Tres nombres se disputan el apoyo de Casa Grande e Ir -sectores que llevaron a Constanza Moreira al Senado- para la candidatura a la Intendencia de Montevideo (IM): los del socialista Daniel Martínez y de la emepepista Lucía Topolansky y, si se materializa en estos días, el del dirigente del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) Pablo Anzalone.

El dirigente de Ir Federico Imparatta dijo que el jueves 15 ese sector decidirá en plenario cuál será su candidato, y que si se hace efectiva la candidatura de Anzalone la pondrán a consideración al igual que las dos restantes.

El PVP impulsa a Anzalone y pretende el apoyo de la lista 3311, que nuclea a ese sector junto con Alternativa Frenteamplista (AF) e Izquierda en Marcha (IM). El diputado electo Luis Puig, perteneciente al PVP, dijo que están “en proceso” de decidir a quién apoyar y que “en estos días” lo resolverán. La dirigente Carmen Beramendi (AF) dijo que todavía no han decidido a quién apoyar y que planean resolverlo esta semana.

Anzalone confía en que la resolución será positiva. Piensa que “nunca” se tuvieron “tantas posibilidades de cambiar Montevideo como ahora”. Señaló que después de diez años de gobierno nacional frenteamplista “se ha mejorado la economía y se redujo la pobreza”, pero reconoce que aún hay “mucha infantilización [de la pobreza] y mucha violencia de género”. Por ese motivo propone apostar por la “integración ciudadana” y, en ese sentido, menciona como ejemplos la plaza Liber Seregni, la plaza Casavalle y el complejo Sacude (Salud, Cultura y Deporte). Se trata de “un modelo más integrado” de “participación ciudadana en las políticas públicas”. Anzalone también tiene en mente “repensar” la capital del país hacia 2030 desde “la lógica de preservación del medio ambiente y de apostar fuertemente a un sistema de transporte más saludable”. Según el dirigente, Montevideo “está enferma de sedentarismo y contaminación”.