El presidente electo, Tabaré Vázquez, evaluará junto al Frente Amplio (FA) qué rol tendrá la oposición en los organismos públicos antes de que comience su mandato; quiere que acompañen las metas propuestas en cada cartera y que no sólo ejerzan el contralor, sino que también sean “gestores” de sus políticas. Sin embargo, en la oposición hay malestar por el gabinete elegido y algunas designaciones, por ejemplo las de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

Desde el Partido Nacional (PN), Graciela Bianchi, senadora electa por Todos Hacia Adelante, dijo a la diaria que su partido todavía no se ha reunido para planificar su posible participación en el gobierno frenteamplista, pero que “en todo caso eso lo decidirá Luis [Lacalle Pou]”, el ex candidato a presidente. A su vez, expresó su opinión sobre el directorio de la ANEP propuesto por Vázquez: “Es muy poco lo que podemos hacer con los descerebrados de siempre, si son los mismos que estuvieron destruyendo la educación en los últimos diez años”. “Un médico al frente de Educación habla por sí mismo. De repente como yo soy profesora de Historia me dan el Ministerio de Salud Pública”, dijo, en referencia a la futura ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz. Además, aseguró que la designación de Fernando Calloia al frente de la Corporación Nacional para el Desarrollo “es un mamarracho”: “Lo ponen al frente de una institución que no tiene control parlamentario”.

También desde el PN, pero desde el sector Alianza Nacional, liderado por Jorge Larrañaga, el diputado electo Jorge Gandini dijo que “sería una pésima señal no encontrar los mecanismos, porque significa una convivencia democrática”. Sobre el gabinete propuesto por el presidente electo dijo que “coincide con la impronta” de Vázquez, que se trata de “un mando más unipersonal, sin garantizarse las mayorías”, y ejemplificó con la designación de Muñoz: “Tiene que ver con la necesidad de articular una relación con las gremiales de la enseñanza, que han sido claramente resistentes a ciertas medidas. Creo que puede estarse leyendo a priori un cambio de actitud; mientras que en el pasado el FA abrió un espacio de cogobierno con las gremiales docentes, hoy no sólo pone una persona de su confianza, sino habituada a la confrontación y negociación con los gremios”.

Por otro lado, el senador electo Javier García, de Todos Hacia Adelante, consideró que la designación de Calloia “es una imprudencia”. Sobre el tema también habló su compañero de sector Gustavo Penadés: el presidente electo “está en todo su derecho [de elegir a Calloia], pero es un elemento irritante e innecesario en el relacionamiento con la oposición”. El diputado electo Álvaro Delgado prefirió no opinar: Vázquez “está en todo su derecho de elegir a quien quiera”, sostuvo.

Desde el Partido Independiente, el senador electo Pablo Mieres evaluó estos años de participación de la oposición como “muy buenos”, y aclaró que “es una potestad del gobierno, no es una obligación” llamar a otros partidos a ocupar cargos. Respecto del gabinete dijo que reconoce “áreas en las que [las designaciones son] notoriamente favorables: como en Economía y en Relaciones Exteriores”, agregó que “en Educación hay un signo de interrogación” y que tiene “dudas de que sea positivo”. En referencia a Calloia dijo que “es el punto débil”. “Vázquez y [Danilo] Astori cometieron un error; es una persona muy desgastada”, y agregó que “más allá del resultado del Tribunal de Apelaciones, no tengo duda de que actuó más allá de sus límites del poder”.

En cambio, desde el Partido Colorado, el diputado Walter Verri dijo, con respecto a la participación de la oposición en el gobierno, que “es responsabilidad de él, y el tiempo dirá si es bueno o no”. El diputado colorado reelecto Guillermo Facello aseguró que si él fuera Calloia “no hubiera participado en ninguna otra actividad pública”. En referencia a la participación de la oposición dijo que su partido “no ha tenido un papel de transmitir [la información de los entes públicos] a la colectividad” colorada, y por ende “era un problema”, por lo que pretende una “coparticipación más activa”. “Es sano que la oposición participe, porque si bien [Vázquez] ganó, casi la mitad de la población no lo acompañó con su voto”, agregó.