La creación de cargos de alta dedicación acordados en el Consejo de Salarios de fines de 2012 entre representantes del MSP, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) y las instituciones empleadoras, despertó resistencias de varias sociedades médicas agrupadas en las Sociedades Anestésico Quirúrgicas (SAQ). Una de las más activas fue la SGU, que rechazó este tipo de cargos para su sector por entender que implicaban una rebaja salarial y no contemplan la “independencia profesional” de poder elegir cargos alternativos.

En ese momento, Marcelo Diamant, integrante de la Mesa Ejecutiva de la SAQ, dijo que el nuevo modelo de trabajo imponía un “tope salarial” y pagaba igual que a un médico no especialista. El ex presidente de la SGU Francisco Cóppola denunció a mediados de mayo que dos ginecólogos jóvenes de Salto fueron presionados por la SGU para que no eligieran esos cargos de alta dedicación. Gualberto Arribeltz, secretario de la SGU, aseguró a El Observador que no hubo presiones, pero admitió que existieron llamados para “explicarles las consecuencias gremiales” si aceptaban esos puestos.

Las SAQ reclamaron no haber sido consideradas para estas modificaciones, pero el presidente del SMU, Julio Trostchansky, afirmó que sólo el SMU está facultado a suscribir convenios salariales y de ejercicio profesional, y aseguró que estos cargos benefician a 85% de los ginecólogos que “hoy ganan menos de lo que se propone en estos cargos”.

Unos pocos hombres blancos

A partir del procesamiento de datos que recoge y publica la División de Recursos Humanos del MSP, es posible observar que en las Instituciones de Asistencia Médica Colectivas (mutualistas) trabajan 638 ginecólogos, de los cuales 64% tiene más de 46 años y 16% tiene más de 61 años. En el interior del país, el envejecimiento de estos especialistas se acentúa: tan sólo la tercera parte de los ginecólogos tiene menos de 45 años.

A partir de considerar los datos sobre salarios, edades y horas trabajadas para noviembre de 2013 -sin tomar en cuenta el ingreso por la actividad de block quirúrgico coordinado- e incluyendo exclusivamente a las mutualistas, se puede determinar que el salario promedio para estos especialistas es de 111.705 pesos para el total del país, cifra que se eleva a 141.547 pesos en el interior. Ese salario promedio corresponde a un total de 103,3 horas efectivas mensuales en el total del país y de 143,4 horas para el interior.

Según fuentes del MSP, el cambio en el régimen de trabajo médico acordado establece cargos de 175 y 209 horas de trabajo mensuales, incluyendo toda la actividad con la excepción del retén. Si se analizan los cargos por institución, en Montevideo los ginecólogos están más lejos de estos horarios que en el interior, pero se acercan a la carga horaria prevista en el acuerdo si se considera el conjunto de su actividad en el sistema. En cualquier caso, las horas de trabajo a la que accederían los ginecólogos en el nuevo régimen superan las vigentes, de acuerdo a los datos del Sistema de Control y Análisis de Recursos Humanos (SCARH) del MSP. Los datos permiten encontrar una clara concentración de los más altos salarios entre quienes tienen más edad. Para el total del país, los ginecólogos más jóvenes -aquellos que están entre 31 y 45 años- perciben en promedio la mitad de lo que cobran mensualmente los especialistas de más de 61 años.

Si se organizan los ingresos de los ginecólogos por deciles, ordenándolos de menor a mayor de forma de generar diez grupos donde cada uno represente 10% del número total de estos especialistas, se observa que 20% de los ginecólogos que cobran mayores salarios percibe 55% de la masa salarial total de ginecología de las mutualistas, mientras que 20% de menores salarios, capta 2%. Adicionalmente, los ginecólogos del decil más rico cobran en promedio 75% más que los del primer decil.

Por otra parte, las cifras muestran una correlación directa entre altos ingresos y el acceso a los cargos titulares. Mientras que tan sólo 20% de los ginecólogos de menores ingresos son titulares de un cargo, en el decil “más rico” este guarismo asciende a 86%. Si se analizan los datos agregados por persona, se observa que el multiempleo suaviza las diferencias por decil de ingreso, pero en general las conclusiones se mantienen. El salario promedio total de un ginecólogo del primer decil es de 7.000 pesos, mientras que el salario promedio del 10% de mayores ingresos es 328.081 pesos.

Los datos también muestran una clara correlación entre ser hombre y de edades superiores con el nivel de ingreso percibido. Las mujeres ginecólogas se concentran en los tramos de más bajos ingresos (64% de los ginecólogos de menos ingresos son mujeres) y tienen una participación muy reducida en los últimos deciles de ingreso. En el caso del 10% superior, sólo 22% son mujeres. Por otra parte, la edad promedio de 20% de ginecólogos de mayores ingresos es de 54,25 años, mientras que la edad promedio del 20% de menores ingresos es de 44,55.

Sumemos

Si se incorporan los salarios cobrados por los ginecólogos en los prestadores públicos -la Administración de los Servicios de Salud del Estado, los hospitales Militar y Policial, los sanatorios del BPS y el BSE, el Hospital de Clínicas y las policlícinas de la Intendencia de Montevideo- se confirma la existencia de un reducido grupo de ginecólogos, principalmente hombres de mayor edad, que acceden a la parte mayoritaria de la masa salarial, a los cargos titulares y de mayor carga horaria. Al considerar el salario percibido tanto en las mutualistas como en el subsector público, se verifica que 10% de mayores ingresos se queda con 25% de la masa salarial de estos especialistas.

El salario promedio por ginecólogo puede llegar a 375.557 pesos en el décimo decil. Para este 10% de especialistas, también se observa un bajo porcentaje de mujeres, una elevada edad promedio (26% tienen más de 60 años) y son quienes acumulan un mayor número de trabajos.