Ahora las expectativas y esperanzas de los habitantes del edificio Royal, de la céntrica esquina capitalina de Andes y 18 de Julio, están puestas en que el presidente de la República, José Mujica, pueda ver las cosas y casas que ellos construyeron con lápices para expresar la incertidumbre que les provoca saber que van a desalojarlos sin que tengan a dónde ir.

Sobre las 18.30 de ayer unos diez gurises, algunos todavía con túnica, avanzaron desde la esquina de Florida hacia la puerta de entrada principal de la Torre Ejecutiva. Llevaban en una bolsa todos los mensajes y creaciones que el domingo habían poblado las paredes del edificio, del que deberán irse cuando el juez de Concurso de 2º Turno, Álvaro González, fije una nueva fecha para la evacuación, tras recibir el miércoles un respaldo del Tribunal de Apelaciones en lo Civil de 3er Turno a su sentencia, que había definido que los moradores no tienen derecho a permanecer allí.

El grupo traspasó la puerta de vidrio y antes de acceder por completo a la sede del Poder Ejecutivo, un funcionario de seguridad de Mujica los recibió parándose sobre el escáner que controla el acceso de personas. Les informó que el presidente no estaba, pero les aseguró que le entregaría en mano los trabajos. “¿Tienen alguna carta para el presidente?”, quiso saber. Como le contestaron que no, los alentó a que le dijeran qué mensaje querían hacerle llegar: “Que la calle no es lugar para vivir. Queremos tener una casa”, respondieron los niños.

El hombre sonrió, les dio las gracias y al mismo tiempo que los niños se dio media vuelta para dirigirse hacia el ascensor, mientras que ellos lo hicieron en dirección a la calle, donde sus padres y otros vecinos del Royal esperaban para escuchar cómo les había ido. “El presidente es el que puede hacer algo por nosotros, porque si él no puede, no puede nadie”, resumió Libio Infantas, uno de los voceros de la comunidad del Royal. Eran casi las 19.00 cuando se prepararon para desandar el camino de unos 200 metros que los separaban del que consideran su hogar.

Además de tener esperanzas de que Mujica se interese por la situación, la comunidad Royal será recibida por los integrantes de la Institución Nacional de Derechos Humanos. El encuentro fue coordinado ayer y se fijó para el viernes.