A las 17.30 de ayer, tres veteranos aguardaban impacientes la llegada de Pedro Bordaberry a la sede partidaria de la lista 2000 (Amigos de Óscar Magurno) de Piedras Blancas, ubicada en el cruce de la avenida Pedro de Mendoza y Camino Tula. Dentro del local otros vecinos también esperaban el arribo del candidato colorado, muchos de ellos identificados con algún atuendo rojo, fuera pantalón, buzo o campera. El local parecía ser uno de esos bares antiguos: tenía una pequeña barra y una añeja heladera; unos vasitos limpios permanecían sobre una bandeja. Banderas de la lista 102000 del Partido Colorado (PC) y una foto de Jorge Pacheco Areco eran los únicos objetos que adornaban el salón.

La cita era a las 17.15, pero el recorrido que Bordaberry había iniciado a las 15.30 por los barrios Borro, Nuevo Ellauri, Casavalle y Piedras Blancas se había demorado bastante, por lo que su arribo al lugar se concretó más de media hora después, cuando la concurrencia superaba las 50 personas.

Durante la espera, los veteranos empezaron conversando sobre el ahora delantero de Barcelona Luis Suárez y fueron cambiando de tema hasta que el tópico fue la fórmula presidencial. Uno de ellos recordó las palabras que el flamante candidato a vicepresidente, Germán Coutinho, dijo en el marco de su designación oficial. “Viste que dijo que viene para ganar”, dijo uno de los hombres, y el que estaba frente hizo un gesto de escepticismo. El primero volvió a preguntarse: “¿Ganará Pedro?”. “¡Qué va a ganar! Ojalá ganara, pero no va a ganar”, le respondió el otro. Tras una pausa, un tercero se metió en la discusión: “Estaría muy bueno ganar, pero no con fraude, sino limpiamente”, aportó, rememorando quizá otros tiempos de la historia política uruguaya.

Los veteranos continuaban su tertulia mientras Cacho Barreiro, uno de los referentes de la lista en la zona, que era fácilmente distinguible por su pantalón de jogging rojo, cruzaba al supermercado para comprar comida para uno de los escuálidos perros que merodeaban por el barrio. “Tiene que comer algo”, comentó.

La llegada de nuevos dirigentes a la sede daba a entender que Bordaberry estaba cerca. Un joven vestido con un sobretodo se quedó de pie junto a la puerta de acceso, sin saludar ni hablar con nadie. “Éste es uno de los capos”, aseguró uno de los veteranos.

Minutos después, y rodeado de una treintena de dirigentes, apareció en escena un sonriente Bordaberry que se abrazó y sacó fotos con prácticamente todos los presentes. Además de estar secundado por algunos periodistas y dirigentes juveniles, lo seguían el parlamentario Guillermo Facello (primer candidato a diputado de Vamos Uruguay), el edil Aldo Ferrari y el dirigente barrial Plinio Chávez, que inauguró la oratoria de la jornada, luego de que Bordaberry preguntara si alguien sabía jugar al truco.

Antes de que el candidato pronunciara su discurso, Facello destacó la presencia de un comerciante llamado Andrade, militante de Batllistas de Ley, que “inmediatamente después de la elección se puso a trabajar por la candidatura tuya”, le dijo a Bordaberry, quien aprovechó el dato para arrancar: “Que tú estés acompañándonos tiene una importancia muy grande”, dijo, dirigiéndose a Andrade. Al finalizar el acto, Bordaberry desestimó, en diálogo con la diaria, que el PC se haya fracturado luego de la definición de la fórmula presidencial: “Ya estamos trabajando. Acá hay dirigentes del otro sector y con ellos estamos mirando todos para adelante”.

En su oratoria sostuvo que la inseguridad “no se aguanta más”. “No sirve para nada [el ministro del Interior, Eduardo] Bonomi”, se adelantó una señora. Bordaberry respondió: “No, seguro. Entonces, vamos a votar para cambiar”. Luego afirmó que el plebiscito por la baja de la edad de imputabilidad penal será un mensaje claro para los políticos, que confirmará la sensación de que “no se aguanta más”. “Basta de delincuencia. Basta de derretirse por los delincuentes, y acuérdense de los derechos humanos de los que trabajamos”, sentenció.

Minutos después, se refirió a la necesidad de que haya cambios en la educación y la salud: “Andamos corriendo atrás de las horas y atrás de los remedios. Los pedimos al dispensario y los terminamos comprando en la feria”. Una señora acotó que en la feria del barrio una puestera vende gasas de propóleo a 20 pesos, “todo de la Salud Pública”. Bordaberry se limitó a señalar: “Me parece que tenemos que cambiar, y para eso vamos a votar”.

El siguiente tema fue el gobierno departamental, pero no fue el candidato quien lo propuso, sino un vecino que se quejó de que desde noviembre tiene un basural frente a su casa. Bordaberry dijo que iba a regresar al barrio no sólo con el candidato del PC a la intendencia, Luis Alberto Ney Castillo, sino también con Coutinho: “Sería bueno que vayan a Salto y vean cómo se trabaja en los barrios. ¿Saben cuánto vale el boleto en Salto? ¡Seis pesos!”.

Culminó el acto Barreiro: “Hay que terminar con estos delincuentes. ¿Quién le va a creer que [Mujica] dona el sueldo al Plan Juntos? Que no joda. ¡Yo no le creo nada!”.