José Morgade: Muchachos, las perspectivas para este febrero no son muy buenas en materia climática. Aparentemente va a haber un nivel récord de precipitaciones, lo que no hace otra cosa que confirmar nuestros peores temores: el calentamiento global está poniendo en riesgo la continuidad de la fiesta máxima de nuestra cultura.

Raúl Castro: Yo desde hace tiempo venía alertando sobre el riesgo que representaba el aumento de las emisiones de dióxido de carbono. No puede ser que nos quedemos cruzados de brazos, sin hacer nada.

Horacio Rubino: ¡Un momento! No está científicamente demostrado que haya una relación entre la emisión de gases de efecto invernadero y el calentamiento global. Hay que escuchar también a los escépticos.

Enrique Espert: ¿Los qué?

Horacio Rubino: Los científicos escépticos que dicen que el calentamiento global es producto de la naturaleza.

Enrique Espert: ¿Vos me podés traer uno de ésos acá? A lo mejor lo podemos hacer entrar en razón.

Horacio Rubino: No, es que en realidad no se sabe muy bien cuál es el efecto de los gases. Lo que sí se conocen son sus causas.

Enrique Espert: ¿Cuáles son?

Horacio Rubino: Pueden ser los porotos, los garbanzos, las lentejas...

Enrique Espert: Callate, botija, haceme el favor.

Horacio Rubino: Perdón.

Raúl Castro: Yo creo que ya es tiempo de que en DAECPU [Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos y Populares del Uruguay] tomemos cartas en el asunto. Tenemos que lanzar un programa para combatir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los responsables de las emisiones tienen que hacerse cargo.

Horacio Rubino: El que está más calladito siempre es el culpable.

Enrique Espert: Pibe, callate la boca. Mirá que te voy a matar.

Horacio Rubino: Perdón, no puedo evitarlo. Son muchos años.

Raúl Castro: Compañeros, la historia nos ha convocado para el que quizá sea nuestro reto más importante. Debemos emprender la batalla contra quienes envenenan el planeta, contra el consumismo, contra el ritmo frenético de las ciudades, que nos exige cada vez más autos, más camiones, más ómnibus.

José Morgade: ¡Un momento! ¿Los ómnibus de Cutcsa serían parte del problema? Ahí ya no me gusta la cosa.

Raúl Castro: No necesariamente. ¿Por qué no podemos soñar con una ciudad en la que todos los ómnibus sean eléctricos?

Horacio Rubino: A los ómnibus eléctricos los llaman Diego Lugano.

Enrique Espert: ¿Por qué?

Horacio Rubino: Porque los tocás y te dan una patada.

José Morgade: Horacio, callate la boca. Haceme caso.

Raúl Castro: Creo que desde DAECPU tendríamos que pedirle al Pepe [José Mujica] que interceda ante el Programa de Naciones Unidas contra el Cambio Climático para que el mundo rico empiece a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, para que de esa manera se salve el Carnaval uruguayo.

José Morgade: La veo un poco complicada. Desde que dejamos afuera a Agarrate Catalina las cosas quedaron un poco tensas.

Raúl Castro: Yo creo que ante la gravedad de la situación el Pepe nos puede ayudar. Tenemos que explicarle que quienes más sufren por el cambio climático son los pobres, porque no pueden pagarse la entrada para ir a un teatro cerrado. Él es el único que puede sensibilizar a los grandes líderes mundiales para que actúen de manera responsable.

Enrique Espert: Ojo que si hay que ir a hablar con alguien yo puedo ir, ¿eh? ¿Con quién hay que hablar? ¿Con [Barack] Obama? ¿Con el primer ministro de Inglaterra? ¿Con el presidente de Rusia? Seguro que son muchachos frontales; si se habla con ellos se los puede hacer entrar en razón.

Horacio Rubino: Si vas a hablar con el presidente de Rusia llevale de regalo un buzo rosado.

Enrique Espert: ¿Por?

Horacio Rubino: Porque es Putin.

Enrique Espert: Estás siendo muy poco razonable, pibe. Voy a tener que hablar contigo para hacerte entrar en razón.