La discusión de exportar el ganado en pie o ya faenado se remonta a algunos años atrás, ya que su valor varía según se realice de una u otra manera.

Después de un pico en 2009, año en que se exportaron 471.423 cabezas de ganado en pie, la tendencia ha sido a la baja, impulsada fundamentalmente por menores ventas de bovinos. Según los datos disponibles en el Anuario Estadístico Agropecuario de 2014, las ventas en 2006 ascendieron a 661.359 cabezas, en 2007 bajaron a 454.602, en 2008 a 269.791, en 2009 repuntaron a 471.423 y bajaron nuevamente en 2010 a 220.138. La tendencia siguió en 2011, con la venta de 218.031 cabezas, y se profundizó en 2012 con 104.692 y luego en 2013 con 96.743.

Aún no se dispone de cifras definitivas de 2014, pero por lo pronto, las exportaciones de bovinos en pie al mes de noviembre superarían las de 2013, con un total de 135.700 cabezas.

Según explicó el secretario técnico de la Dirección de Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, José Gallero, la opción de exportar ganado en pie surge como “un acuerdo de particulares”. “No hay una política de regular este tipo de actividad, siempre y cuando no haya alguna señal que pueda haber incidido en el mercado interno. Esta cantidad de animales en pie que se exportan año a año ha demostrado que no afectan en nada. Es un mercado que buscan los particulares y que la Dirección contribuye en todo lo que tiene que ver con la negociación de los acuerdos sanitarios”, explicó, en declaraciones publicadas en el sitio de Presidencia.

Para 2015 “no hay expectativas formadas”, afirmó Gallero, quien agregó que éstas se generan “a medida que van haciendo los anuncios los particulares, por las solicitudes que van ingresando a la Dirección de Servicios Ganaderos para los trabajos previos de cuarentena, control, saneamiento y análisis de laboratorio. Recién ahí vamos teniendo nociones”. Exportar el ganado en pie le ha servido a los empresarios, en algunas ocasiones, para regular los precios, ya que “si la industria paga demasiado poco, la presión del mercado internacional hace que se vaya ganado para afuera y la industria tiene que pagar más. A esto le llaman la puerta de vaivén”, había explicado el presidente, José Mujica, en 2010, el primero de su administración, cuando se enfrentó a una caída notable de este tipo de exportaciones.