“Así como antes todos nos dimos cuenta de que la inflación es mala, ahora también nos damos cuenta de que la responsabilidad fiscal es buena”, dijo ayer Ramón Pampín, del equipo económico del Partido Nacional (PN), sobre el final del debate que se realizó en el Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay. La frase refería a las críticas hechas por el actual director de la Asesoría Macroeconómica y Financiera del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Andrés Masoller (en representación del Frente Amplio), quien sostuvo que el PN en realidad quiere hacer gruesos recortes en los gastos sociales del Estado: “Me hace acordar a la querida motosierra; pensé que ya no existía, pero por algunas propuestas que se hacen, evidentemente estaría resurgiendo”.

El asesor nacionalista debió sustituir a la candidata al MEF propuesta por Luis Lacalle Pou, Azucena Arbeleche, que a último momento anunció que no podría asistir.

Además de Pampín y Masoller, participó en el debate el ex ministro de Economía Isaac Alfie por el Partido Colorado (PC). No asistió a la cita el representante del Partido Independiente, Marcel Vaillant.

Durante buena parte de su intervención, Masoller criticó duramente las propuestas de ambos partidos de oposición, pero se focalizó principalmente en el PN. Sostuvo que actualmente las posibilidades de redistribuir el gasto en el sector público son “muy acotadas”, debido a que 60% del gasto es “endógeno” y aumenta independientemente de la política económica, mientras que del 40% restante, “buena parte” se la llevan las prioridades presupuestales como la Administración Nacional de Educación Pública, el Ministerio de Desarrollo Social, el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, el Ministerio del Interior, el de Transporte y Obras Públicas y el de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. “Salvo que alguien empiece a recortar gastos en estos ministerios, la eficiencia del gasto iría por un mejor uso de esos recursos, pero nadie pensaría en reducir ahí. Queda una bolsa de aproximadamente 2% del Producto Interno Bruto (PIB) en la que sí se puede bajar [el gasto]”, manifestó.

Según dijo, las propuestas de los partidos de oposición son “realmente preocupantes, porque establecen más aumento del gasto y menos recaudación”, cuando a la vez se proponen reducir el déficit fiscal. Entre otras medidas propuestas por el PN, enumeró el plan “Asentamiento cero”, las modificaciones al Impuesto a la Renta de las Personas Físicas, la eliminación del Impuesto a la Asistencia a la Seguridad Social, el aumento del salario de los docentes y policías, la creación de una guardia nacional, la creación de cárceles, la ciudad universitaria y el famoso “shock” de infraestructura vial y portuaria que propone Lacalle Pou. Según dijo Masoller, la propuesta del PC es “aun más pretenciosa”. “No quisiera ser ministro de Economía en esa posición, teniendo que decirle que no a la mayoría de las propuestas planteadas en cada uno de esos programas”, sostuvo.

Luego de eso, Pampín dijo que Masoller hizo una “distorsión” en la interpretación de esos gastos. “No necesariamente todo está en la línea presupuestal”, sostuvo. Propuso que una forma de liberar recursos es que el gasto crezca por debajo del PIB, lo que podría ser usado para “acomodar el déficit fiscal”. Aseguró que no se van a “tocar” las transferencias, remuneraciones ni nada que tenga que ver con el gasto social, pero ejemplificó que en los rubros “Materiales y servicios no personales” y “Suministros” hubo un gasto de 1.500 millones, de donde pueden salir recursos. Luego criticó a ANCAP por no tener una cobertura cambiaria y aseguró que se pueden obtener recursos de “establecer, simplemente, buenas prácticas”. Finalmente, dijo que tanto el plan “Asentamiento cero” como el “shock” de infraestructura son proyectos de gran escala que el sector público “no está capacitado para manejar”, por lo que dijo que la propuesta del PN es “hacer bien lo que el FA hizo mal” y concretar los mecanismos de asociación-público privada “aprendiendo 
de los errores”.

Masoller respondió que la oposición quiere recortar las transferencias del presupuesto nacional en subsidios y subvenciones en 200 millones de dólares, cuando se trata de una partida con 250 millones. “¿Qué tiene esa partida? Recursos para el Plan Ceibal, para la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, para AFE, para la Agencia Nacional de Vivienda, para el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria”. También dijo que en la partida “Suministros y materiales” se plantean ahorros de 110 millones de dólares, y allí se presupuestan “medicamentos, vacunas para salud pública, alimentos de cárceles, hospitales, servicios de informática. Me cuesta creer que ahí se pueda lograr un ahorro de 110 millones de dólares”.

Por último, advirtió que los procesos de participación público-privada son “lentos” y que si el PN efectivamente quiere utilizar ese mecanismo para financiar sus políticas sociales, va a lograr “postergar en el tiempo una necesidad imperiosa como la inversión en infraestructura”.

Lito

Durante su intervención, Alfie dijo que si bien Uruguay ha crecido en los últimos años, tiene una “carencia absoluta” de reformas estructurales, un deterioro importante de la infraestructura, un alto endeudamiento y una situación de las finanzas públicas que es “insostenible”, al punto de que si en dos años sigue igual, las calificadoras nos van a “bajar la nota” (luego Masoller diría que su gestión es totalmente sostenible). Pero buena parte de su intervención la dedicó a la situación educativa, que va a generar un “cuello de botella infranqueable”.

A su turno, Masoller se rehusó a hablar de educación. Dijo que no era el lugar apropiado para tratar el tema, y que no era pertinente que él opinara sobre las propuestas educativas en un debate sobre economía. Pampín, en cambio, sostuvo que el tema era pertinente para la economía porque “la educación es uno de los componentes a largo plazo de la productividad, que ya es el principal problema”.