“Logro y nivel educativo alcanzado por la población en 2013” se denomina el estudio que presentaron ayer las autoridades educativas, que, según dijo el director de Educación, Luis Garibaldi, marca tendencias sobre lo que viene sucediendo en materia educativa. La investigación procesa información de la Encuesta Continua de Hogares, por lo que los datos refieren más a aspectos cuantitativos que a cualitativos.

El titular del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Ricardo Ehrlich, hizo referencia a este punto durante la presentación de los datos llevada a cabo en la Torre Ejecutiva: “No figura en el análisis la mirada sobre la calidad ni la mirada sobre el territorio”. Pero sí permite ver las diferencias educativas que existen entre familias de mayores recursos y las más pobres.

Como dato a destacar, Ehrlich se refirió a la cobertura educativa que tiene el país entre jóvenes de cinco y 15 años. El coordinador del área de Investigación y Estadística del MEC, Gabriel Errandonea, enfatizó que a esa altura de la vida la cobertura es “universal”. Entre los cuatro y los 15 años de edad, “nueve de cada diez están estudiando en el sistema formal”, enfatizó. Asimismo, remarcó que ha habido un incremento en las edades previas y posteriores. En los niños de tres años la escolarización alcanza el 60%, a los cuatro años, el 90%, cifra que aumentó levemente respecto de 2012 (89%). A los 14 años el promedio de cobertura es de 92,5% y baja a 87% a los 15 años.

Al respecto, la publicación señala que “los niveles de no asistencia crecen a partir de los 12 años de edad. Entre los niños de 12 a 14 años, se registra una participación en educación media básica superior a la registrada en años anteriores”. En 2009 el porcentaje era de 70,6; en 2010, de 73,4%; 2011, de 73,7%; en 2012, de 73,8% y en 2013, de 75,6%.

“En el grupo de 15 a 17 años la proporción de muchachos que están fuera del sistema educativo continúa lentamente descendiendo”, dice la publicación. En 2013 estaba 21,3% fuera del sistema, 21,4% en 2012, en 22,8% en 2011 y 24,5% en 2010.

La base

“La culminación de ciclos se asocia al nivel socioeconómico de los hogares de procedencia”, remarcó Errandonea durante la presentación. Eso se ve, por ejemplo, si se considera el nivel educativo máximo alcanzado por la población de 25 a 59 años. En el primer quintil, donde se ubica a los hogares más pobres, 55% culminó educación Primaria, 43,3% finalizó educación media y solamente 1,7% egresó de nivel terciario. En contraposición, en el quintil de mayores ingresos más de la mitad (54,2%) estudió a nivel terciario, 38,8% cuenta con estudios hasta educación media y 6,9% solamente tiene estudios primarios.

Las diferencias tienden a agrandarse de los 14 años en adelante. 94% de la población que integra el quintil más pobre culminó primaria mientras que 97% está en la misma situación en el quintil con mejores ingresos. En cambio, 42% de los jóvenes de 17 y 18 del quintil más pobre culminó educación media básica, al tiempo que 65% de quienes vienen de familias con mejores ingresos culminó el ciclo. En tanto, la relación de culminación de educación media superior entre los 21 y 22 años es de 11% en los hogares de menores ingresos a 37,7%, que son los de mayores ingresos.

Ni una cosa ni la otra

12% de la población comprendida entre los 15 y 24 años de edad no estudia, no trabaja y no busca trabajo, porcentaje que se mantiene desde 2012. La proporción de mujeres es superior, seis de cada diez; también lo es la población del interior del país: 64,3%. Y “más de la mitad integran 20% de hogares de más bajos recursos (51,2%)”, proporción que aumentó en el último año, ya que en 2012 46,2% correspondía a hogares más pobres y en 2011 el porcentaje había sido 48,8%. La disminución de la proporción de jóvenes de entre 15 y 20 años que no estudian, no trabajan y no buscan trabajo quedó planteada como desafío a partir de los resultados.

En la línea de logros se destacó, entre otras cosas, la baja del analfabetismo. Errandonea detalló que en los últimos 50 años la cantidad de personas que no saben leer ni escribir disminuyó a casi la sexta parte: mientras que en 1963, 8,8% de la población era analfabeta, en la actualidad el porcentaje es de 1,6%. En el medio rural los valores aumentan, 15,4% en 1963 y 2,7% el año pasado. Según las cifras actuales, es analfabeta 1,2% de la población entre 15 y 49 años, y 3,5% en el grupo de los mayores de 65 años. El coordinador del área calificó la tasa nacional como la “más baja de la región”. El promedio de analfabetismo en la región es de 7,6% y en el mundo el porcentaje se eleva a 17,9%.