-En breve la fórmula del FA anunciará medidas tributarias dirigidas a la clase media. ¿Cuáles son?
-Estamos trabajando en base a lo que establece el programa del FA. La idea es bajar la carga impositiva a toda la población. ¿Cómo? Bajando -en la medida en que se pueda, porque estamos hablando de una política gradual, no estamos para aventuras epopéyicas, es un tema para actuar con racionalidad y seriedad- la carga de los impuestos indirectos y, al mismo tiempo, mejorando aun más la gestión de la Dirección General Impositiva [DGI], para lograr que cada vez haya menos informalidad, y que todos quienes tenemos que pagar impuestos los paguemos. Si todos pagamos los impuestos que nos corresponden, todos vamos a pagar menos. También profundizando la tarea del Banco de Previsión Social, con el excelente trabajo que está haciendo Ernesto Murro, para disminuir la informalidad, que es una carga importante.
-¿Está planteada una ampliación de las deducciones del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF)?
-Sí, está planteada. Es una medida que vamos a anunciar oportunamente, todavía la estamos trabajando en profundidad. Vemos que hay margen para aplicar más deducciones a los uruguayos, para ir bajando su carga impositiva.
-¿Se haría ampliando los conceptos por los cuales se deduce o aumentando los montos?
-Las dos cosas: buscar nuevos elementos para deducir y también revisar los montos. Cuando se implantó la reforma tributaria, el contador Danilo Astori lo dijo con claridad y después lo repitió: este sistema no es rígido y no está terminado, sino que va a ir evolucionando a medida que, por ejemplo, mejoren los niveles de recaudación de la DGI o disminuya el informalismo. En la medida en que se dan las condiciones, es posible adaptar el sistema a la realidad del momento, porque es un sistema flexible. En esa línea vamos a seguir trabajando.
-La oposición ha centrado sus críticas en el déficit fiscal y en regular el gasto. ¿Comparte esa preocupación?
-En primer lugar, por todos los informes que tenemos y lo que hemos estudiado con nuestro equipo de economistas encabezado por Danilo, un gobierno del FA no piensa para nada en hacer un ajuste fiscal. Sí en trabajar para ir buscando algunos elementos que permitan disminuir ese déficit. Pero el déficit fiscal que hoy tenemos es propio de un país que está en año electoral; en cada año electoral, con la excepción de 2004, siempre hay un incremento del déficit fiscal, que después se corrige. Pero no lo vamos a corregir en base a un ajuste fiscal, como proponen algunos economistas, que no son los nuestros.
-La editorial de este miércoles del diario El País señala que el IRPF, el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social y el Fondo Nacional de Salud son formas que tiene la izquierda de "financiar su ideología del gasto", en las que "está presente el resentimiento para con los que tienen un poco más". ¿Qué opinión le merece?
-Desmiento categóricamente lo que dice el diario El País de que hay un resentimiento. No lo hay. Lo que hay es que los gobiernos del FA, y un eventual tercer gobierno, nunca fueron ni van a ser neutrales. Y no ser neutral implica tomar determinadas resoluciones de acuerdo a un criterio político: que los más necesitados sean los más beneficiados, un viejo principio del ideario artiguista. Pero esto no quiere decir que haya una animosidad contra la clase económicamente alta, y lo demostramos en los hechos.
-El candidato nacionalista, Luis Lacalle Pou, ha dicho que va a mantener políticas implementadas por los gobiernos del FA. La senadora Constanza Moreira entiende esto como un triunfo cultural de la izquierda. ¿Usted también lo ve así?
-Lo que es bien claro es que si se van a continuar aplicando las políticas del FA, es porque no fueron tan malas. Es lógico que el FA diga que va a seguir aplicando esas políticas de cambio y profundizándolas. Ahora, si la oposición dice que va a continuar con los planes del FA, quiere decir que tan mal no lo hicimos.
-De las cosas que se han dicho desde la oposición en esta campaña, ¿alguna le dolió particularmente?
-No, ninguna. Ni siquiera el tema de los debates. Ahora van a debatir los candidatos de los partidos tradicionales. A mí me parece muy bien, me parece excelente que lo hagan. Está dentro de la estrategia de ellos, lo han expresado. Muy bien, yo respeto la estrategia de ellos. Ahora, nosotros tenemos otra estrategia, y de la misma manera que respetamos su estrategia, pedimos que se respete la nuestra. Yo considero que la acción política que estamos llevando adelante en la campaña es la de un debate abierto. Un debate televisado tiene acotado el tiempo y los temas a tratar.
Cuando hablo de debate abierto es salir por todo el país, exponemos los temas como lo estamos haciendo acá, y se abre el debate. Entonces la oposición puede hablar sobre lo que nosotros dijimos, puede estar de acuerdo o no estar de acuerdo. La gente también, de diferentes maneras.
-Educación y seguridad son temas que están instalados en la campaña. Si tuviera que elegir tres más para colocar en la agenda de acá al 26 de octubre, ¿cuáles serían?
-Sistema Nacional de Cuidados, infraestructura y descentralización. Son tres temas fundamentales que queremos encarar inmediatamente si llegamos al gobierno.
Al mundo
-¿Qué perfil de cancillería se imagina para un eventual tercer gobierno del FA?
-Hay que tratar de adaptar el funcionamiento de la cancillería a la realidad del mundo actual. Cuando era intendente de Montevideo visité Londres, y tuve la oportunidad de hablar con el canciller inglés. Él me mostró en su escritorio una cantidad de marcos que encuadraban los afiches que anunciaban las reuniones internacionales para discutir temas de política exterior. Me mostró la evolución que habían tenido esos encuentros, y cómo pasó de ser una política protocolar, de las viejas embajadas, en la que los embajadores eran todos unos grandes personajes, hasta ese momento, en el que ellos entendían a los embajadores como representantes comerciales del Reino Unido en cada uno de los países. Creo que hay que adaptar el funcionamiento de la cancillería al mundo actual, donde el canciller juega un rol político, sin duda, pero también tiene que apadrinar, acompañar la proyección del país en el exterior en los aspectos comerciales y de inversión. En un eventual tercer gobierno del FA, el lineamiento es ése.
-¿José Luis Cancela (director general de secretaría de la cancillería durante el primer gobierno del FA) es una opción para la titularidad del Ministerio de Relaciones Exteriores?
-No lo he pensado, pero aunque lo hubiera pensado, no voy a dar nombres, porque no quiero que se genere la idea de que estamos trabajando con un gabinete en las sombras.
-Pero el canciller va a tener un perfil más técnico.
-Sí, más moderno, más adaptado a la realidad del mundo actual. En materia de recursos humanos, en el primer gobierno del FA vi que había una cantidad muy grande de funcionarios de carrera en el Ministerio de Relaciones Exteriores, jóvenes, que realmente me parece que dan bien la medida para desarrollar un tipo de política con estas características.
-En cuanto a la relación con Argentina, ¿cuál va a ser la tónica?
-El diálogo, y buscar los caminos de entendimiento y de respeto mutuo. En pocos días más estaremos en contacto con el gobernador Scioli [Daniel, gobernador de la provincia de Buenos Aires y aspirante a la presidencia por el Partido Justicialista], que va a venir al país. Allá [en Buenos Aires] acordamos trabajar sobre un protocolo de relacionamiento, si a él le toca ser presidente en Argentina y a nosotros en Uruguay, y también una agenda de temas a ser considerados. Y creo que ése es el camino. Tenemos que analizar bien cuáles son las dificultades y buscar un entendimiento.
-¿El eventual relacionamiento con Scioli como presidente tendría una tónica distinta de lo que fue la relación con el gobierno de Néstor Kirchner?
-Sí; yo no sé lo que hará él desde el gobierno, pero fue muy franco y muy claro. Y el planteo de que conversáramos surgió de él. Me pareció bárbaro y dije que sí enseguida.
-¿Qué temas incluiría ese protocolo de relacionamiento?
Los temas que todos conocemos y que están en discusión: el relacionamiento entre los puertos, la utilización de los espejos de agua, la hidrovía, la discusión sobre temas comerciales, lograr un mejor funcionamiento para el Mercosur.
-¿Usted le expresó preocupación por algunas medidas proteccionistas de Argentina?
-No, no hablamos de eso, pero yo dije el lunes, en mi charla sobre innovación, que si para los países pequeños era malo ir abiertamente al libre mercado, mucho peor era el proteccionismo. Nosotros no estamos de acuerdo con que se lleven adelante medidas proteccionistas, y menos entre los países que integran un bloque de integración regional.
-Este gobierno ingresó como observador a la Alianza del Pacífico. Los partidos de oposición plantean un paso más, incorporarse como miembro pleno a ese bloque. ¿Estudiaría una medida de ese tipo si es electo presidente?
-Nosotros tenemos un programa de gobierno aprobado por el Congreso [del FA] que pauta cómo debemos trabajar en el tema de integración regional, y a ese programa nos vamos a atener. Ese programa habla de mejorar el Mercosur, de llevar adelante también intensamente el proceso de integración regional en la Unasur [Unión de Naciones Suramericanas], en la Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños], y observar cómo se van desarrollando los otros procesos de integración en el mundo. Nosotros nos vamos a ceñir estrictamente a lo que dice el programa.
-Los gobiernos kirchneristas han tenido un estilo de conducción confrontativo; en Uruguay, la dinámica es distinta. ¿Esa falta de polarización puede ser una de las causas de cierta desmotivación de una parte de la militancia de izquierda?
-Yo, sobre el kirchnerismo, no voy a opinar. En cuanto al FA, creo que ha llevado adelante un camino de diálogo y de tolerancia, tanto en la interna como hacia afuera, y creo que es el camino que tenemos que seguir. La militancia política del FA, como cualquier militancia política, en general baja su interés en la política fuera de las épocas electorales. Cuando hay campaña electoral se reaviva el fuego de la militancia, y lo estamos viendo ahora en el FA. No creo que haya desmotivación.
Pensar en terceros
-¿Qué criterio va a utilizar para la conformación del gabinete, si triunfa en las elecciones?
-Vamos a tratar de buscar a los y las mejores, en cuanto a sus conocimientos y su experiencia, para ocupar los distintos cargos. Con las mismas características que en el primer gobierno: consultando y dialogando con los sectores, y buscando a los mejores.
-Usted dijo que mantendrá los mismos equipos en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y en el Ministerio del Interior (MI). ¿En qué otra área planifica continuidad en los equipos de trabajo?
-Hablé del MEF y del MI, pero por el momento es todo.
-¿Se imagina a Miguel Ángel Toma trabajando en su equipo de presidencia?
-Es un valor muy fuerte. Para mí es uno de los abogados que conoce más de derecho administrativo en este país. Sería un muy buen apoyo, realmente.
-¿Posible secretario de Presidencia?
-Lo veremos en su momento.
-¿Dónde imagina a José Mujica en un eventual tercer gobierno?
-Pepe ya está más allá del bien y del mal. Es una figura que ha trascendido no sólo al FA y al sistema político uruguayo, sino también internacionalmente. Él va a estar donde decida estar.
-¿Pero lo imagina en algún lugar específico? Se habló de la Intendencia de Montevideo.
-No, no tengo idea. Lo quiero mucho y lo respeto enormemente, y él decidirá cuál es su futuro.
-Una de las referentes del equipo de antropólogos que trabaja en la búsqueda de restos de desaparecidos dijo este jueves a la diaria que el principal obstáculo para continuar con la búsqueda es que los militares no proporcionan información. ¿Qué se puede hacer por parte del gobierno para que eso cambie?
-Para nosotros, justicia y verdad son fundamentales, así como lo es seguir trabajando para saber qué pasó con los ciudadanos y ciudadanas desaparecidos. Tratar de obtener más información también es importante, y lo vamos a intentar. Ahora, si alguien tiene información y no la da, el único camino que tenemos es el de la persuasión, porque nosotros no lo vamos a ir a torturar para que nos dé una información. ¿Cuál es el camino que queda? El de la persuasión, decir: "Bueno, necesitamos tal información, si ustedes la tienen, creemos que tienen que darla", y tratar de conseguir la información por esa vía. Personalmente, no veo otra.
-¿Se mantendrá el mismo equipo de antropólogos?
-Sí, el mismo equipo que está trabajando, apoyándolo en todo, dándole todos los recursos y lo que necesite para trabajar en el tema.
-¿Se imagina al Fondo de Desarrollo (Fondes) con otra lógica institucional dentro del Estado?
-Nosotros pensamos y hemos propuesto, ya el 1º de junio de noche, impulsar diez acciones en un eventual tercer gobierno del FA. Una de ellas es el Sistema Nacional de Competitividad, que va a estar compuesto por distintas instituciones del Estado que hoy están trabajando con una cierta relación entre sí, pero sin una coordinación bien estructurada ni una racionalización de su funcionamiento, para lograr que la producción uruguaya tenga un nivel de competitividad que le permita salir del país con mayor valor agregado. En ese sentido, hay varias instituciones que deberíamos unificar en un Plan Nacional de Competitividad: la Corporación Nacional para el Desarrollo, que va a jugar un rol importante; la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, que va a pasar a tener un directorio profesional y rentado; el Inefop [Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional] para la capacitación de los trabajadores; el Inacoop [Instituto Nacional del Cooperativismo]; el instituto Uruguay XXI y el Fondes. Con un trabajo prolijo, bien ordenado entre estos organismos. Y, sin duda, para apoyar este funcionamiento y mejorar la competitividad de nuestros productos, tendrán que tener los recursos necesarios para poder avanzar, por ejemplo apoyando a las pequeñas y medianas empresas, que son mayoría en el país, y que muchas veces no pueden incorporar innovación, no pueden hacer investigación o incorporar tecnología, porque no disponen de los recursos humanos o económicos; carecen del asesoramiento necesario para transpolar elementos del conocimiento para ser utilizados en la empresa. Me parece que ahí hay un rol muy importante a jugar en un tercer gobierno. No hay que pensar que se gana en competitividad bajando los salarios; la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos] acaba de decirle a los gobiernos de la Unión Europea que es un grave error pensar que la competitividad mejora bajando los salarios. Es más, la OCDE plantea que en general la situación empeora. Por tanto, necesitamos los recursos económicos para poder trabajar en esa dirección.
-¿Le parece bien establecer un piso mínimo de dinero para el financiamiento del Fondes?
-Eso es algo para ver en el momento.
-¿Qué papel imagina que va a jugar la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) en un eventual tercer gobierno del FA?
-La OPP va a jugar el rol que la asigna la Constitución de la República, y el MEF lo mismo.
-¿Cómo vio las disputas entre ambos organismos en este período?
-Yo no sé si hay luchas, pero cada uno tiene su función para cumplir, y seguramente lo van a hacer en una buena sintonía en un tercer gobierno del FA. Sin lugar a dudas.
Derechos
-¿Piensa mantener el mismo equipo que viene trabajando en el tema drogas?
-Hay una muy buena experiencia en el tratamiento de este tema, desde que se crearon los juzgados de Crimen Organizado y las fiscalías correspondientes, para tratar uno de los componentes más importantes de impulso al narcotráfico, como es el lavado de activos. Cuando llegamos al gobierno no había nadie preso por esa causa, ahora hay más de 100 personas. Además, toda la campaña educativa, preventiva y de tratamiento del tema que se ha venido desarrollando la vamos a profundizar. Lucha frontal contra el narcotráfico, y sobre todo contra la pasta base. Hay una buena experiencia del gobierno actual y del anterior como para conformar un excelente equipo.
-¿Se imagina avanzando en la regularización de otras drogas, como la cocaína?
-¿Por qué hablé de regularizar la cocaína? Porque ya está regularizada. Si Juan Pérez quiere ir a la farmacia y comprar cocaína no se la venden, está prohibido porque está regularizado. Pero si yo, que soy médico, hago una receta de un producto que tenga algún compuesto de cocaína, como está reglamentado por el Ministerio de Salud Pública para estupefacientes, por ejemplo, me la venden, porque el responsable es el profesional que emite la receta.
-¿Pero no está pensando en que sea de libre acceso, como en el caso de la marihuana?
-No, por eso aclaro que no hablo de liberalizar, sino de regularizar. Hay que entender esos términos, y quizás yo me expresé muy rápidamente cuando lo dije y quizás se malinterpretó. La cocaína está regularizada, igual que la morfina. Porque el otro camino es decir que de estas drogas no hablamos. ¿Y los médicos, entonces, qué hacemos para calmar dolores fuertes y potentes que no se calmen con analgésicos comunes? No podríamos utilizar la morfina. Eso fue lo que dije, y sostengo, sobre el tema de regularizar las drogas.
-¿Cómo evalúa esta gestión del Sirpa?
-Me parece que está haciendo una buena gestión a la que hay que apoyar, porque ahí se juega el destino de muchos jóvenes, y además, en muchas, cosas también el futuro del país.
-¿Le preocupan las denuncias por malos tratos?
-Enormemente. Si se comprueba que hay malos tratos vamos a ser absolutamente inflexibles al momento de castigar, como corresponde, a los responsables en este trato con los menores infractores. Es absolutamente intolerable que eso pueda suceder.
-Se postergó en el Parlamento el tratamiento de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (SCA). ¿Estuvo de acuerdo con esa postergación?
-Sí. Cuando se me consultó di mi opinión, pero no hice ninguna gestión para absolutamente nada. Simplemente me pareció oportuno prorrogarlo, pero para que sea tratado este año.
-¿Está de acuerdo con la ley SCA?
-Sí, sí, totalmente de acuerdo. Tenemos que impulsar esa ley.
-Un sector de la izquierda es crítico hacia algunas acciones que usted tomó en su primer gobierno: el veto a la despenalización del aborto, la relación con Estados Unidos. ¿Cómo maneja usted eso?
-El FA es multiplicidad de opiniones, se analizan todos los temas y se trata de lograr consensos. No hay unanimidades. Y eso es la esencia del FA. Si hay sectores que están en discrepancia con algunas de las cosas que hicimos, me parece que es lo más natural, y le hace bien a nuestra fuerza política que se discutan los temas, que no se diga que todo está bien. Me pareció bien que se haya presentado otra candidatura en la interna. Recuerdo, cuando competimos en la interna con Danilo, que algunos compañeros de Asamblea Uruguay no coincidían con muchas de las cosas que nosotros decíamos, y sin embargo pasó el tiempo y en muchas cosas llegamos a coincidir nuevamente. Así que no tiene ningún tipo de drama que haya existido una situación así, creo que enriquece al FA y hoy el FA está muy unido y muy firme en esta campaña electoral.
-El vínculo con el empresariado uruguayo es un tema polémico para los gobiernos de izquierda. En este gobierno se habló mucho de los vínculos con Paco Casal o Gustavo Torena, y también se ha hablado de la cercanía suya con Juan Salgado (presidente de la empresa CUTCSA). ¿Cómo piensa manejar este tema, que incluso ha sido cuestionado por el movimiento sindical?
-Sí, somos muy amigos con Salgado, muy pero muy amigos. No sé por qué las críticas, porque hay empresarios y empresarios. Si usted me dice de un empresario que se dedica a lavar dinero del narcotráfico o a emprender negocios con narcóticos, es otra cosa, porque con esos malos empresarios no queremos saber absolutamente nada. Pero hay otros que son muy buenos empresarios y que el país los precisa, como necesita a los trabajadores o como necesitamos inversores, no sólo nacionales sino también extranjeros. Lo planteábamos con el Fondes: si no llegan capitales al sector productivo -no los capitales golondrinas, que vienen y se van- que generan puestos de trabajo, ¿ustedes piensan que en algún momento Uruguay iba a tener una desocupación de 5,7%? Eso es porque hay inversiones en el sector productivo y hay trabajo y salarios, y es posible pelear por salarios decentes porque está todo eso. Tampoco veo, por lo menos en las conversaciones que he tenido con los compañeros del PIT-CNT, que se me planteara nada sobre el tema de los empresarios. Seguramente están en la misma posición, de que hay empresarios buenos y empresarios malos.
-Una cosa es mantener una buena relación, pero de un gobierno de izquierda se espera, además, que no sea neutral; en el caso del Ministerio de Trabajo se ha hablado de poner el dedo en la balanza de los trabajadores.
-Nosotros vamos a tratar de no ser ni arbitrarios ni neutrales, sino justos en las relaciones laborales. Y lo digo con propiedad, porque en el primer gobierno del FA, cuando se instalaron los Consejos de Salarios y la negociación colectiva, 94% de los acuerdos que se lograron fueron por acuerdo entre trabajadores y empresarios. El gobierno estuvo simplemente en la mesa observando lo que pasaba. En el 6% restante el gobierno votó, porque había diferencias entre empresarios y trabajadores; y, por esas cosas raras que suceden y que no son premeditadas, votó la mitad de las veces con los trabajadores y la otra mitad con los empresarios.
-Sin embargo, la oposición insiste en que el dedo está del lado de los trabajadores.
-La oposición dice tantas cosas. Pero acá están los números, hay que revisar lo que pasó en ese primer período.
-¿Usa tablet?
-¿Si uso tablet? Claro, uso computadora, I-Pad, I-Phone, tablet, todos los elementos. ¿Sabés por qué los usos? Capaz que me lo estás preguntando por viejo [se ríe], pero ustedes no se olviden de que mi trabajo de médico es un trabajo científico, de que fui profesor de Facultad de Medicina; daba clases de posgrado en física atómica y física nuclear. También me especialicé en Francia en radiobiología, una disciplina vinculada al efecto de las radiaciones, y todo eso me obligó a tener que estudiar en profundidad estadística, casuística, matemática, física atómica, física nuclear, y a manejar todos los elementos electrónicos para poder llevar adelante estos conocimientos. O sea que sí, me llevo bien con las nuevas tecnologías, porque las estoy utilizando desde la década del 70.