El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el BCU se encontraron a principios del año pasado con una inflación que en febrero alcanzó el 1,66%, cifra que ubicó la interanual en 9,82%, casi llegando a los dos dígitos. Las alarmas se prendieron y el gobierno no tardó en responder. En marzo pusieron en marcha un paquete de medidas que incluían un acuerdo de precios por 75 días con vendedores -que prorrogaron después-, disminuciones y exoneraciones del Impuesto al Valor Agregado a las tarifas de telefonía fija, la residencial de UTE y a las frutas y verduras, y el otorgamiento de un crédito fiscal a las mutualistas para postergar el incremento de la cuota de julio.

Ya en marzo se registró una leve baja, y con los meses la contracción de la inflación fue cada vez mayor. Finalmente, y de acuerdo con los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística a principios de mes, 2014 cerró con un aumento de precios de 8,26%. Con un dato que se acercaba cada vez más al rango propuesto por la autoridad monetaria -de entre 3% y 7%-, el objetivo de moderar los precios parecía cumplido.

Sin embargo, en el año empieza otra vez los primeros meses -con los ajustes de tarifas de algunos entes públicos y otros rubros, como la educación- son los más complicados en cuanto al aumento de precios. Los analistas consultados por el BCU indican que el aumento de precios en enero sería de 1,8%, un tanto menor que el que se registró en igual mes de 2014 (2,44%). En el correr del año la tendencia es a la baja; en el primer semestre del año se alcanzaría un aumento de 4,77%, y al finalizar los 12 meses, de 7,89%. El crecimiento de los precios continuaría en descenso al menos hasta diciembre de 2016, año para el que los consultados prevén un incremento de 7,59%.

Subibaja

En otro orden, la encuesta del BCU también plasma las expectativas de los analistas en relación con la evolución futura de otras variables macroeconómicas de interés, como el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), la evolución del empleo, el resultado de las cuentas públicas y el tipo de cambio.

Los analistas consideraron que la economía uruguaya cerrará el año que terminó con un crecimiento de su PIB del orden de 3,41%, manteniendo estable la proyección que sostenían en diciembre, pero aún levemente por debajo de las proyecciones del MEF, que prevé que la tasa de crecimiento sea de 3,8%. Los datos oficiales se harán públicos en marzo, cuando el BCU publique el cuarto informe trimestral de las cuentas nacionales, que cierra el año 2014.

En cuanto a los próximos meses, las expectativas son más pesimistas; consideran que el crecimiento de la economía nacional se moderará en los próximos meses y se cerrará el año con un aumento del producto nacional de 2,9%.

En materia de empleo, las proyecciones se mostraron a la baja respecto de las de diciembre, cuando los consultados preveían un aumento de 1,98% en el nivel de empleo para el cierre de 2014. En la edición de este mes, modificaron el dato, estimando que el incremento será sólo de 1,6%. La tendencia a la baja se acrecentará en los meses que siguen; según estiman, el año cerrará con un aumento de 0,2% de los niveles de empleo.

Las proyecciones del resultado fiscal se mantuvieron estables en 2014, para cuando se prevé que se consolide en 3,37% del PIB. Para el año que comienza, las previsiones muestran los resultados de un ajuste fiscal, ya que los consultados estiman que el déficit público cierre 2015 en 2,8% del producto.

Por último, las observaciones con respecto al tipo de cambio continúan fuertemente al alza. Según los consultados, el dólar se ubicará a 24,6 pesos a fines de enero y seguirá aumentando en el correr de los meses, con proyecciones que lo señalan a 25,6 en junio, a 26,8 a fines de año y a 29,4 al cierre del próximo.

Los consultados en esta ocasión para obtener tanto las expectativas inflacionarias como las económicas de este mes fueron Equipos Mori, Mosca & Inchausti, el banco Itaú, Oikos, el banco Santander y AFAP Sura.