Por unanimidad, el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT difundió una declaración en la que cuestiona el aumento de las tarifas públicas en enero, el de UTE de 6,9% y el de OSE 9,2%, “guarismos muy superiores a los manejados por las propias empresas públicas”, consideran.

En relación a la energía eléctrica, uno de los coordinadores de la central sindical, Fernando Pereira, opinó que Uruguay “evidentemente ha tenido condiciones de producción eléctrica muy favorables”, en referencia a que el nivel de lluvias fue el adecuado para la generación de energía hidroeléctrica, a que cayó el precio del petróleo para la generación en centrales termoeléctricas y al avance en la diversificación de la matriz energética. “No hay una explicación que permita acordar con la suba”, enfatizó otro de los coordinadores del PIT-CNT, Marcelo Abdala. “Más allá de los argumentos económicos de fondo, entre ellos el componente de ‘prevención fiscal’, el aumento establecido se configura como desproporcionado y contradice el mensaje oficial de que ‘las cuentas están en orden’”, agregan en el comunicado los dirigentes sindicales. “Si hay una propuesta de la empresa pública de aumentar 3,9% y se aumenta 6,9% y la fundamentación es la caja, entendemos que ahí se está generando caja básicamente de dinero de los que menos tienen, porque pagar la luz la pagamos todos, pero para un hogar de recursos limitados la luz significa una parte importante de sus ingresos y para un hogar de mayores ingresos es algo residual”, opinó Pereira.

Para el dirigente, las tarifas públicas tienen un papel en la política económica pero también en la política social, “en cómo incide en las familias de menores ingresos”, y sugirió que el aumento debería haber sido, al menos, diferencial en función del consumo. El comunicado asegura que la mayor parte del porcentaje de ajuste “como siempre recae sobre las espaldas del pueblo trabajador, impactando directamente en su bolsillo y generando importantes desajustes (por el contrario al ajuste necesario del gobierno) en las economías familiares”, y sugiere que hay “otros instrumentos económicos, que perfectamente pueden gravar los capitales suntuosos a los efectos de lograr la ‘prevención fiscal’ necesaria”.

Los dirigentes consideraron el aumento “una decisión desacertada, que no va en consonancia con otras políticas gubernamentales”, según opinó Pereira, que añadió que a futuro se debe discutir con el gobierno: “UTE premia, tiene un efecto significativo en diciembre y en enero es un marronazo importante. Son dos políticas contradictoras para la cabeza de cualquier uruguayo”.

Sobre el pedido de los industriales acerca del costo energético, Pereira consideró que se debería discutir “en un mismo paquete”. “Me resulta muy difícil entender que los hogares de menores recursos no tengan ningún privilegio y resulten favorecidos los industriales, a pesar de que entiendo que deben tener tarifas competitivas”.