El primer punto en el que se detuvo fue el gasto público. Dijo que “debe seguir creciendo por el aumento de precios y además en términos reales”, pero que “hay una restricción” y es que “ese crecimiento real no puede ser mayor que el crecimiento del Producto [Interno Bruto]”. “Es igual que en una familia”, sostuvo quien se desempeña también como profesora de catequesis: “No podemos gastar más de lo que tenemos”.
En gestión
Si bien no tuvieron ocasión de tomar la palabra, en el acto se presentó a otros profesionales que integran el equipo económico de campaña de Lacalle Pou. Entre otros, el ex intendente de Maldonado, ex director de UTE y ex senador Enrique Antía, el diputado suplente Hernán Bonilla, el director de Creditel Carlos Crosta, Juan Dubra, el colaborador del liceo Jubilar Ignacio Estrada, Alejandro Lafluf, Alejandro Mega, Pablo Montaldo y Ramón Pampín. Más tarde, Lacalle Pou añadió otros dos nombres: los actuales directores del Banco Central y del República Washington Ribeiro y Alejandro Irastorza, que “por razones obvias hoy no nos pueden acompañar, pero están en primera línea, suministrando información y haciendo gestión”.
Arbeleche se comprometió a reducir “al menos, un punto porcentual” del déficit fiscal, actualmente en 3,4%, y agregó que “en esto también está incluido el gasto social”, afirmación que volvió a despertar entusiastas aplausos en la audiencia. Aclaró que “se van a mantener las transferencias directas a las personas más vulnerables”, pero valoró que de esta manera “lo único que logramos es perpetuar la relación de dependencia con el Estado y que la persona no se sienta desarrollada”. Para ella, “la mejor política social es la que protege a la familia y educa a los ciudadanos”.
Por otro lado, dijo que habrá “reasignación de fondos” en la gestión presupuestal y adelantó que ya “tiene identificadas varias partidas” para modificar, por ejemplo, “algunos servicios tercerizados, compra de bienes, inversiones y propagandas de las empresas públicas y de la capitalización de éstas hacia las sociedades anónimas”. Una vez más, los presentes le hicieron notar su satisfacción con sus dichos irrumpiendo en sonoros aplausos, que Arbeleche rechazó diciendo que éstos “tienen que venir con los resultados”.
Del lado de los ingresos, dijo que “se mantendrá el régimen tributario” pero se “mejorarán las deducciones al IRPF [Impuesto a la Renta de las Personas Físicas]” de manera que “sea más justo y más equitativo para las familias”.
En otro orden de cosas, habló de la competitividad de la economía, que “debe mejorar”, visualizándola a través de una mejora de la infraestructura. Dijo que “dejando de lado la de energía, la inversión en infraestructura ha sido tremendamente deficitaria”. “Hace falta un plan estratégico”, sostuvo, y consideró que hay que “priorizar la red vial: primero de carga y luego de pasajeros”. Para esto, dijo, es necesario “simplificar y agilizar el esquema público-privado”.
“No queremos volatilidad del tipo de cambio ni movimientos bruscos”, estableció, y agregó que “el tipo de cambio se va a ubicar donde los fundamentos de la economía lo ubiquen”.
Inflada
“Yo creo que la economía uruguaya sigue altamente dolarizada”, consideró, por lo que “es difícil que la política monetaria sea eficaz”. Para Arbeleche, el país “tiene que desarrollar su mercado de capitales”, entre otros motivos, para bajar la inflación. Dijo que hay que buscar “promover más instrumentos que aumenten el ahorro de los uruguayos en moneda nacional”, y en este sentido reconoció como un “avance” los fondos de inversión que en unos días instrumentará el Banco Central. Por su parte, Lacalle Pou habló de las propuestas de los demás candidatos en cuanto a la inflación -“ese impuesto tan crudo”-, dijo que “son todas medidas coyunturales y de corto aliento”, y las contrapuso con la suya: “seguir administrando el viento un poco más lento de cola”.
En cuanto al Banco Central, Arbeleche sostuvo que debería tener “mayor autonomía” y que la fijación del rango meta inflacionario “debería ser su competencia exclusiva”. Asimismo, dijo que sus directores “no deberían estar ligados al ciclo político”.
Además de una política monetaria contractiva y una política fiscal restrictiva, Arbeleche propuso que “el aumento de los salarios esté ligado a la productividad de cada rama y de cada empresa”, por lo que “es necesario que tanto empresarios, como trabajadores y el Estado trabajen para comenzar a tener medidas de productividad”. “Los salarios van a continuar negociándose en los Consejos de Salarios”, confirmó, y agregó que “la mejora en el salario real no debe retroceder”.
Respecto de la política comercial, dijo que debe ser “activa, hacia un mayor comercio con los distintos bloques”.
Tanto Arbeleche como Lacalle Pou se detuvieron en la educación. La candidata a ministra sostuvo: “No es razonable ni serio discutir si el gasto en la educación es 5%, 6% o 9% [del PIB]”, sino que “tenemos que conocer cómo se está gastando”. Lacalle Pou coincidió: criticó la “discusión de 6% sí, 6% no” y dijo que “el recurso económico se tiene que transformar en un intangible, que es conocimiento, capacidad crítica, desarrollo humano y civilidad”. “No podemos seguir teniendo tantos jóvenes que no estudian”, sostuvo la economista. “Seguramente necesitemos más maestros y mejores sueldos” y, a la par, “menos asesores y cargos de confianza”.
Por último, Lacalle Pou adelantó que el 9 de setiembre la fórmula terminará de presentar a todos los equipos de gobierno.