“No se puede provocar, no se puede insultar la fe de los demás. [...] Hay un límite a la libertad de expresión”. La frase pertenece al papa Francisco, consultado ayer por lo sucedido a la revista satírica francesa Charlie Hebdo, y en un contexto de condena a los ataques perpetrados. El papa cuestionó de todos modos a quienes “provocan” y “convierten en un juguete las religiones de los demás”.

La inmediata condena a los asesinatos de los trabajadores de Charlie Hebdo deja paso a otro interrogante, que apunta al alcance de la libertad de expresión vinculada al humor. ¿Se puede hacer chistes sobre todo y todos? En Uruguay está vigente una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que no hace referencia explícita al humor. Consultados al respecto, dos legisladores del Frente Amplio que participaron en la discusión del texto en comisión y luego en el plenario admitieron que el tema no estuvo planteado explícitamente en esos ámbitos. Ambos consideraron de todos modos que el humor debe ser tratado como cualquier otra expresión emitida por radio y televisión. Esto significa que un medio es pasible de ser sancionado por discriminación por un chiste, en caso que la Justicia civil -que resolverá en última instancia- lo determine.

“Fueron como 50 delegaciones a comisión y nadie tocó ese tema”, aseguró el diputado del Movimiento de Participación Popular Julio Battistoni. “Yo entiendo que haya musulmanes que se sientan humillados [por las caricaturas de Charlie Hebdo]”, dijo el legislador. Consultado respecto de si estas caricaturas ameritarían una sanción a la revista, dijo no tenerlo claro. “Hay una cuestión de estigmatización, también se estigmatiza a través del humor. Habría que pensarlo muy bien y discutirlo, no puede ser que con el humor se acepte cualquier cosa porque ‘total, es una bromita’. No se puede aceptar cualquier cosa porque no todo el mundo reacciona de la misma manera”, señaló.

En el mismo sentido, el diputado Carlos Varela (Asamblea Uruguay) opinó que “si se entiende que se está discriminando a una religión, debería merecer una sanción”, aunque aclaró: “No sé si es el caso de Charlie Hebdo, porque responde a una realidad que no es la nuestra”. “La sociedad ha condenado determinado tipo de humor que estigmatiza ciertas colectividades: judíos, negros, gallegos”, acotó. De todos modos, apuntó que “eso tampoco significa que no se pueda hacer humor con nada”. Puso como ejemplo el carnaval, donde “determinado humor que se practicaba unos años atrás, vinculado a la mujer, a los gays, hoy no se hace ya, no porque haya una ley que lo prohíba, sino porque la sociedad no se lo banca”. Consultado sobre qué ocurriría con un chiste de ese estilo en el carnaval emitido en televisión, Varela admitió que es un tema complejo y que hay que tener “especial cuidado en no pasarnos de la raya”. “Quizás haya que analizarlo en la reglamentación de la ley”, consideró.