Gracias, Youtube, por todo lo que nos das: https://www.youtube.com/watch?v=QS0y6hvh36I. 1989. Campaña de Luis Lacalle Herrera, que llamativamente tiene el mismo nombre y apellido que el actual candidato, hoy convertido en el Hombre de la Máscara de Hierro. Jugá callado. Estaba muy, muy preocupado por las drogas y los jóvenes.

Tan preocupado, que el 7 de diciembre de 1994, al final de su mandato y luego de las elecciones, mediante el decreto 512/994 creó en el Ministerio de Salud Pública (MSP), dentro del Instituto Hanseniano, el Centro Nacional de Rehabilitación del Uruguay (Cenaru). Se realizaron antes colectas públicas y privadas. Licitaciones para la refacción del Instituto. Traslado de mobiliario desde el MSP. Se designó un equipo profesional, con dirección incluida.

Cuando asumí en la Junta Nacional de Drogas (JND), en 2005, heredé un hermoso cartel de inauguración que nunca lució en ningún lado. El Cenaru nunca se concretó. De 1994 a 2005, nada. No se hizo nada. No sé si devolvieron las donaciones. 

Se vuelve con el tema adicciones, pero, cual adictos, no se hacen cargo de lo no hecho. El programa-agenda del Partido Nacional (PN) promete algunas cosas que ya están hechas y otras temerarias, como ofrecer ocuparse de tratamientos a organizaciones no gubernamentales (ONG). Supongo que suponen que da rédito electoral. Se trata de un fenómeno humano, social, complejo, y es fácil explotar el drama. Currar con el miedo y las angustias, e intensificar los vínculos tóxicos. Decir cualquier cosa. Difícil es afrontar un fenómeno humano, social, complejo, con decisión. Aun sabiendo que es inabarcable, que hay fracasos, pero que hay que meter. Levantarse ante cada fracaso y no prometer cosas que nunca se hacen.

Llamativo: en el programa-agenda del PN no hay una sola mención a prevención y combate al lavado de dinero. Toda suspicacia por aquellos tiempos del SAFIsmo ha quedado despejada por la admonición que se hiciera contra don Ignacio. Así se lo conoce en algunos medios. Incluida la DEA.

Nada sobre la modalidad de lucha contra el narcotráfico; en el capítulo sobre seguridad, nada. Es un tema en el que se destaca la Policía Nacional, pero nada. Por suerte, también desapareció aquello de la detección temprana de adicciones en niños de cinco años, cuyas connotaciones con la baja de la edad de imputabilidad ya fueron tratadas en un capítulo sobre trastornos de la personalidad (http://ladiaria.com.uy/articulo/2014/5/imputabilidopatas.

Lo que tiene más prensa es la intención de derogar la Ley de Regulación del Cannabis. Pero lo realmente grave son las afirmaciones sobre la insuficiencia del sistema público “para garantizar el derecho a la salud en el consumo problemático de drogas”, como deslizando una idea muy Beracca, 
y la importancia de las ONG. Que es confundir todo. Porque hay algunas muy buenas, pero hay otras que son “remediales”, de tipo religioso. Uso el término lacallianolarrañaguista que no pude encontrar en el Diccionario de la Real Academia Española pero sí está en la propuesta educativa. Paradoja.

Las redes departamentales y comunitarias, las experiencias desplegadas de terapia de base comunitaria y el Observatorio Nacional de Drogas ya existen. ¿Por qué deberíamos pensar que el PN los gestionaría mejor, si fuimos nosotros los que los creamos, los gestamos y mantenemos (Constanza dixit)?

Se trata de garantizar derechos y no de seducir a ONG e iglesias para lo que ha sido la privatización y corrupción en toda América de este tema. Y de paso, desentenderse. O peor: hacer demagogia y dar señales para algunos cretinos, como lo hizo también el Padre sin Hijo en la campaña pasada, diciendo Sociedades Anónimas “para lo que sea”. No es libremercadismo. Es una obligación del Estado.

En 2005 había sólo cuatro camas en el Hospital Maciel para atender casos de adicción a drogas ilegales. Algunas ONG serias hacían reducción de daño. El Estado se desentendía del tema. La JND ni siquiera era citada para funcionar. Omisión total. Eso sí: flexibilidad bancaria y mucha, para convertir a Uruguay en un país desprestigiado a nivel mundial por el lavado de dinero.

En salud, todo privado y malo, incluidas algunas iglesias que cobraban. No había ningún protocolo ni guía de atención. Un emprendimiento de última hora en el viejo Centro Nacional de Rehabilitación, que con mucho esfuerzo transformamos en el Portal Amarillo como Primer Centro de Referencia de la Red Drogas. Luego, Víctor Rossi creyó que el lugar donde tomaban vacaciones los ministros de Transporte y Obras Públicas era un buen local para lo que hoy es el centro El Jagüel. Luego Casa Abierta. Ahora se desplegó “el fortalecimiento de la red de drogas con el trabajo conjunto y la creación de nuevos dispositivos”, como Aleros, Ciudadela, Casa Asistida y Centros de Escucha, junto con el fortalecimiento de otros como el Achique de Casavalle. “Destacamos la creación de redes regionales en el oeste, este y centro de Montevideo como articulaciones en el territorio de todos los actores involucrados en la temática” (Pablo Anzalone, coordinador de la Junta Departamental de Drogas de Montevideo http://pabloanzalone.blogspot.com/2014/05/el-debate-actual-sobre-drogas.html). Uruguay está a la vanguardia en asistencia e investigación en el Clemente Estable y el Hospital de Clínicas. En 2005 el inspector Julio Guarteche, entre otras cosas, me dio una lista interminable de autos, camiones y casas capturados y pudriéndose. Se diseñó y hoy se gestiona el Fondo de Bienes Decomisados, recaudando millones para el Estado. Se creó la Secretaría Nacional Antilavado y se empezó a procesar a unos cuantos connotados sinvergüenzas por lavado de dinero. Se crearon los juzgados y fiscalías especializadas en Crimen Organizado. Todo muy positivo.