El diputado frenteamplista por San José, Walter De León (Espacio 609), cuestionó en el Parlamento la falta de controles en la fabricación y comercialización de fertilizantes en Uruguay. El legislador transmitió en cámara, en la media hora previa del plenario de diputados del viernes 4 de julio, la preocupación de la industria química y sus trabajadores porque ISUSA, una de las plantas productoras más importantes del sector, envió a 50 operarios al seguro de paro durante el mes de junio.

El legislador del Espacio 609 reclamó que se corrijan las asimetrías existentes en estos productos químicos de uso agrícola, ya que, según manifestó, nadie controla la calidad de los productos importados. Según De León, el problema radica en que a diferencia del pasado, las empresas que mezclan y envasan fertilizantes están fuera del sector químico y no cuentan con las garantías que la legislación prevé para aquellas que manejan productos químicos.

En diálogo con la diaria, el diputado destacó que hoy es posible “montar un escritorio e importar contenedores de fertilizantes desde donde sea y esos [fertilizantes importados] no tienen controles”. Destacó que la industria nacional “dentro de todo ha invertido” y tiene declaraciones de interés nacional otorgadas por parte del actual gobierno. El sindicato de la industria química, el de ISUSA y la propia empresa hicieron un planteamiento conjunto en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social buscando “no competir en desventaja”, recordó De León, quien manifestó que de acuerdo a la ley vigente (N˚13.663) los controles deben ser realizados por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), aunque destacó que “sacaron esa oficina y no tienen laboratorio para controlar”.

De acuerdo a dicha ley, de 1968, la importación de fertilizantes y materias primas para su procesamiento debe estar previamente autorizada por el MGAP y deberá venir acompañada de documentación que establezca la fórmula y etiquetas en el envase que establezcan su contenido. La ley establece que el MGAP deberá “extraer muestras, inspeccionar y hacer análisis y pruebas” de los fertilizantes transportados, vendidos o expuestos a la venta y determinar si cumplen con los requisitos legales”.

De León recordó que años atrás, como no había prácticamente importación de estos productos, los fertilizantes estaban controlados porque los análisis se hacían en las plantas elaboradoras. Según De León, estos importadores pagan salarios inferiores a los que rigen en la industria química en la medida que sus empleados cumplen funciones meramente administrativas. Además, recordó que los fertilizantes importados “entran a granel, nadie los controla y además no pagan el Arancel Externo Común del Mercosur”. Adicionalmente, la industria química tiene que entrar los insumos por medio de la zona franca de Nueva Palmira, lo que según De León implica más costos por los tiempos de espera del barco. Sin embargo, los otros importadores los ingresan directamente a través del puerto de Montevideo. “Para el país, la cadena agroexportadora es muy importante y [por eso] es necesario dominar los fertilizantes”, dijo el diputado del Espacio 609, quien agregó que ISUSA ha denunciado que al no existir controles, ingresaron vía importación productos que no contenían lo que dicen contener.