que se hizo público fue el vinculado a la importancia de la agenda de derechos. El ministro de Defensa y cabeza del sector, Eleuterio Fernández Huidobro, manifestó en setiembre de 2013 que la agenda de derechos (matrimonio igualitario, despenalización del aborto, legalización de la marihuana) “no jode a nadie” y que la izquierda “se olvidó de la lucha de clases”. Consultado al respecto en ese momento, Pablo Álvarez opinó que uno de los debates que el FA se debe tiene que ver con el desarrollo de una estrategia que ponga en diálogo a la nueva agenda y al proyecto histórico de la izquierda. Opinó que “no es cierto” que ambas agendas sean contradictorias “en el proceso de acumulación de fuerzas”. “El capitalismo no es exclusivamente una cláusula de funcionamiento económico, y precisa construir otros elementos estructurantes para mantener esa dominación”, evaluó en aquella instancia.