La instalación de un puerto de aguas profundas en la costa este del país es una idea que tiene ya muchos años, que atraviesa los partidos políticos, y que ha tenido vaivenes en la administración de José Mujica. En un momento pareció atada a la concreción del proyecto de la minera Aratirí en Valentines; cuando el precio del hierro bajó y esa posibilidad se debilitó, el presidente José Mujica sorprendió a propios y ajenos en la cumbre del Mercosur proponiendo que se tratara de un puerto regional. Esto permitiría atraer una dimensión de cargas sin la cual no se justificaría una iniciativa de esta magnitud.

El presidente de la comisión interministerial del puerto de aguas profundas, el asesor de Presidencia Pedro Buonomo, explicó a la diaria que ese organismo no trabajó hasta el momento bajo el supuesto de la regionalidad planteado por Mujica en la cumbre. Durante los dos últimos años, la comisión elaboró estudios de ingeniería, de impacto ambiental y financieros, pero siempre bajo el supuesto de que se trataba de un puerto uruguayo. “En la hipótesis inicial, era un proyecto de Uruguay en el cual participaban los demás países, un fideicomiso, en el que el fideicomitente sería el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, y ese fideicomiso generaría una autoridad portuaria con un comité en el que participarían los países de la región. Ésa era la propuesta en la que veníamos trabajando”, explicó Buonomo. Señaló que hay antecedentes de iniciativas de este tipo, por ejemplo, la participación de Paraguay y Bolivia en el puerto de Nueva Palmira. “A partir de que ahora se plantea un puerto de otras características, con la posibilidad de que los demás países de la región participen de forma más activa en la gobernanza del proyecto, eso va a haber que reestudiarlo”, indicó Buonomo. La comisión entregará los estudios realizados y el tema se analizará “en otro contexto institucional”, precisó el jerarca. Mujica planteó que en la gestión se pueda incorporar a los demás países, en una estructura similar a la represa binacional de Salto Grande, pero eso está por definirse.

El presidente de la comisión dijo que, de acordarse que será un proyecto conjunto de los países de la Cuenca del Plata, todos deberían participar en el financiamiento de las obras iniciales, pero descartó que la cuestión del financiamiento haya sido decisiva para formular la propuesta del puerto regional. “El tema no es que sea demasiado elevado el financiamiento y haya que buscar socios para financiarlo, eso no es así. Lo que sí es necesario es el compromiso de los otros países de la región de que éste es un proyecto de la región, y de que las cargas que tienen origen en los demás países se comprometan a utilizar el puerto. No sólo Bolivia y Paraguay, que son los más comprometidos y han mostrado su voluntad de participar, sino particularmente Argentina y Brasil”, precisó Buonomo.

Ahora será la cancillería la encargada de plantear la propuesta a los demás países. En caso de llegar a un acuerdo sobre una estructura institucional, se requeriría la firma de “algún tipo de nota reversal o tratado entre los países para crear esa institucionalidad”, aclaró Buonomo. Si bien la intención de Mujica es poder concretar el proyecto durante su período de gobierno, es poco probable que se llegue a un acuerdo sobre un asunto tan complejo en el lapso que queda para culminar su mandato. De todos modos, el propio Mujica aclaró que ya conversó con el presidente electo Tabaré Vázquez y pretende que éste continúe impulsando la iniciativa.