La tensión entre los partidos tradicionales llegó a un punto nunca antes alcanzado en la campaña, cuando integrantes del Partido Nacional (PN) y del Partido Colorado (PC) intercambiaron acusaciones ayer, en una historia que tuvo como protagonistas a los máximos referentes de cada partido.

Ayer, el semanario Búsqueda informó que el candidato presidencial del PC, Pedro Bordaberry, recibió el jueves 4 una llamada de su compañero de fórmula, Germán Coutinho, en la que el salteño le informó que había hablado con el presidenciable nacionalista Luis Lacalle Pou. El ex diputado le habría ofrecido al intendente colorado los votos de los ediles del PN en la Junta Departamental de Salto para aprobar un fideicomiso con el que la intendencia de ese departamento planea cobrar 600 millones de pesos provenientes de entes del Estado. A cambio, Lacalle Pou le habría pedido a Coutinho que los colorados dejaran de criticar las propuestas nacionalistas sobre seguridad pública. “Me conocés, no me dejo extorsionar, y menos con esas cosas”, le habría respondido Bordaberry a Coutinho.

Bordaberry siguió con las críticas a Lacalle Pou durante la semana sin mencionar el hecho, pero ayer la fórmula ratificó lo publicado por Búsqueda. “Informé a Pedro Bordaberry de lo que había ocurrido. Es cierto y no hay manipulación alguna”, publicó ayer Coutinho en la red social Twitter, sin profundizar mucho más sobre lo que había pasado. Bordaberry fue aun más lejos. “Fui informado de esa situación, pero no voy a hacer mayores comentarios”, dijo por la misma vía, para luego aclarar: “Son cosas de política. No me gustan, pero son datos de la realidad y así los tomo”. Reafirmó su interés en ser presidente del país y aseguró: “Nunca condicionaré un acuerdo político por esto. Tampoco voy a actuar de la misma manera. Los uruguayos no pueden ser rehenes de estos episodios”.

Ayer Bordaberry ratificó los dichos en diálogo con El Espectador y dijo que se trata de un episodio “menor” que no cambia “el objetivo trazado”. Calificó al episodio como “triste” y pidió “dejarlo de lado”. Luego hizo un análisis de su campaña: “El 90% de mis críticas han sido para Tabaré Vázquez y el Frente Amplio [FA] porque son los que expresaban cosas con las que no estaba de acuerdo; con Lacalle Pou no vimos en el inicio grandes diferencias, la primera diferencia fue en el encare de la política de seguridad [...] eso que dije es normal en una campaña electoral. Somos un partido distinto; yo le quiero ganar a Lacalle y Lacalle me quiere ganar a mí”.

Por su parte, Lacalle Pou dijo al mismo medio que en la última semana había tenido que lidiar “con la mentira, el agravio y la descalificación, y se suma esto”, que calificó como “un gran disparate”. Según su versión, recibió una llamada de un conocido en común de Coutinho 
para hablar del fideicomiso, a quien le contestó que quería hablar del tema con las autoridades del PC, pero luego, ante la insistencia de esa persona, llamó al candidato a vicepresidente colorado para que le “contara” cómo “era este tema”. “La gente del PN de Salto me dijo que faltaba información. Había un apuro para votarlo el viernes”, sostuvo. Según agregó, “en la conversación ‘privada’ con Coutinho surgieron temas políticos y se conversó sobre la virulencia con que se me estaba tratando por parte del PC”. Luego resumió coloquialmente el siguiente diálogo: “‘Si nos seguimos pegando, esto se complica, y vamos a tener que votar juntos en el balotaje’”. Aseguró que esa conversación no fue una “transacción política”. “Yo no hago ese tipo de transacciones”, afirmó. El candidato sostuvo que es “grave” acusar de extorsión, algo que, según dijo, “se dirime en un juzgado penal”. “No cambio paz por votos”, aseguró.

Estrategias tensas

Tal como dijo Bordaberry, el PC ha aumentado sus críticas al nacionalismo en las últimas semanas, mientras la mayoría de las encuestas reflejan una tendencia de mayor incremento en la intención de voto a los blancos que a los colorados. La dirigente nacionalista Graciela Bianchi entendió que el PC cambió la estrategia para atacar a Lacalle Pou. “No entendemos la actitud de ir contra Luis permanentemente. Seguro responde a una estrategia determinada, pero nos parece que no es el camino a transitar”, sostuvo, para luego opinar, a título personal, que Bordaberry tendría que pedir disculpas públicamente.

El diputado colorado Fernando Amado (Vamos Uruguay) evitó opinar sobre el incidente, pero sostuvo que las críticas programáticas de Bordaberry a Lacalle Pou no obedecen a un cambio de estrategia. “Esto no es un cambio. Son partidos diferentes y el PC es distinto del PN. Llama la atención que cause tanta sorpresa que podamos tener matices con otros partidos, pero entiendo que esto es ayudado por la cultura que pregonó el FA, que ha querido mostrar que blancos y colorados son la misma cosa”.