La publicidad oficial, y su eventual uso con fines electorales, fue tema de campaña en 2014. A mediados de setiembre del año pasado, durante una actividad en la Expo Prado en la que participaron los entonces candidatos presidenciales de todos los partidos con representación parlamentaria, el frenteamplista Tabaré Vázquez se comprometió públicamente a establecer restricciones a la publicidad oficial en caso de que llegara a la Presidencia de la República, en un contexto en el que arreciaban las críticas de la oposición por el uso que la administración de José Mujica le estaba dando a esa herramienta.

Tras el encuentro, el entonces candidato colorado Pedro Bordaberry le envió una carta a Vázquez en la que le proponía, entre otros puntos, comprometerse a “prohibir a las empresas públicas y privadas estatales realizar publicidad durante los seis meses previos a las elecciones, y [prohibir] toda publicidad a estas empresas cuando sean monopólicas y de productos y servicios monopólicos”.

En un sentido similar y también mediante una misiva dirigida a Vázquez, el candidato del Partido Independiente Pablo Mieres propuso “establecer una normativa que prohíba la publicidad de las empresas públicas que operan en régimen de monopolio”.

Una semana después del encuentro en la Expo Prado, el presidente José Mujica le indicó al secretario de la Presidencia Homero Guerrero que les transmita a los jerarcas de las empresas públicas que ordenaba la suspensión de la publicidad oficial, lo que en el caso de algunos organismos no tuvo efectos prácticos porque las empresas ya habían pautado con los medios, y las publicidades siguieron emitiéndose.

Ayer, tras la reunión que mantuvo la fórmula presidencial electa con los representantes de la oposición, el futuro vicepresidente Raúl Sendic anunció la decisión del próximo gobierno de prohibir la publicidad oficial en empresas monopólicas. Para las empresas en competencia, en cambio, no regirá la prohibición. Sendic puso como ejemplo de áreas en competencia “el área de los lubricantes de ANCAP, que la conozco bien, o el área de la telefonía móvil de Antel, o el Correo Uruguayo, que está en competencia abierta con los actores privados”.

Sendic aclaró a la diaria que la decisión no se toma porque exista la percepción de que el gasto en publicidad oficial en la última campaña fue excesivo. “No es por la publicidad que hubo en las elecciones. Cuando se hizo la presentación en el Prado de todos los candidatos, una de las cosas que se plantearon es la posibilidad de que no hubiera publicidad de empresas públicas, y ahí ya Tabaré había manifestado su compromiso de que las empresas que están en monopolio no hagan publicidad”, recordó Sendic.

El vicepresidente añadió que en la reunión del gabinete entrante de la semana pasada ya se planteó el tema, y que la resolución se concretará mediante un decreto cuando asuma la próxima administración.