A los 70 años de la liberación de prisioneros de Auschwitz, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) junto al presidente de la República José Mujica, presentaron la escultura de Ana Frank, realizada en 1963 por el artista uruguayo Rubens Fernández Tudurí, y una muestra itinerante, Ana Frank: una historia vigente, que busca acercar a los visitantes a los sucesos vividos por las víctimas del Holocausto, según informó el portal de Presidencia de la República.

Mujica invitó a reflexionar sobre el genocidio contra los pueblos en el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto y dijo que es una forma de “honrar la memoria y a los cientos de miles y millones de personas de los holocaustos de todos los tiempos”. La escultura está en el Parque de la Amistad de Villa Dolores y representa el estado físico de Frank antes de morir en el campo de concentración de Bergen-Belsen. La muestra itinerante consta de 34 paneles gráficos, ordenados cronológicamente, con fotos y pasajes del diario de Frank.

Mujica también dijo que este suceso significó una “industrialización del terror y de la muerte como una estrategia política y social para eliminar al pueblo judío en este caso, pero que también ha servido para repudiar a otros grupos como los gitanos, los testigos de Jehová, los militantes sindicales, los socialistas y comunistas, y que sigue vigente a través de la xenofobia”. Dijo que el hombre puede tropezar “dos veces con la misma piedra”, y mencionó su preocupación por el crecimiento de partidos neonazis en Europa: “Asusta que partidos neonazis hayan aparecido en el mundo europeo y hasta voten bien”, dijo, y añadió: “Me vienen negros y musulmanes a disputar trabajo que hay en Alemania y Suecia y surge la xenofobia. Si vienen indios aimaras y peruanos a lavar los tachos vaya a saber lo que pensamos”.