En 18 de Julio y Pablo de María, en el centro de Montevideo, una sala repleta esperaba a la fórmula del Partido Nacional (PN). El sector Correntada Wilsonista (CW) inauguró anoche su sede en la planta baja del mismo edificio donde la tenía hasta hace pocos meses; antes era en el primer piso y el espacio era mayor. El candidato a presidente, Luis Lacalle Pou, llegó unos minutos después de la convocatoria. Entró tranquilo, saludando, y fue acompañado por aplausos hasta que subió al estrado y se puso a conversar con Francisco Gallinal, líder de la lista 33. Cinco minutos después llegó su compañero de fórmula, Jorge Larrañaga, y el abrazo entre ambos -con el jingle a todo volumen- fue el momento que causó mayor aclamación.

El acto en la sede de un sector autodenominado “wilsonista” le sirvió a Lacalle Pou para responder los dichos del candidato del Frente Amplio (FA), Tabaré Vázquez, quien sugirió que, de ganar las elecciones, entablaría diálogo con los sectores wilsonistas y batllistas de los partidos tradicionales. Lacalle Pou comenzó diciendo que para él, el acto de anoche significaba un “reencuentro con Pancho”. “Los caminos con Pancho se han unido y desunido y ahora se volvieron a unir”, reconoció, y le agradeció a Gallinal que en el pasado hayan “discrepado firme pero respetuosamente”. Opinó que ya no hay diferencias entre el wilsonismo y el herrerismo. “Mucha gente nos dice a nosotros, que tenemos sangre herrerista: ‘Ustedes tienen el ADN tan mezclado que es muy difícil separarlos’. En términos burreros, somos todos puros por cruza”, dijo, mirando a Larrañaga y Gallinal, ambos asiduos al hipódromo.

En caso de ganar las elecciones, Lacalle Pou aclaró: “Vamos a entablar relaciones con el Partido Colorado, se cae por su propio peso. Vamos a hablar con el Partido Independiente. Yo, personalmente, tengo coincidencias con el PERI [Partido Ecologista Radical Intransigente] en lo que hace al cuidado del medio ambiente y, ¿por qué no podemos tener alguna coincidencia con Unidad Popular? Pero personalmente, después del balotaje voy a ir a golpear la puerta de la casa al doctor Tabaré Vázquez para conversar sobre el país, porque va a estar representando a casi la mitad del país”.

Gallinal hizo lo propio. Aseguró que la fórmula blanca está integrada por las dos personas “más representantivas de nuestra colectividad”, y aseguró que una de sus fortalezas es “la unidad del PN, que hemos construido en estos años”. “Si nos tocara gobernar no lo haríamos dividiendo a los uruguayos, ni siquiera dividiendo a nuestros adversarios”, criticó, y, colocándose en otro escenario, afirmó: “Durante los cinco años de gobierno, si quieren gobernar, si quieren dialogar con nosotros, no será con los wilosnistas o con los herreristas, porque herreristas y wilsonistas somos todos”.

A flor de piel

Al acto de ayer también llegó gente del interior, de departamentos donde CW tiene bastiones electorales: Carlos Mazzulo, futuro candidato a intendente de Flores por el PN (“Soy el único que consiguió los convencionales”, dijo a la diaria), unos cuantos dirigentes de Lavalleja y alguno de Young. Gallinal comenzó su discurso asegurando que la fórmula estaba “en su momento de mayor lucidez, como si hubiera una luz que los estuviera alumbrando”, y que está ocurriendo “lo que no se soñaba un año atrás: que hoy íbamos a estar disputando la elección nacional”.

Larrañaga también tuvo palabras para su compañero de fórmula. Defendió que siempre dé su opinión “no escapando a la requisitoria periodística de nadie, no eligiendo programas en los que participar en función de la conveniencia de que pueda tener más o menos un interrogatorio fácil”. Lacalle Pou reconoció que a medida que se acercan las elecciones, “la sangre fluye cada vez más rápido, y el corazón, ni les digo”. “Obviamente uno empieza a tener los sentidos a flor de piel, y está expuesto muchas veces a dejarse llevar, pero es acá donde tenemos que demostrar si estamos preparados”, dijo, y reiteró su prédica de no responder con agravios sino con silencio.

Ambos exigieron que Vázquez, “el candidato del continuismo”, a decir de Lacalle Pou, opinara sobre el acuerdo entre el gobierno uruguayo y el de Estados Unidos por la llegada de presos de la cárcel de Guantánamo. Larrañaga fue directo y dejó planteada una pregunta para Vázquez y su compañero de fórmula, Raúl Sendic: “¿Qué piensa sobre el pacto gringo que nadie conoce? Porque por un lado el Partido Comunista se tira contra la embajadora [de Estados Unidos, Julissa Reynoso] y por otro lado de la fórmula sólo [hay] silencio, silencio, silencio”. Luego cuestionó el acuerdo: “Si tanto querían cerrar Guantánamo, ¿por qué no los aceptan en su propio país, en Estados Unidos?”, enfatizó, ante una señora emocionada que generó un aplauso generalizado con sus manos en el aire.

Larrañaga, que jugaba de local en la sede, presentó a Lacalle Pou, con quien dijo que estaba “muy orgulloso” de trabajar. “Enfrenta sus fortalezas y, por qué no también, las debilidades. Porque, ¿qué somos los seres humanos? Luces y sombras. Aciertos y desaciertos. Pero siempre dando la cara”.